Varios lectores nos han preguntado en más de una ocasión qué ha ocurrido con Irma Shelton Tasé, analista de temas internacionales en el Noticiero Nacional de Televisión durante varios años, luego de no verla habitualmente en dicho espacio. Hoy repasaremos su trayectoria y les contaremos a qué se dedica actualmente.
La santiaguera, galardonada en 2020 con el Premio Pequeña Pantalla, distinción más importante entregada por la tv cubana, comentó en una ocasión que se licenció en Lengua Inglesa en el pedagógico de su provincia natal, pero no se mantuvo mucho tiempo ejerciendo como profesora, debido a que desarrolló alergia al polvo de tiza y ello le impidió continuar de la mejor manera su profesión.
Más adelante se matriculó en un curso de locución, que luego le permitió trabajar en la emisora Radio Siboney y también en Tele Turquino, donde presentó un programa juvenil e intervino en segmentos de corte informativo.
Por aquellos años debutó como anfitriona de espectáculos, cuando se convirtió en presentadora del show del Cabaret Roof Garden del Hotel Casa Granda en la propia provincia oriental. En ese mismo ámbito, tiempo después pasó al Tropicana de Santiago de Cuba, donde fungió como maestra de ceremonias bilingüe y, según consta en su página en la enciclopedia Ecured, como parte de esa institución estuvo en una gira por Jamaica y en otra por Alemania, Suiza y Austria durante la primera mitad de la década de los noventa.
A los 35 años, en 1996, llegó a la capital cubana como locutora y ocupó una plaza en Radio Enciclopedia, luego pasó un curso de un año y se habilitó como periodista. En el diálogo citado anteriormente, contó que gracias a la ayuda de los reporteros Julio Acanda e Irma Cáceres, empezó a formar parte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, donde ha pertenecido a su redacción internacional. En la TV igualmente ha colaborado con la Mesa Redonda y con el canal en inglés de la cadena multinacional Telesur.
En la segunda mitad de la última década del pasado siglo, inició su trabajo como presentadora del espectáculo del Cabaret Parisién, del Hotel Nacional de Cuba, y con ese show estuvo en Canadá por un lapso de cuatro meses.
Sobre esta faceta de su labor, confesó a Irela Bravo en Entre tú y yo que «es hacer algo por el día que te nutre, te entretiene, te retroalimenta y, por la noche, ir para un lugar de fantasía, donde vas a desconectar. Tienes que trabajar, pero lo haces en un lugar mágico, de colores, de glamur, de belleza; todo eso te relaja».
En esa misma conversación contó que un día, mientras estaba en el Hotel Nacional de Cuba, leyó en un mural que ahí existía un cabaret, en el cual se ofrecían presentaciones al público. En aquella ocasión estaban montando una nueva función que no tenía presentador. Decidió entonces hablar con el director y este luego la llamó para que comenzara. Allí se mantiene actualmente, más de un cuarto de siglo después de su debut sobre el escenario de la mítica institución turística.
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