Acusan a cubano de abandonar su trabajo, el agente desmiente y le consigue otro equipo

Este 2023 ha sido bien movido para el pitcher cubano Luis Miguel Romero, uno de los mejores jugadores del pasado Clásico Mundial, donde fue incluido en el Todos Estrellas del prestigioso certamen ganado por la selección nipona.

Luego de brillar en la magna cita, en la cual dejó balance de dos triunfos -líder en ese apartado del torneo, igualado con otros cuatro jugadores- sin derrota en cinco salidas, promedio de carreras limpias de 2.08 y 13 ponches -encabezó dicho acápite-, se conoció que a finales de mayo lo despidieron los Atléticos de Oakland, la organización de MLB a la que pertenecía y con la que había estado cerca de debutar en Grandes Ligas.

Poco antes del comienzo de la postemporada de la pasada Serie Nacional trascendió que podría unirse a Industriales, según declaró el mentor de los Leones, Guillermo Carmona, al colega Boris Luis Cabrera, lo cual desató una telenovela en la que después el guantanamero negó rotundamente lo anterior y agregó que su objetivo era firmar un contrato que luego le sirviera como catapulta para regresar al béisbol norteamericano.

Una vez quedó atrás ese tema, el 28 de agosto se hizo público que el derecho formaría parte del staff de los Tomateros de Culiacán de la Liga Arco Mexicana del Pacífico, circuito en el cual debutaría. Allí tuvo cuatro salidas, todas como abridor, y cerró con dos victorias e igual número de descalabros, promedio de efectividad de 3.43, 10 ponches y siete boletos en 21.1 innings.

No era esa una actuación que lo encumbrara como una de las estrellas de la temporada, ni mucho menos, pero tampoco se trataba de un rendimiento para el olvido, sin embargo, el pitcher salió del plantel.

De acuerdo con el sitio Strikeout, en una conferencia de prensa se afirmó que el serpentinero del Guaso había incurrido en un «abandono de trabajo», lo cual fue desmentido por Carlos Pérez, su agente, en el propio espacio en internet.

Este último dijo que cuando estuvo en negociaciones con el club, planteó que a Luis Miguel podrían utilizarlo como abridor o relevista, pero solo en una de las dos funciones. Entonces el jugador centró su entrenamiento para formar parte de la rotación.

Un día, sin aviso, explica Pérez, le comunicaron al atleta que pasaría a relevar y este dijo que no, pues no se había preparado para ello. Refirió el representante que en una ocasión en AAA ocurrió una situación similar y ello le provocó una lesión al cubano.

«Al final siguieron con la decisión de ponerlo en el bullpen y yo le pedí la liberación al equipo (…) A un lanzador no lo pueden cambiar de rol de un día para otro, pues las lesiones llegan por eso», sentenció Carlos y luego demoró poco tiempo en encontrar un nuevo equipo para el guantanamero, quien ahora es uno de los extranjeros de Tiburones de La Guaira, de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), y debutó ayer con su nueva franela.

Como abridor ante los Bravos de Margarita, no completó una entrada de actuación y le pegaron cinco hits -entre ellos un cuadrangular-, le fabricaron igual número de carreras limpias, regaló dos boletos y se anotó la derrota del choque.