Después de participar en un tope de pocos partidos contra elencos nicaragüenses como visitante, en recompensa por haber ganado la Serie Nacional 59 de béisbol, el equipo de Matanzas no perdió tiempo y el 3 de marzo la mayoría de los integrantes de su preselección, de cara a la temporada 60, salió al césped del estadio Victoria de Girón para iniciar los entrenamientos. Comenzó así el camino de los alumnos de Armando Ferrer con el objetivo de conseguir su segundo título en fila.
A las pocas horas de trascender los nombres de los peloteros involucrados en la concentración, numerosos matanceros advirtieron sobre el principal ausente: Juan Elián Manrique o Juan Manrique júnior. En los grupos en Facebook de los vigentes titulares nacionales, aparecían comentarios con el mismo corte: « ¿cómo es posible que el hijo de Juan Manrique no esté?». Muchos usuarios exigían su incorporación.
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Tan pronto como el 5 de marzo, las autoridades del béisbol yumurino tomaron una decisión prudente. Los reclamos cumplieron su propósito y Manrique Jr. fue añadido a la preselección de los Cocodrilos, dos días después del comienzo de la preparación. Conocimos de su convocatoria pues, casualmente, el jueves 5 de marzo Cubalite le escribió al jugador para conocer la razón de su ausencia y él nos dijo que ese día recibió la noticia de su inclusión.
El joven receptor nos concedió una entrevista en la que manifestó su asombro al enterarse de que estaba inicialmente fuera de los planes del conjunto yumurino para la Serie 60. Luego pronosticó que, a pesar de estar ya en la pre-nómina, él sabía que al final no integraría el equipo, aunque rindiera más que nadie.
Juan Manrique Jr: “No entiendo por qué están actuando así conmigo, tal vez es algo personal”
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Los entrenamientos continuaron en Matanzas y en todos los territorios del país. Los Cocodrilos sumaron a algunos de sus jugadores más importantes al grupo, los cuales no estuvieron desde el principio por compromisos con selecciones cubanas. Manrique Jr. continuaba preparándose intensamente con el afán de conseguir un puesto en el elenco.
También se efectuaron topes de confrontación con provincias cercanas, pero la Serie 60, que debió empezar el 11 de abril, fue aplazada debido al incremento de casos de COVID-19 en Cuba. Días antes, todos los equipos suspendieron sus preparaciones.
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Dos meses y medio después de la suspensión de los entrenamientos en los estadios, Osvaldo Vento, presidente del Inder, informó que el comienzo de la próxima contienda beisbolera sería el 12 de septiembre y las preselecciones provinciales se volverían a concentrar a partir del 1 de agosto en las instalaciones.
El 4 de agosto se reunieron en el Victoria de Girón más de 40 jugadores, y en la receptoría estaba Manrique, junto a otros conocidos como Andrys Pérez, Roberto Loredo y Evelio Hernández. Durante poco más de dos semanas entrenarían, pues el 20 de agosto se divulgaría el roster oficial.
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El jueves de la semana pasada, Armando Ferrer reveló los 34 jugadores para la Serie 60. Determinó, junto a su colectivo de entrenadores, la convocatoria de cuatro catchers: Ariel Martínez, Andrys, Evelio y Loredo, máscara habanero que jugó en la campaña 59 con Industriales, pero sus dos primeros campeonatos los firmó con los Cocodrilos.
El augurio realizado el 5 de marzo por Juan Manrique Jr. se cumplió. Al final, quedó fuera del equipo, hay que reconocerle que sabía de qué hablaba. Su ausencia y la del jardinero Roberto Álvarez estuvieron entre las más debatidas por los usuarios. De nuevo el talentoso receptor de 24 años tiene que ceñirse a un guion que lo aleja de la Serie Nacional.
La primera vez ocurrió en la temporada pasada, en la que no participó. “Realmente no encuentro respuesta para explicar eso. Incluso, después de que Orlando Arencibia decide retirarse del elenco, no me llamaron”, declaró a nuestra revista, hace cinco meses, el joven de dos contiendas con los Cocodrilos.
Ante la actual situación, pudiera pensarse que a Juan Manrique Jr. lo que más le conviene para explotar sus cualidades es trasladarse a otro territorio. En aquella entrevista de marzo, él aseguró que tenía algo claro, y era que no perdería su juventud. “Tengo potencial y si otra provincia me diera la oportunidad y apreciara mi calidad, pues yo aceptaría jugar. A pesar de que queda lejos, Santiago de Cuba es un conjunto donde me gustaría jugar. Siempre me han gustado sus equipos”.
Así que ya saben Santiago de Cuba u otras provincias con fisuras en la receptoría, la opción de este matancero pudiera ser una buena carta en el futuro.
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