A Michel Rodríguez, en Cuba, le cortaron las alas más de una vez. Si para un ave es un ejercicio peligroso, porque algunas podrían no volar jamás, en una persona los efectos emocionales podrían ser drásticos, rayanos, en algunos casos, con el suicidio. Pero Michel aguantó año tras año, campaña tras campaña, toneladas de desprecio en un mundo hostil como lo es la pelota en Cuba. Su nombre sonaba alto y claro en terrenos de béisbol, mas, de una forma u otra, terminaba evadiendo todo tipo de selecciones nacionales.
Con Michel, fue en las categorías menores que la justicia mostró su cara decente y diáfana, aunque luego apareció su contraparte, con jeta cínica y vulgar, manteniéndose durante las 19 Series Nacionales que compiló el pelotero de San Antonio de los Baños. Entre los 13 y 18 años representó a la Isla en tres selecciones nacionales. La última vez que disfrutó ese privilegio fue hace casi un cuarto de siglo. Campeonato Mundial juvenil de Boston. Año 1995. Cuba quedó excluida del podio, algo raro en esas lides por aquel entonces.
En la urbe estadounidense, Rodríguez compartió con nombres bastante conocidos en la historia de nuestro béisbol. Danny Miranda, Malleta, Jonder, Garlobo y Osvaldo Arias. También con otros de menos pedigrí como Gustavo Olano, Maique Quintero, Linoel Doris o Michel Pérez. Las estadísticas de él y sus compañeros en Boston no aparecen en internet. Allí Cuba fue sexta.
El Criollo, como se le conoce, seguramente tiene un sinfín de vivas anécdotas de su época como jugador en el torneo élite doméstico. En sus inicios coincidió con el siempre polémico Pedro Luis Rodríguez, con la promesa Andy Morales, con Luis Javier Rodríguez —único cubano con cuatro Mundiales juveniles— y con el fenomenal lanzador derecho José Ibar.
Años después robusteció una tanda compuesta, entre otros, por Oscar Macías, Luis Ignacio González y otros. Tras la desintegración del equipo Habana, quedó como el líder de una endeble alineación, que para respirar, muchas veces, dependía de las probadas facultades monticulares de los desaparecidos Yadier Pedroso y Miguel Alfredo González, Jonder Martínez, Miguel Lahera o Yuliesky González.
En 19 temporadas, Rodríguez logró lo que pocos. Terminó con promedio de .309. En diez contiendas bateó para .300 o más y en siete de los nueve play off que jugó sobrepasó la valorada barrera. También exhibió habitualmente muy buenos porcentajes de embasado —de por vida presenta un galáctico .402—, se posicionó como un bateador de tubeyes y hombre temido en momentos de tensión. Este año se cumplió una década del único título que obtuvo —dirigido por Esteban Lombillo—, cuando La Habana en cinco partidos fulminó a Villa Clara.
Excelente discriminador de lanzamientos y dueño de una de las mejores zonas de bateo que he visto en un pelotero cubano, a pesar de sus rendimientos, a Michel Rodríguez le encasquetaron un perfil bajo. Si bien es cierto que su historia tiene líneas de coincidencias con las de otros jugadores que las puertas del team Cuba nunca se le abrieron, por coincidir con atletas de más maestría y calidad, creo que si al artemiseño le hubiesen dado tan solo una oportunidad, bien la habría aprovechado.
En una entrevista, hace tres años, declaró que su nombre nunca figuró en preselecciones nacionales. Tampoco lo invitaron a una Súper Liga, mientras su madero no paraba de batear y otras figuras, con menos credenciales que él, ocupaban su lugar. Así fue toda su carrera. Incluso, en la temporada 44, cuando La Habana terminó en la segunda posición y le correspondía participar en un evento en Holanda, el Criollo, misteriosamente, quedó fuera de ese equipo. Sobre su ausencia se tejieron dos versiones. Sin embargo, prefiero no ahondar por falta de información.
Michel salió de Cuba hacia República Dominicana en 2014, tal vez cansado de tanto menosprecio. La suerte que suelen buscar jóvenes peloteros, él la intentó encontrar con 37 años, demasiado tarde. Allí entrenó a algunos prospectos antillanos y dominicanos. Estuvo cerca de firmar con los Piratas de Campeche, pero no firmó. En septiembre de 2015 regresó a Cuba por voluntad propia y al poco tiempo comenzó a gestionar su regreso a la Serie Nacional, con 38 años.
Los meses transcurrían y su solicitud no hallaba respuesta afirmativa. Danny Valdespino, el manager de los Cazadores de Artemisa, lo quería en su equipo, para el que sirvió en tres temporadas. La negativa, según me cuenta un amigo del pelotero, venía de la Comisión Nacional. Michel nunca pudo volver a la Serie Nacional, a la vez que más de 50 peloteros, provenientes de República Dominicana, se han insertado en el principal campeonato cubano desde 2015.
Ante ese desparpajo, buscó un horizonte que estuviera a la altura de las posibilidades de un jugador con casi cuatro décadas de vida y en 2017 llegó a España. En ese país europeo ha jugado siempre con los Astros de Valencia, uno de los clubes más exitosos de la División de Honor ibérica. El mismo año del debut consiguió la triple corona. Hoy, con 42 almanaques por cumplir en septiembre, Rodríguez es el principal bateador de los Astros. Promedia .484, ha pegado cuatro jonrones, seis dobles y ha impulsado 18 veces. En 10 partidos ha recibido 12 boletos.
Michel Rodríguez encontró en España la paz interior que en Cuba no pudo conseguir.
El Espirituano Yunier Mendoza tiene numeros mejores que los de michel y tampoco nunca lo tuvieron en cuenta , solo pq era 1era(aclaro, superdefensivo tambien ) base y no pegaba Jonrones pero lo que sucede que los que ponian en primera en eventos internacionales ni daban hit ni jonrones, si recuerdo a Michel, excelente batador y sobre todo muy temido en momento 0, ahi no fallaban, a Mendoza recuerdo un año lo sacaraon al torneo de roterthan en Holanda y quedo 2do de los bateadores de todo el torneo , solo por detras de donald duarte, pero en la siguiente nomina nacional no estuvo,
Y. Mendoza serie tras serie , terminaba dentro de los 10 primeros en average de bateo y dentro de los 3 primeros en defensa del primer cojin,
Lle recomiendo al periodista que hizo este articulo hacer otros sobre peloteros que al igual que michel Rodriguez han sufrido la infortunia de no ser del agrado de la CNB.
Como le daba palos Michel Rguez a los itchers de S.Spiritus en los play-off!!!
Así en blanco y negro confunde… hay que ver quienes ocupaban su posición cuando no lo tuvieron en cuenta… igual pudo patalear y dar su perreta pero nunca lo hizo.
Michel Rdguez, el criollo de San Antonio se cansó de dar palos en esta pelota. a grandes, medianos y pequeños lanzadores. En play-off super decisivo. A la hora cero muy seguro. Fue el 3er bate de la Habana por mucho tiempo y casi siempre bateaba por encima de 300 de ave.
Un sistema de bateo que no lo he visto aquí en Cuba. Y no lo tuvieron en cuenta jamás para el equipo Cuba. Otros conucha menos calidad que el si fueron, ejemplo: Rudy Reyes, etc, etc