A finales de los años 70, el programa Para Bailar se convirtió en una sensación enorme para todos los televidentes cubanos. El show, que contó con un elenco amplio de presentadores como Carlos Otero, Lily Rentería, Mara Roque, Néstor Jiménez, Alberto Pujol, Salvador Blanco y Cary Ravelo, convocó a bailarines aficionados de todo el país para competir en un concurso que los retaba a dominar diferentes estilos danzarios, que iban desde lo tradicional hasta lo más moderno e internacional.
En ese espacio, una pareja llamó la atención desde el principio gracias a su talento. Formada por Rebeca Martínez y Miguel Ángel Masjuán, esa dupla de entusiastas del baile fue manteniéndose en competencia durante semanas, gracias a sus buenas demostraciones con temas como el Buey cansao de Van Van.
Todo comenzó luego de que él se presentó a las audiciones y continuó ocho meses después, cuando lo llamaron para decirle que había una muchacha que también necesitaba un compañero para participar en la competencia.
“Nos conocimos un martes y el viernes de esa misma semana ganamos el programa. Al día siguiente se hizo la mensual y también la ganamos”, reveló para Univisión.
Eventualmente, Martínez y Masjuán llegaron a la final y allí se impusieron, a pesar del desagradable desenlace del programa, algo sobre lo que habló Rebeca en 2015.
“Aquello del Para bailar fue una guerra campal. Fue apoteósico. De hecho, el día que nosotros ganamos no se anunció. Se dijo al otro día, porque ahí se produjo una pelea violenta entre los dos bandos”.
Además de mantener la pareja artística junto a la joven, Miguel Ángel estudió actuación y cine en el Instituto Superior de Arte. Más adelante, él y su compañera terminaron el vínculo de una forma muy normal y siguieron sus caminos independientemente.
“Yo bailé con Rebeca desde 1980 hasta 1984 y luego estuve con Ivón durante algunos cinco o seis años más. Pasado todo este tiempo, en la actualidad me preguntan por Rebeca, pero es muy simpático, porque la verdad es que desde que me fui de Cuba en 1991 no he vuelto a tener contacto con ella”, reveló Miguel Ángel en 2020.
Masjuán nació en La Habana y es hijo de una profesora de piano y de un apasionado del baile. De su infancia recuerda haber sido muy travieso y poco centrado en los estudios. “A mí lo que me gustaba en esa época era bailar”, dijo en 2014.
El 1 de mayo de 1991 se marchó hacia México. Dejó atrás a sus padres y a su hermano. Cuatro días después cruzó la frontera por Mexicali y llegó a Estados Unidos.
Una vez en el país de las barras y las estrellas, primeramente se estableció en Los Ángeles, en donde su primer trabajo fue de extra en una película. Pasó momentos duros hasta que logró encaminarse. Después de una década en la ciudad californiana se marchó a la Florida, pues, como él mismo mencionó en una ocasión, “los cubanos siempre terminamos en Miami”.
Al llegar a la urbe sureña, notó que los salarios y oportunidades para bailarines eran escasos. Tras pasarse un tiempo como instructor de danza, debió buscar otra alternativa y se convirtió en productor del show de Cristina en la cadena Univisión. Luego trabajó como responsable del departamento de multimedia en la empresa que en el futuro sería MSN Latino.
Sin embargo, desde su tiempo en Cuba, este hombre había comenzado a aprender sobre telas, cortes y costuras. Esto, que surgió como una necesidad para buscar opciones de vestuario en los tiempos de escasez, se convirtió para él en una especie de segunda carrera que lo ayudó a reinventarse.
Mientras estuvo en Los Ángeles, Miguel estudió diseño de modas y de trajes. En esa época empezó a confeccionar ropas para algunas mujeres amigas, hasta que una productora vio unos vestidos en su casa y se interesó por saber más.
“Vio los vestidos encima de la cama y me preguntó de quién eran. Cuando le dije que míos, primero pensó que yo era travesti, pero una vez aclarado el asunto, ella misma me encaminó para comenzar a tomarme aquello más en serio”.
Desde entonces, Masjuán ha vestido a celebridades como la reina de belleza venezolana, Alicia Machado, y a varias Miss Universo. Además, ha puesto su experiencia como modisto y bailarín en el programa Mira Quién Baila, en donde diseñó los trajes que usaron los competidores durante varias temporadas.
Por otro lado, ha aparecido en el talk show venezolano Quién tiene la razón e hizo el live Más relajado que nunca, transmitido a través de su propio perfil en Instagram, donde entrevistó a famosos como el fashionista cubano Osmel Sousa y la cantante colombiana Fanny Lu.
En tiempos recientes también ha compartido con Verónica Bastos y Colate, como panelista del programa Lengüilargos Live, el cual se emite a través de YouTube tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes) desde 2020.
Este polifacético artista ha revelado padecer de un leve daltonismo y ser un amante de los zapatos, al punto de que en cierto momento llegó a poseer más de 130 pares.
Aunque ha tenido mucho éxito durante casi toda su vida, Miguel Ángel sigue siendo un hombre humilde, que ha aprendido a sacar provecho de sus “fallas”. “Viví del baile, a pesar de tener las rodillas juntas y poca elasticidad. Luego me hice diseñador y hay colores que no leo bien. Por eso creo que uno tiene que agarrar esos detalles, que no defectos, para hacer valer tu identidad y crear algo diferente, tuyo”, declaró una vez.
Más de 40 años después de saltar a la fama en la televisión cubana, a Miguel todavía le sorprende estar tan “vivo” en la memoria de muchísimos fans, que desde su época juvenil lo mantienen presente.
“A mí el cariño de la gente me da mucha ternura y responsabilidad, porque cuando me dicen ‘ay, me acuerdo de cuando tú bailabas en Cuba’, de pronto siento que, a pesar de que ha pasado tanto tiempo, todavía uno tiene algo de significado en la vida de las personas”, contó hace un par de años.
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Cuando se menciona el programa Para Bailar no puede faltar el nombre de CARY RAVELO.
Gracias y muchos saludos . Que bien ese artículo sobre Masjuan, ídolo de nuestra juventud. Muchacho con suerte y deseos de progresar. A usted Sandy, felicidades, en especial por el bien uso del idioma español al escribir años 70, con corrección. Lastima que estén llenos los grupos de Wasap que promocionan. Saludos.