En la historia de la Serie Nacional existe un grupo no muy pequeño de jugadores que ha debutado defendiendo a provincias ajenas. Después, la mayoría ha continuado sus carreras con los uniformes de sus respectivos territorios de nacimiento, en tanto otros ven pasar los años y nunca llegan a competir por sus provincias al más alto nivel, debido a diferentes motivos.
Aunque todavía es joven, en esa última situación está el pelotero matancero Gian Moisés Palacios Martínez, quien se estrenó en la principal competición beisbolera del país con el conjunto de Pinar del Río, en la temporada 59, pero luego no pudo conformar el elenco yumurino en la campaña siguiente.
Tras quedar fuera de la preselección pinareña en julio de 2020, el atleta de 25 años se incorporó en agosto a la pre-nómina de los Cocodrilos, sin embargo, ese propio mes se anunció el roster final y él no estaba. La mala suerte se mantuvo a su vera, pues tampoco fue promovido en ninguno de los tres momentos destinados para las altas y bajas en el campeonato.
En las últimas semanas, cuando todos los elencos anunciaron sus preselecciones de cara a la venidera Serie 61, el zurdo apareció entre los elegidos por el mentor matancero Armando Ferrer. El 3 de diciembre fue el abridor ante Industriales, en un juego de preparación efectuado en el estadio Latinoamericano.
De acuerdo a lo anterior, daba la impresión de que la próxima temporada sería la indicada para Palacios en su afán de defender a su provincia. Pero en la tarde de ayer conocimos, a través de dos integrantes de los Leones, que el yumurino, desde hace pocos días, está entrenando con el concentrado habanero en el Changa Mederos.
Se encuentra como invitado y es elegible para ocupar un puesto en la nómina definitiva, la cual tendrá, nuevamente, carencia de pitchers zurdos.
Natural de Cárdenas y con una recta de 90 millas, en su única Serie trabajó en once partidos como relevista bajo la égida del curtido manager Alfonso Urquiola, hoy desempeñando esa misma función en la liga profesional de Panamá, con los Federales de Chiriquí.
Gian Moisés no tuvo decisión en ningún compromiso, le batearon .290 (nueve imparables, un tubey) y su efectividad quedó en 3,12, mientras su gran dolor de cabeza descansó en el descontrol: en 8.2 innings regaló 13 bases por bolas y dos pelotazos (propinó seis ponches).
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