Varios medios hablan recientemente de lo que han definido como un «secreto a voces»: el cantautor español, Alejandro Sanz, tiene una nueva pareja. Más señas: la mujer que ahora lo acompaña es Rachel Valdés Camejo, una artista y modelo cubana. Es válido aclarar, además, que ninguno de los dos ha confirmado la relación.
La más reciente portada de la revista Corazón tve ha sido la primera en referirse al vínculo, después de publicar imágenes de ambos en una embarcación en aguas de Florida, Estados Unidos.
Valdés, de 28 años, llegó a ser conocida en gran parte del mundo por su participación en el videoclip del tema Traidora, protagonizado por Marc Anthony y Gente de Zona. Más de 357 millones de usuarios han visto este material en YouTube.
La cubana ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el campo de la plástica y ha llegado a ser catalogada por varios expertos como una de las más destacadas de su generación. Hace poco más de tres años expuso en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales la muestra En el espacio, definida por el crítico Joel del Río como una colección que «invita al espectador a reflexionar sobre un mundo diferente, ajeno y lejano a nuestro planeta, a partir del expresionismo, en una serie de obras bastante oscuras, donde predominan estas tonalidades, a pesar de que el sentido dominante es más trascendentalista que negativo».
Su obra también ha formado parte de bienales de La Habana. Las instalaciones Inmersión y Cubo azul no habían dejado indiferentes a público y especialistas. De acuerdo con El País, «en sus obras utiliza distintas técnicas: pintura, acuarela, fotografía, escultura e instalaciones, su sello es la creación de ambientes multidimensionales que trascienden la realidad inmediata».
En la web oficial de la artista, hay una suerte de resumen: «Me interesa crear escenarios que conlleven a un diálogo ya sea visual, o espiritual entre el ser, el objeto, y el espacio que le rodea, y brindar a través de estos, otras versiones perceptuales de la propia realidad ya existente. La experiencia de verse a sí mismo reflejado dentro de un entorno es algo que me llama muchísimo la atención. Considero que la repetición de un elemento o el reflejo del mismo, evoca un acto contemplativo de reflexión hacia el pasado y el presente, es como una materialización del paso del tiempo. Para mí estos escenarios que surgen, son como una especie de nuevos paisajes, limbos, lugares místicos, y aparentemente infinitos».
Te dejamos con una muestra de sus obras:
300cm x 300cm x 300cm», indica el sitio oficial de la artista.
300cm x 1000cm x 100cm».
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