Salió de Cuba como bailarín y se convirtió en un exitoso actor de telenovelas

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Jorge Luis Pila. Foto tomada de IMDb.

Quiso la casualidad que Jorge Luis Pila naciera el 3 de agosto de 1972 en Praga, capital de la entonces Checoslovaquia. Su abuelo trabajaba en la misión diplomática cubana en ese país europeo y allá se encontraba su madre, quien dio a luz y a los quince días regresó con su hijo a la nación caribeña.

En una ocasión confesó el antillano que su primer contacto con el universo artístico llegó mediante los padres de su mejor amigo, el también exitoso actor cubano Julio Camejo. Ambos, Gladys y Antonio, formaron una pareja de baile bastante conocida, y, según él, se convirtieron en sus referentes en dicho ámbito.

Durante su etapa en Cuba residió en El Vedado capitalino, cerca del Hotel Nacional. A los 21 años trabajaba en La Maison como modelo y hasta allí fueron a buscar bailarines para un show de la cantante mexicana Yuri. Jamás había bailado profesionalmente, pero pasó el casting y un semestre más tarde lo llamaron para viajar hacia territorio azteca. Era el año 1993 y decidió quedarse allí para rehacer su vida.

Empezó de cero y recibió clases de danza durante tres meses. Al poco tiempo de su estancia le dijeron que si no aprendía lo que tenía que hacer en los espectáculos de la artista, tendría que regresar a la Isla. Finalmente debutó junto a la intérprete Cosas del amor en una presentación dedicada a la inigualable Celia Cruz.

En el grupo de baile de Yuri permaneció alrededor de unos cuatro años y durante ese tiempo alternó como modelo publicitario y también sobre las pasarelas.

A través de la célebre mexicana llegó a la actuación. A mediados de los noventa, ella protagonizó una novela junto al cantante Chayanne, llamada Volver a empezar, y en una ocasión le pidió a Pila que fuera a recogerla a Televisa. Aquella fue su primera vez en un estudio de televisión y ese mismo día se dio cuenta de que quería formar parte de ese mundillo.

Semanas después realizaron un casting en la empresa donde él trabajaba como modelo y quedó entre los cuatro seleccionados para formar parte de un curso de actores en la famosa empresa, creadora de contenidos audiovisuales, y fue así como ingresó al Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa, institución en la que se han formado algunos de los más famosos actores de las telenovelas latinoamericanas.

Luego, en un evento, conoció a un directivo de TV Azteca y al poco tiempo debutó en esos populares dramatizados con la producción Al norte del corazón, donde defendió el rol de José Francisco Reyes y compartió escenas con Anette Michel, quien luego se convertiría en su esposa.

Durante un tiempo donde mantuvo una presencia habitual en obras distribuidas por esa cadena, sintió que su carrera se estancaba y se marchó hacia Miami, donde fue a visitar a Abraham Méndez, representante de actores, y le confesó que quería probar suerte en Estados Unidos.

Su primera pieza en el país norteño fue Secreto de amor, transmitida entre 2001 y 2002 por Univisión, y más adelante llegó a Telemundo, donde se estrenó con Más sabe el diablo. En su currículo figuran más de 20 telenovelas y entre 1999 y 2014 estuvo todos los años en pantalla. En 2011 era tal su fama e impacto dentro de la audiencia latina que fue seleccionado por la revista People en Español para su célebre lista «Los 50 más bellos», que reúne anualmente a varias personalidades destacadas por la edición del magazine.

Todavía varios seguidores de las novelas recuerdan su rol de Alejandro Beltrán hace alrededor de una década en La patrona, considerada por varios expertos como una de las mejores producciones de Telemundo en lo que va de siglo, donde compartió cartel protagónico con Aracely Arámbula.

Sobre dicho personaje comentó en una oportunidad: “la verdad es que no soy un fan de Alejandro. Me parece un hombre indeciso, un poco cambiante. Me hubiera gustado verlo actuar de una manera diferente, más seguro en muchas ocasiones ¡Hasta yo mismo me molestaba leyendo el guion!”.

Pese a ello, añadió que si a él lo afectó de esa manera, quizás en el público tuvo un efecto similar y eso es lo que debe buscar un actor: “despertar emociones en la gente, hacerla sentir”.

Su última aparición en TV llegó en 2021 con 100 días para enamorarnos, en la cual defendió un rol pequeño, pero hace unas semanas se conoció que se unirá a la pieza Vuelve a mí, sobre la cual te hablamos hace unos días.

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