En otras ocasiones hemos hablado de cómo la pandemia del coronavirus ha afectado a diferentes negocios y cómo estos han debido reinventarse y recurrir a las más variadas iniciativas para evitar cerrar sus puertas definitivamente.
En esta ocasión, nos centraremos en uno de los tipos de emprendimientos: los dedicados a arrendamiento, hostales y casas, que dependían enteramente del arribo de turismo extranjero para sus ganancias. Durante el aislamiento social, estos se vieron obligados a cesar sus actividades, pero con la reapertura y las distintas fases de recuperación, algunos están dispuestos a continuar trabajando, mientras otros permenecen a la espera de clientes foráneos.
Conversamos con sus dueños para conocer cuáles son las novedades que proponen algunos de estos espacios.
Gervasio 156, donde todos son bienvenidos
Desde agosto de 2019 y hasta marzo de 2020, cuando se confirmaron los primeros casos de coronavirus en Cuba, este alojamiento recibía clientes vía Airbnb. Su anfitriona, Ixchel Espinosa, nos comentó que pese a la gran competencia, tenía reservas continuamente y calificadas con buena puntuación.
Al preguntarle cómo repensó su negocio para esta nueva etapa de recuperación, dijo: “no quería sentarme a esperar a que regresaran los turistas extranjeros, lo cual va a pasar en algún momento, pero demorará”. En una primera etapa, Gervasio 156 se iba a convertir en un café con wifi gratis, en una galería, estudio fotográfico o acogería talleres. Todas esas eran iniciativas que requerían otro tipo de esfuerzos e inversión que Ixchel, por sí sola, no podía asumir. Decidió, entonces, no cambiar de línea; seguiría arrendando por noches o por varios días, pero orientó su estrategia hacia otro público: parejas, grupos, swingers, amigos, “cualquiera que necesite un espacio íntimo, sin discriminación, no importa que vivan el poliamor, el intercambio, o sean convencionales”. Más adelante planea implementar servicios de masajes, a petición de los clientes o independiente de la ocupación de la casa.
Casa Antinoe y As de Sueños
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Casa Antinoe, en Nuevo Vedado, solo recibía a turistas extranjeros y siempre estaba lleno, precisa Kamila Fernández, miembro su equipo. “Nunca habíamos pensado enfocarnos en el público nacional, y a raíz de toda la crisis que generó el coronavirus, tuvimos que reinventarnos. Por las características de la casa, que se presta mucho para motivos románticos, nos enfocamos en eso y pensamos en un paquete de ofertas con precios atractivos para los nacionales, que girara en torno a escapadas románticas”.
Estas no pueden tener mejor decoración. Detrás de cada diseño está la mano de As de sueños. Ellos organizan bodas, pero las llevan a otro nivel. Adis González creó este emprendimiento junto a su esposo Adrián y ambos coordinan experiencias para parejas. “Nos empezaron a pedir, además de las bodas, que organizáramos la decoración y ambientación de lunas de miel, y nos ampliamos a noches románticas, aniversarios, sesiones de fotos, picnics y regalos sorpresas, todo donde se puedan potenciar sentimientos. A veces la rutina mata y uno no se percata”, dice Adis.
Nos confiesa que la cuarentena los sorprendió, a un año de iniciado su negocio y con una tienda de regalos recién inaugurada que debió pasar al escenario online, así como las asesorías de wedding planner durante el aislamiento. Ese período de pausa lo califican como fecundo, pues de ahí surgió la alianza con Casa Antinoe para crear experiencias íntimas, orientadas hacia los momentos para parejas.
BelkisSacha BnB
Este negocio familiar, fundado en 2013, organizaba para sus clientes, además del bed and breakfast, vacaciones hacia otros destinos turísticos en el país. Según adelantó su gestora en el Circuito Networking, organizado por Skhole Eventos, en esta etapa de recuperación utilizarán los espacios del hostal para actividades religiosas que ya venían desarrollando desde antes, pues se especializaban en acoger a grupos que venían para determinadas festividades e intercambios con la comunidad cubana. De igual manera, dentro de su instalación cuentan con un spa, que puede ofrecer servicios individualmente, y el resto de las áreas proponen dedicarlas a los jóvenes, para que cuenten con espacios para estudio, lectura, prácticas y exposiciones.
Amarillo B&B
Cuando el 25 de junio aparecía en las redes sociales que se acabó Amarillo B&B y surgía Amarillo Café, fue una sorpresa, pero muy agradable. Desde las mismas páginas donde antes se anunciaba la excelente decoración y esos espacios únicos cuidadosamente diseñados del hostal en Santa Clara, ahora se publican menús, horarios de happy hour, ofertas, descuentos y muchas fotos de clientes felices.
Saily Gonzalez, creadora de este espacio, lo definió así en sus redes: “un lugar para desayunar rico, tomarse un café como esos de La Habana, donde comerse un croissant, una ensalada César, escuchar musiquita con swing. Un espacio diferente de los que aquí no hay”.
Casa Brava
Existe un antes y un después del 20 de julio en Casa Brava. El lugar sigue siendo el mismo, majestuoso, no se le puede describir de otra manera, pero ahora sus espacios pasaron de estar habitados por turistas a colmarse de emprendedores llenos de ideas y ganas. Casa Brava era un hostal, no como otros tantos en La Habana, pues su arquitectura y diseño poco tienen de común, pero ahora acoge al primer espacio coworking del país.
Excelente te como siempre.
Ojalá y estas nuevas iniciativas logren inspirara a la comunidad de arrendadores.
¡Gracias! Siiiii, ojalá y se sumen más.
Gracias al equipo de Cubalite por dedicarnos su tiempo y este espacio!!!
¡Gracias a ti por compartir sobre tu emprendimiento con nosotros!