
La genética es una cosa curiosa. Si es para mal, te puede poner la vida difícil, pero cuando todos los astros del genoma se alinean, el resultado puede ser maravilloso. Algo así de bueno debe haberle sucedido a Camila Guevara, cantante cubana que resulta ser nieta de Pablo Milanés y Ernesto “Che” Guevara.
“Somos personas diferentes, con diferentes momentos, inquietudes (…). Ellos se permitieron ser quienes fueron. Yo me estoy permitiendo ser quien quiero ser”, comentó la joven a la agencia de noticias EFE al referirse a sus célebres parientes.
“Mi abuelo ha sido como un maestro para mí. Realmente, he estudiado su manera de cantar porque era un virtuoso. Y tenía muchas armonías raras y una musicalidad muy rica, me fui dando cuenta mientras crecí”, dijo para referirse a Pablo, uno de los principales nombres del movimiento de la Nueva Trova.
Por otra parte, sobre su antepasado argentino-cubano, cuya firma tiene tatuada en el brazo izquierdo, ha expresado a El País: “No lo sé [si el Che tuvo algo de influencia en mi música], realmente más mi papá. Tenía mucha sensibilidad poética, hacía canciones y me mostró eso. Mi papá influyó mucho en la música que hago hoy, porque también me ponía mucho rock. Pero bueno, mi abuelo, en sí, creo que en esa parte no”
El 2 de mayo pasado, la compositora e intérprete lanzó en México su primer disco, titulado Dame Flores (Sony Music), el cual ha sido descrito como una producción sumamente ecléctica por su combinación de géneros como chachachá, salsa, trova, pop, rap, rock y reguetón. Creado al estilo de una playlist variada, el objetivo de su autora fue remover sentimientos e inducir la reflexión de sus oyentes.
“La verdad, me aburrí totalmente de hacer canciones con la guitarra, así melancólicas. Decidí divertirme más dentro de la música. Siento que en la música puedes hacer también lo que tú quieras. Quería que el disco tuviera mucha diversidad. Que fuera entretenido. A veces, no me gusta escuchar un álbum entero porque necesito diferentes emociones”, declaró en conversación con El País.
Camila, hija de Suylén Milanés y Camilo Guevara, ambos fallecidos en 2022 —igual que Pablo—, para grabar su álbum se hizo acompañar, entre otros, de varios compatriotas como Yaroldy Abreu (percusión), Lázaro Peña (piano), Adrian Aguiar (guitarra), Julio Padrón (trompeta) y Juan Carlos Marín, conocido también como “El trombón de Santa Amalia”.
El primer sencillo que lanzó Guevara fue Cómo arde, uno de los 12 números que componen este fonograma, integrado además por Cariño, D Siertos, Tengo miedo, Lluvia, Crueldá, sardinabrava, Vienen curvass, Alguna nostalgia, Vida, Respiro y Conocer el mar.
“Me pareció muy divertido también el hecho de tener un disco medio extremo con un rap que era medio sexual (Vienen curvass), experimentar ese tipo de escritura, y también tener canciones más profundas con imágenes más poéticas”, dijo la cantautora de 25 años durante la referida entrevista con la agencia EFE.
Además de este primer proyecto tan personal, Camila colaboró recientemente con Cimafunk en el disco Pa tu cuerpa (Terapia Productions, 2024). Convidada por el cantante oriundo de Pinar del Río, grabó el tema A tu merced, para el cual también tuvo el honor de compartir con Francisco “Pancho” Céspedes y el pianista Gonzalo Rubalcaba.
Por si fuera poco, el 21 de enero último abrió el concierto del mismísimo Fito Páez en el Auditorio Nacional de México, una experiencia que dejó guardada en su canal de YouTube.
Recomendada por revistas especializadas como la internacional Rolling Stone y por la cubana Magazine AM:PM, la Guevara ha confesado estar muy influenciada por artistas tan diferentes como Facundo Cabral, Nathy Peluso, Black Eyed Peas, Ca7triel, Taylor Swift, Julieta Venegas, Rosalía o C Tangana. Asimismo, ha referido disfrutar mucho de contemporáneos suyos de la Mayor de las Antillas, como Melanie Santiler, Chezca Zana, Mamá Estoy Brillando, Elitricia,
“Cuando era más joven, me sentía alejada de los sonidos de mi cultura, como que sentía que no conectaba muy bien. A la vez que fui creciendo, acepté e incorporé estos sonidos. Me di cuenta de que es una parte fundamental de quién soy como artista”, contó en octubre de 2024 a Rolling Stone en Español
Su vida sobre los escenarios comenzó desde pequeña, cuando con siete años se ganó el aplauso de los asistentes a un íntimo concierto/descarga familiar en casa de su abuelo. Pasaría alrededor de una década hasta que, ya en el preuniversitario, recibió algunas lecciones de guitarra y canto, y por ahí decidió salir definitivamente del cascarón y tomarse en serio lo de componer.
“Quería buscarme. Si en tu familia hay músicos, ya te viene el chip de que serás músico, pero también quería preguntarme si realmente era mi camino. Antes yo sólo cantaba y sentía que me faltaban herramientas para ser la artista que quería ser, entonces todo cambió cuando regresé a la música escribiendo. Me empecé a sentir más completa y quería perfeccionarlo. Esto me devolvió la conexión con la música”, reveló.
“Fue como un impulso, algo que pasó. Nunca lo he concientizado. Había escrito versos y cosas así cuando estaba en el preuniversitario, a modo de juego, porque siempre andaba distraída en las clases. Escribir canciones era un escape; así empecé a bocetar versos (…).
“A los 17 o 18 compuse una canción. Tuve una conversación con un amigo y me quedé pensando. Brotó de un impulso. Después fui perfilando un poquito la letra. Unos meses después de eso, empecé a escribir ya con más regularidad y comenzó un tiempo de mucha inspiración”, contó en otra entrevista publicada este mismo año en la revista OnCuba.
Por eso años empezó a estudiar Química en la Universidad de La Habana, pero solo duró dos meses en las aulas. También formó parte de las bandas M.A.S y Flor de Loto y en 2021 apareció en una de las sesiones en vivo de Play Room, canal de YouTube que durante la época más difícil del Covid-19 exhibió actuaciones de varios de los rostros musicales de la Isla que venían despuntando con más fuerza.
La primera vez que su nombre apareció acreditado en un trabajo más “oficial”, fue gracias al cover de Otra canción, tema original de Santiago Feliú, que grabó para el álbum Fascinantemente Mundo (Colibrí, 2022, producido por el percusionista cubano Ruly Herrera y Enrique Carballea, y eventual ganador del premio Cubadisco 2023 en la categoría de Antologías y Versiones).
Camila fue fichada por Sony Music México en 2023 y empezó a trabajar en su ópera prima con la colaboración de sus compatriotas Jorge Luis “Yoyi” Lagarza y Javier Sampedro, dos de los nombres más talentosos de la actual generación de productores.
“Ojalá les pase lo que me pasa a mí con las canciones de los artistas que sigo. La sensación de sentirte acompañado, entendido, como que alguien está diciendo lo que a ti te está pasando. ¿Qué sé yo? Ojalá se reciba con mucho cariño y que la gente se abra al juego”, expresó al referirse al impacto que esperaba tener en la gente con su álbum Dame flores.
Camila ha contado que se encuentra creando constantemente y que tiene más de una docena de canciones que le gustaría dejar plasmadas en algún nuevo proyecto, pero de momento no le obsesiona la idea.
“Intento no tener expectativas, porque después te puedes decepcionar, pero a la vez me veo haciendo mucha música, creando, saliendo de mi zona de confort, haciendo todo lo que imagino hacer de alguna manera. Por supuesto, visualizo el Grammy, Coachella, el Madison Square Garden [sonríe], todo eso. Pero que venga lo que vaya a venir, y lo que no que no venga. Estaré bien”, dijo a OnCuba.
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