«Ghosting», «orbiting» y otros dilemas del contacto en las redes sociales

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Si no has bloqueado a alguien, no sabes lo que es la vida, o quizás no has vivido a plenitud la era de las redes sociales. En la vida cotidiana, ignorar a las personas es más difícil: a veces no basta con cambiar de acera para no tropezártelas o mudarte de barrio. Ahora bien, en Facebook, por ejemplo, todo se resuelve con la opción de “Bloquear”, si es algo definitivo, “tomarte un descanso”, “dejar de seguir”, o “ignorar mensajes” si crees que es algo temporal y tienes la esperanza de restablecer el contacto con esa persona que no quieres eliminar por completo de tu vida.

El problema llega cuando se une la vida diaria con las redes sociales, y aparece entonces el fenómeno conocido como “ghosting”. El término proviene del inglés ghost, y puede ser traducido al español como espectro o fantasma. Llevado a la práctica es cuando alguien a quien has visto con regularidad, de repente y sin explicación alguna, corta todas las vías de comunicación contigo y se crea la ilusión de haber desaparecido de la faz de la tierra, (de las redes sociales), aunque te lo sigas encontrado face to face.

Si esto sucede, te toca reflexionar y ver qué motivos puede haber tenido esa persona para desparecer y si llegas a la conclusión de que no le has dado razones, no pierdas las esperanzas, porque puede ser que reaparezca en tu vida con otra tendencia de las redes sociales, el “orbiting”.

Este término, traducido al español como orbitar, se utiliza para describir el comportamiento de esa misma persona que antes desapareció y te bloqueó, pero que ahora vuelve y se mantiene al tanto de tus historias de Instagram y Facebook, en ocasiones retuitea algo publicado por ti, puede que deje algún que otro like en tus fotos o que interactúe de alguna manera con tus publicaciones. Sin embargo, hace todo esto mientras continúa ignorando tus mensajes directos.

Según referencian varios sitios, Anna Lovine fue quien acuñó la práctica del “orbiting” y la definió de la siguiente manera: “mantenerse suficientemente cerca para que ambos se puedan observar, pero suficientemente alejada para nunca querer hablar”.

Para Persia Lawson, experta consultada por la BBC, muchas personas siguen esta tendencia para mantener abiertas sus opciones. “Se trata de tener un pie adentro y el otro pie afuera”. Esta persona no se decide a alejarse por completo de tu vida, por si acaso luego decide retomar la relación. (Algunos identifican esto como “benching” o efecto banquillo; en caso de necesitarlos, se recurre a los marginados).

Este fenómeno puede constituir una obsesión y es perjudicial para las dos personas implicadas: el que orbita puede sufrir de FOMO (fear of missing out) o temor de estar perdiéndose algo más por estar enfrascado en determinada persona y el quien es objeto de ello vive en un ambiente confuso y puede llegar a sentirse acosado.

Algunos de los ghoster recurren a una tercera persona para pasar el rato, mientras deciden si volver con quien constantemente siguen en las redes, y se llega entonces al breadcrumbing o efecto migas de pan que no tiene ninguna intención real; se trata solo de pasar el rato.

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