Varios son los atletas cubanos que defienden los colores de otras naciones en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, evento que actualmente se celebra de forma exitosa en la capital japonesa.
Bien sabido es que el boxeo es una de las disciplinas en donde más talento pulula dentro de nuestro archipiélago. Muestra de ello son los 37 títulos, 19 medallas de plata y otras 17 de bronce (73 medallas en total) que hemos sumado a lo largo de varias citas estivales, de forma que, actualmente, solo Estados Unidos (50-24-40-114) nos supera en el medallero general histórico de esta disciplina.
En esta 32da. edición “moderna” del magno evento, una de las figuras oriundas de la Mayor de las Antillas que subirán al encerado es Lorenberto Alfonso, boxeador que representará a Azerbaiyán en la división semipesada, la cual comprende un rango que va desde los 75 hasta los 81 kilogramos de masa corporal.
En el sorteo, quedó sembrado en los octavos de final y, según indica el sitio web de Tokio 2020, le tocará debutar el 28 de julio ante el uzbeco Dilshod Ruzmetov, vencedor en la primera ronda del irlandés Emmet Brennan.
Dentro de su categoría, Alfonso, con actual residencia en la ciudad azerí de Gabala, tendrá entre sus principales contendientes a su compatriota Arlen López, monarca de la división en Río de Janeiro, al cual podría enfrentarse en semifinales, ya que ambos se ubican por el mismo lado del organigrama. Su otro “coco” pudiera ser el kazajo Bekzad Nurdauletov, vencedor de Julio César La Cruz en semis del Mundial de Ekaterinburgo 2019 y, a la postre, campeón del torneo. En cualquier caso, será una competencia durísima para este hombre nacido el 28 de mayo de 1995 en Pinar del Río.
Sobre su salida de Cuba, el vueltabajero dijo, en declaraciones que recoge su perfil en la web oficial de Tokio: “era el número tres de Cuba, pero solo porque el considerado como segundo mejor participaba en más competiciones que yo. Crecí en una familia pobre. Tenía que ayudar. El salario aquí, en Azerbaiyán, es normal, suficiente para mí. Le envío dinero a mi madre y mi hija en Cuba. Fue por el bien de mi familia que acepté alejarme de ella. Es duro no ver a mi hija, pero tiene que ser así”.
El paso de Alfonso fuera de Cuba comenzó en 2018, cuando la nación euroasiática lo sumó a su equipo nacional para ocupar la plaza que recién había dejado libre Teymur Mammadov, bronce olímpico en Londres 2012 y quinto lugar en Río 2016.
Desde su llegada al plantel azerí, el antillano, cuyo tránsito por los torneos Playa Girón fue bastante discreto, obtuvo un bronce en el Usti nad Labem de República Checa en 2019, lid en donde cayó frente a su compatriota La Cruz.
En la cita del orbe de ese mismo año, abrió con sendos triunfos en la tercera y cuarta rondas, contra el español Gazimagomed Jalidov (3-2) y el austriaco Umar Dzambekov (4-1), respectivamente. Acto seguido, en cuartos de final, no logró superar al propio Ruzmetov, de Uzbekistán, quien terminaría siendo subcampeón de la justa.
Afortunadamente, luego de la larga pausa provocada por la pandemia, Alfonso regresó a la acción en el torneo preolímpico europeo, realizado en el Grand Dome de la urbe francesa de Paris. Allí, obtuvo su boleto olímpico tras superar, por ese orden, al ucraniano Stepan Hrekul, al ruso Imam Khataev, al ibérico Gazi Jalidov y —en la final— al británico Benjamin Whittaker.
0 Comentarios