Dicen que el que da primero, da dos veces. Esa añeja frase, muy utilizada en el deporte, quedó en ridículo hace poco en la final de la Liga de Béisbol Profesional Nacional de Nicaragua. Cuando parecía que los Tigres de Chinandega iban en serio por el cetro, luego de vencer en el choque inicial por 4-0 a los Leones de León, llegó la debacle para las huestes del panameño Lenín Picota. Perdieron cuatro juegos en fila y se quedaron con las ganas de conseguir su tercer gallardete consecutivo, hazaña sin precedentes en la pelota nica.
Quien sí se bañó con el champán de la victoria fue el mentor debutante Sandor Guido, quien estaba activo en la temporada anterior y ahora condujo a los Leones a su primera corona desde 2010 y a la quinta de por vida, superados solo por los Indios del Bóer, con ocho campeonatos. El más reciente título fue el primero que consiguen en sus predios y la última ocasión que ambos conjuntos habían coincidido en una final fue en la temporada 2004-2005, con victoria para el equipo de León.
Dentro de la escuadra ganadora corrió sangre cubana, pues el jugador de cuadro granmense Adrián Moreno, elegido Jugador de la Semana del circuito en la penúltima de diciembre, fue uno de los mayores responsables en la clasificación de su elenco para la final, después de terminar como octavo mejor bateador de la liga con average de .300, 24 imparables, cinco tubeyes, tres cuadrangulares, 13 impulsadas, 14 boletos y cuatro robos en cinco salidas.
Con nueve Series Nacionales e integrante del All Star en el año 2015 como mejor torpedero, Moreno, radicado en República Dominicana, fue uno de los extranjeros que más ruido hizo en la etapa regular, aunque en la final estuvo silenciado, con dos imparables en 14 veces al bate, para un average de .143, con dos anotadas, tres ponches y un boleto. En el último partido conectó un indiscutible, pero salió del juego a causa de un tirón muscular.
En la banca de los subcampeones estuvo el utility holguinero Maikel Cáceres, refuerzo proveniente de los Indios del Bóer, equipo al que se incorporó avanzada la campaña y en ocho encuentros de la etapa clasificatoria promedió para .286, con un jonrón y ocho anotadas. Sin embargo, en la postemporada dejó su average en .500, con nueve hits, pero los Indios fueron eliminados por los Tigres, equipo con el que bateó en la final para .200, tres anotadas, dos remolques, dos ponches, una base por bolas y un cuadrangular.
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