Joseph Carret Urquiola tenía 19 años cuando conoció la fama. Natural del barrio habanero de Romerillo, en el municipio Playa, se autodefine como un hijo del tiempo del casete.
“Yo canté ¿Quién tiró la tiza? en una época en que el rap en Cuba era como un género extraterrestre y los raperos éramos vistos como raros, locos o cualquier otra cosa similar”, declaró en una oportunidad.
“Conocí el rap en español durante mi tiempo de la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético, la ESPA de toda la vida. Yo venía de la Escuela Nacional de Arte (ENA) y de oír mucha música norteamericana de Tupac, Notorious B.I.G., entre otros. En la ESPA vi gente haciendo rap, backgrounds vocales y cosas así, y supe sobre el movimiento de raperos que existía en Alamar, en donde había grupos como Anónimo Consejo, Hermanos de Causa o mi favorito, Explosión Suprema, que estaban haciendo algo fuerte y tenían un clima de barrio que me gustaba”, contó recientemente.
Después de aquello, El Mola se fue a La Lisa y luego se encontró eventualmente con Jorge Jr, quien era parte de Eddy K. “Él me dio las claves de otra persona, que fue quien me encaminó, y por ahí empecé a cantar en la Disco Park de San Agustín, una peña difícil que significó un compromiso grande. Afortunadamente nunca me tiraron de la tarima y logré hacerme un nombre para irme colando en la escena underground de ese tiempo”. Sin embargo, él, que había estudiado percusión hasta tercer año en la ENA, necesitaba ganar dinero y se dedicó a buscar un lugar en donde, además de desarrollarse como artista, pudiera capitalizar su talento.
¿Quién tiró la tiza? nació gracias a un sample de un tema de Dr. Dre y una historia personal sobre su etapa en la escuela de arte. Descrita por él como una crítica directa al sistema educativo, al racismo y a la diferencia de clases que existía en la sociedad cubana, sonó por primera vez en la discoteca La Puntilla de Santa Fe, el primer sitio en donde El Mola cobró por cantar. Allí, al DJ se le ocurrió grabarla en un casete y luego sucedió lo impensado.
“En ese tiempo estaba la furia de “quemar” discos y aquel DJ le llevó el tema a alguien que se dedicaba a eso. Por ahí fue que se empezó a pegar aquella canción, pero recuerdo que la explosión de verdad sucedió cuando lo censuraron poco antes de salir por la radio nacional. Entonces la gente comenzó a buscar el tema prohibido y recuerdo que, sobre todo los estudiantes del pre en el campo, llenaban los conciertos”, relató en una entrevista de 2023.
Luego del éxito de ¿Quién tiró la tiza?, El Mola se tuvo que ir de la ENA, centro en donde coincidió con figuras conocidas como Alain Pérez, Alexander Abreu y Ángel Arce, alias “Pututi”.
“Participé en una peña en Santa Fe, en donde mi primo ponía música, y me pidió que fuera a cantar los mismos temas que hacía en La Puntilla. Todo empezó de forma sencilla hasta que un día ya teníamos muchísimas personas allí oyendo mis canciones. La farándula de esa época, la gente de Playa que tenía dinero, también se conectó con el tema y ayudó a difundirlo más.
“En la escuela se enteraron de aquel fenómeno y hubo una profesora de solfeo que me puso el dedo particularmente. Eso me llevó a irme. En aquel tiempo también había mucho favoritismo y aprovecharon para sacarme a mí, ‘el hijo del constructor’”, confesó este artista hace unos meses.
Después de aquello ingresó en la ESPA y regresó a la música mediante el rap. Se dio a conocer entonces como Molano MC, nombre que había nacido cuando rapeaba en San Agustín. Luego de su salto a la fama, tuvo ayuda de un mecenas que lo llevó a presentarse en sitios de renombre como la Macumba y el restaurante 1830. Pero una vez agotado su primer gran tema, El Mola, quien ya era padre de una niña, tuvo que reinventarse para continuar con su carrera y sobrevivir económicamente.
“Allá por 2001 se creó un proyecto llamado Clan 537, que fue cuando volví a nacer, porque artísticamente estaba muerto. Al principio éramos cinco integrantes, cuya intención era poder unirnos a alguna empresa de música para poder hacer lo nuestro de forma legal y cobrar por ello”, dijo al referirse a esta agrupación de la que fue fundador.
La versión original de Clan 537 usó un concepto que mezclaba lo acústico con el DJ, el cual posteriormente sería copiado por otros grupos. Su principal tema de esa etapa inicial fue Corazón de hielo, que se escuchó en todos los medios de comunicación e incluso contó con un videoclip, dirigido por Julio César Leal e Ismar Rodríguez, dos de los principales realizadores de aquel momento.
Gracias a José Luis Cortés, “El Tosco”, él y sus colegas lograron presentarse en varios lugares importantes y fueron fichados por la disquera española Filmax Music, con un contrato de cinco años que también incluía patrocinio de la marca de ropa Sasch.
En 2004 salió al mercado el disco homónimo de Clan 537, el cual contó con 14 canciones, entre las que se cuentan Mi Religión, Bim Bom, Mulato, La Piña, Romerillo y tres ediciones de la ya célebre ¿Quién tiró la tiza?.
Luego de mantenerse durante par de años en Italia, Clan 537 estuvo de gira por toda Europa. “Ahí pagamos la novatada porque no sabíamos nada de ese mundo. El primer día en que llegamos allá se perdieron ‘mágicamente’ nuestros pasaportes y aparecieron de la misma forma cuatro meses después.
“Lo del dinero era casi una cosa de esclavitud. Trabajamos por 25 dólares semanales durante mucho tiempo, hasta que logré estabilizar mi situación migratoria allá y pudimos pactar de otra forma con el italiano que era nuestro jefe. Eventualmente nos separamos y cada cual cogió por su lado. En mi caso, viré para Cuba con la idea de irme a Estados Unidos en algún momento”.
De regreso en su país, Joseph “entregó” el batón de Clan 537 a Baby Lores e Insurrecto, con quienes grabó un único tema, titulado La iyabó de la felpa azul. Sin dar tiempo a que se convirtiera en el exitazo que fue, Joseph se marchó rumbo a México, por cuya frontera cruzó finalmente hacia suelo estadounidense.
En el país de las barras y las estrellas participó como invitado en el programa La Cosa Nostra, de América TeVé, gracias a la mediación de Boncó Quiñongo. En 2007 se fue a Puerto Rico y, según él, se convirtió en el primer cubano en grabar con Elías de León, de White Lion Records, empresa que llegó a tener firmados a Arcángel, Calle 13, Cosculluela, Jowell y Randy, entre otros artistas urbanos de renombre.
Con White Lion, productora con la que aún trabaja en la actualidad, participó en 2010 en el proyecto Más Salsa Que Tú, junto a músicos de la célebre orquesta salsera Fania All Stars y el rapero Julio Voltio.
De vuelta a Estados Unidos, en 2011 lanzó su álbum Molano con la empresa Jdrumz Music. Más adelante abrió su propia disquera, Molano Music, con la cual ha producido sesiones como las llamadas Reunión de padres, en donde ha grabado y producido junto a Insurrecto, Eddy K, El Micha, entre otros.
Este hombre, padre de cuatro hijos, y que ha colaborado con grandes como Oscar de León, La India y el legendario productor Sergio George, sigue activo en la música. En las últimas semanas ha estrenado varios temas y ha anunciado en sus redes sociales que trabaja en un nuevo disco.
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