Sin caer en un partido, triunfante en sus nueve presentaciones y con un itinerario que incluyó siete palizas, Estados Unidos se apoderó del trono del Campeonato Panamericano juvenil de béisbol, efectuado en tres estadios de Panamá, y de paso guardó en su bolsillo la clasificación para la Copa Mundial de la categoría, que recibirá el año venidero la ciudad coreana de Gijang. Junto a los estadounidenses avanzaron al evento del orbe las escuadras de Canadá, Nicaragua y los anfitriones.
En el duelo final, desarrollado el domingo en el estadio Rico Cedeño, los panameños no pudieron frenar la ofensiva de los norteamericanos, vencedores por marcador de 17-2 y artífices de 19 incogibles, en lo que resultó su quinta corona sucesiva. Fueron varias las figuras ofensivas de los ganadores, entre ellas el antesalista Yohandy Morales, hijo del conocido pelotero habanero Andy Morales, quien se despidió con tres imparables en cinco turnos, una impulsada, dos anotadas y un cuadrangular.
El último encuentro del evento fue el de mayor impacto para el jugador de origen cubano, pues fue el único en que conectó multihits. Se desempeñó siempre en la esquina caliente, jugó todos los encuentros de su equipo, empuñando el séptimo y octavo madero, y sus números globales fueron siete incogibles en 35 veces al bate (average .200), siete anotadas, cinco impulsadas, tres boletos y ocho ponches. También mandó dos pelotas fuera de los límites, la primera en el juego inaugural ante Honduras, finalizado 16-0.
Yohandy, nacido hace 17 años en Miami, ha conformado varias veces el equipo nacional estadounidense en eventos internacionales para menores y fue en 2013 campeón mundial sub 12 en Taipei de China, donde bateó para .538, con siete hits, 10 impulsadas, seis anotadas y OBP de .625. También lanzó, con un triunfo, y trabajó en el cero hit, cero carreras que Estados Unidos le propinó a Rusia 19-0.
Su padre estuvo durante nueve temporadas en la Serie Nacional con los desaparecidos Vaqueros de La Habana y promedió para .319, con 740 indiscutibles, 54 bambinazos y 151 tubeyes. Su mayor momento de gloria fue en 1999, en un choque amistoso contra los Orioles de Baltimore en Estados Unidos, donde se anotó un cuadrangular de tres carreras en la parte alta del noveno inning, determinante en el triunfo cubano por 12.6.
En el equipo estadounidense no solo Yohandy es hijo de un pelotero reconocido. Por ejemplo, Jack Leiter, el pitcher ganador del juego de la final, tiene como padre a Al Leiter, con experiencia en 19 temporadas en Grandes Ligas (162 triunfos, 132 derrotas, efectividad de 3.80, 1974 ponches, 2 veces participante en el Juego de las Estrellas y tres veces campeón de la Serie Mundial).
Y el torpedero Bobby Witt Jr. es hijo del pitcher Bobby Witt, con 16 años en las Mayores, campeón de la Serie Mundial de 2001 con Arizona e integrante del equipo olímpico estadounidense que participó en Los Ángeles 1984.
*Fe de erratas: en un inicio, el titular de esta entrada hablaba de la participación de Morales en un no hit no run. En efecto, el pelotero sí lanzó en un juego con estas características, pero fue en otro certamen, como publicamos en el texto. Ofrecemos disculpas a nuestros lectores por este error editorial.
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