Luego de que no se celebrara la División 1 del béisbol francés en 2020 a causa del coronavirus, este 12 de junio abrió sus cortinas el calendario correspondiente a la temporada actual, en la que el Rouen Baseball 76 buscará retener el título que viene ganando año tras año desde el 2015 (de hecho, en este siglo solo no han sido campeones en las ediciones de 2001, 2002, 2004 y 2014, cuando alzaron el trofeo los Lions de Savigny-sur-Orge en las tres primeras y los Sénart Templiers en la última).
El primero de marzo publicamos aquí que el pinareño Erly Casanova formaría parte de las Barracudas de Montpellier, equipo ubicado en la llave B junto a Clermont-Ferrand Arvernes, La Rochelle Boucaniers, Metz Cometz, Nice Cavigal y Sénart Templiers. En el apartado A se hallan Montigny-le-Bretonneux Cougars, PUC, Savigny-sur-Orge Lions, Stade Toulousain y los campeones defensores.
La temporada regular, que se disputará hasta el 22 de agosto, constará de partidos de ida y vuelta en programas dobles que se efectúan los sábados y domingos. Los que terminen con mejor balance de ganados y perdidos avanzarán a la postemporada, a celebrarse desde el 26 de septiembre hasta el 17 de octubre, de donde saldrán los finalistas que pugnarán por el título en la final, denominada French Baseball Series. En esa última etapa se agenciará el gallardete el mejor en cinco encuentros.
Luego de dos fines de semana, Barracudas, Templarios y Bucaneros marchan invictos en cuatro salidas. Precisamente en el último partido jugado por el conjunto montpellerino, debutó el pinareño. En el triunfo de su elenco ante los Cometz 2-1, el hijo de Luis Giraldo vino a relevar al abridor, el galo Owen Ozanich, quien transitó durante cinco entradas, solo permitió un hit, ponchó seis veces y concedió un boleto. Al vueltabajero, en cuatro innings completos, le pegaron tres indiscutibles, le fabricaron la única anotación del partido (fue limpia), sacó siete outs por la vía de los tres strikes y dejó en blanco el casillero de las bases por bolas. Se anotó, además, el punto por juego salvado. Lo más sorprendente de su debut fue que también le tocó batear en una oportunidad y lo poncharon. En la Serie Nacional solo había salido en una ocasión como corredor emergente y anotó una carrera, pero no ha tenido comparecencia a la ofensiva.
Casualmente, Erly vino a lanzar detrás del serpentinero que sirvió como puente para que, desde el elenco francés, decidieran contratarlo, según contamos hace unas semanas. Ozanich coincidió con Casanova en el Parma italiano en la campaña de 2019 y fue quien les facilitó el contacto a los directivos.
En 2018, el de los pativerdes había debutado en la pelota europea defendiendo los colores parmesanos y terminó como subcampeón, luego de ceder ante el Unipolsai Bologna. La labor en esa contienda del abridor cubano fue excelente: cerró con doce victorias y solo dos derrotas en todo el certamen. De acuerdo con las estadísticas que ofrecimos en el trabajo anterior, «en 111.2 innings propinó 129 ponches y regaló 28 bases por bolas y en la etapa clasificatoria aportó la mitad de los éxitos (ocho) de su equipo, en semis ganó los tres desafíos y en la porfía por el título se anotó la única victoria de los subcampeones». En la temporada siguiente no se presentó en igual forma y sus números fueron inferiores.
Ahora, con las Barracudas, aspira a ganar el cetro que consiguieron por última vez en 1995, después de llevarse las coronas en 1993 y 1994.
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