Ayumi Leiva era una de las figuras más prometedoras del judo cubano hasta que el pasado 7 de agosto, durante una escala en Madrid, decidió abandonar el equipo que asistiría al clasificatorio para los I Juegos Panamericanos Junior.
La experiencia del escape fue bastante surreal para ella, según contó en una carta que envió a Juan Carlos Barcos, presidente de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados (RFEJYDA).
“El pasado día 7 de agosto viajaba con el equipo nacional cubano para competir en el clasificatorio panamericano Junior de Cali. Nuestro vuelo no pudo ir directo a Cali porque en Cuba no había vuelo directo de Cuba a Colombia por lo que hicimos escala en Madrid. En el área internacional, aprovechando un descuido, fui junto con otra deportista a la policía para pedir asilo”.
Aunque sabía el costo de la decisión en varios sentidos, la joven de 19 años siguió adelante y mantuvo su idea de dedicarse al judo del otro lado del Atlántico.
Segura de su nivel como atleta, pidió a miembros de la Cruz Roja, quienes la habían recibido y ayudado tras su aterrizaje, que la dejaran viajar hasta el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento de Benimaclet, Valencia. Su idea era llegar hasta allá para ponerse a disposición del entrenador principal, Sugoi Uriarte, quien, durante su tiempo en activo, fue quinto lugar olímpico en Londres 2012, subcampeón del mundo en Rotterdam 2009 y monarca europeo de Viena 2010, siempre en la división de los 66 kilogramos.
Una vez completado el recorrido hacia ese lugar, la muchacha conectó con otros colegas de disciplina e inició otra vez su preparación junto a un grupo de atletas de nivel mundial, que incluye a Ana Pérez y Julia Figueroa, subcampeona y bronce del orbe en 2021, respectivamente.
“Empecé a volver a entrenar por la mañana y por la tarde, como en Cuba, podía hacerlo con medallistas mundiales absolutas de mi peso y siguiente, con un equipo femenino espectacular, me sacaron la licencia y competí en sus torneos locales en septiembre y octubre, hice el clasificatorio para ir al sector y me seleccionaron, en el campeonato de Barcelona quedé primera en el sector senior en noviembre”, escribió Leiva.
Sin embargo, poco después, cuando solicitó la posibilidad de asistir al Campeonato de España para mayores, la muchacha recibió una negativa por parte de las autoridades de ese deporte en el país europeo.
Según el reglamento de la RFEJYDA, una deportista en sus condiciones puede competir en nivel junior o juvenil, pero para hacerlo entre los adultos necesita tres licencias que la avalen como practicante con más de tres años de experiencia, lo cual le permitiría poder inscribirse en cualquier torneo de la máxima categoría a nivel nacional.
Aunque el propio Sugoi declaró: “tú la ves entrenar y sabes que tiene nivel de sobra para competir en este evento”, el principal obstáculo de Leiva seguía siendo su situación migratoria.
Hasta la fecha, la oriunda de la mayor de las Antillas cuenta únicamente con la tarjeta roja, la cual se otorga a aquellos que piden asilo político y les concede, entre otras cosas, residir legalmente gracias al otorgamiento de un número de identidad de extranjero (NIE). Lo que sucede es que, si bien ese documento le deja comenzar otros trámites para cambiar eventualmente su estatus, no es suficiente para encaminarla con respecto a las licencias.
Ante tal situación, la chica envió la referida carta a Barcos, en donde explica que tiene en su poder los papeles que la acreditan como artista marcial y atleta oficial desde los nueve años de edad. En base a ello, Ayumi y la Federación Valenciana pidieron, el pasado 26 de octubre, una excepción que le aprobara competir en esta próxima edición de la máxima justa del judo español y, de paso, continuar su progresión.
“Mi deseo e intención es nacionalizarme en España en cuanto me dejen las autoridades españolas y así poder competir por España y devolver un poco de lo mucho que me está dando España. Agradecerles todo lo que hacen por mí y darles esa medalla olímpica que tanto anhelan o por lo menos intentarlo”, explicó la joven en su misiva.
Finalmente, tras varios meses de incertidumbre, a comienzos de diciembre se supo que, pese a los reclamos, el difícil caso de Ayumi le impediría ser parte del Campeonato de España de judo.
Por su parte, el máximo directivo de la RFEJYDA ha dicho que la carta de Leiva jamás le llegó. No obstante, tampoco le cierra la puerta a la posibilidad de que la novel judoca, y otros en su situación, puedan contar con el apoyo federativo.
“Hay una normativa aprobada por unanimidad. Yo personalmente no he recibido esa carta, pero somos una federación inclusiva. Vamos a ayudar a la chica en lo que podamos y podrá hacer Copas de España y participar en grupos de entrenamiento”, ha expresado Barcos.
Además, el propio Barcos ha manifestado que la RFEJYDA analizará la posibilidad de adaptar las leyes para que situaciones de este tipo tengan una solución más feliz en el futuro.
“Quizá haya llegado la hora de juntarnos con las federaciones autonómicas para ver si hay que flexibilizar las normas. No habría ningún problema en mirarlo para el año que viene. Lo hablaremos con la junta directiva para adoptar medidas excepcionales”, concluyó el presidente.
En cualquier caso, esperamos que Ayumi Leiva solo haya tenido un ligero retraso en su carrera y que, más temprano que tarde, pueda continuar exitosamente su ascenso y concretar el sueño de subir al tatami con la bandera española en el más alto nivel de su disciplina en el planeta.
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