Mucho revuelo ha generado la posible reincorporación a la selección nacional de voleibolistas en el extranjero. Imaginamos la siguiente cadena de llamadas telefónicas: de la Federación Cubana de Voleibol al departamento de comunicación del INDER para preguntar por qué dijeron lo de la reincorporación ahora, si eso es viejo (imagino que no hayan preguntado, como es lógico, por qué lo pusieron en la última línea); del INDER responden: vamos a hacer una nota, como la de Marcia, como la de Marcel. Puede haber celulares «petroleros» a ambos lados de estas conversaciones, pero eso nos interesa menos. Los celulares «petroleros» están para estas cosas. Deciden sacar la nota el mismo día del revuelo y eso es, digamos, aplaudible. En la información inicial -de donde sale todo esto- publicada en Jit, incluso, ponen un link (eso es más aplaudible todavía, visto lo visto).
Deciden que Saínz debe hablar para «esclarecer». Dice en la primera línea de la nueva nota: «Ariel Saínz, esclareció hoy que no ha cambiado el procedimiento para la reincorporación de los jugadores que por diversas razones hayan causado baja de los equipos nacionales de la Isla». Traducimos: Ariel Saínz esclareció hoy que nunca ha habido un procedimiento. (imaginamos los correos de Simón y compañía en la lista de spam; la conexión, que no los deja revisar YouTube u otros sitios donde ver la actuacion de los cubanos; el aviso del consumo en el «petrolero» -si es de los que tienen internet- que atenta contra el uso de datos…). Vamos al segundo párrafo: «se ratifica el vigente, sustentado en las regulaciones deportivas de la FIVB y en nuestros estatutos». Interpretación: la misma que la anterior, salvo la palabra «ratifica», tan necesaria y omnipresente. Despues explicará el proceso para que el jugador regrese, que es un proceso que lleva más filtros que el Instagram de las hermanas Kardashian: «como es lógico valoramos las circunstancias en que el solicitante causó baja, si incurrió en un acto de deserción durante alguna competencia o en otra indisciplina. También evaluamos la actitud mantenida en el periodo en que permaneció alejado del voleibol cubano. A partir de esos análisis se aprueba o no el reingreso».
Cerca del final, llega el ataque: «sobre lo publicado en JIT este jueves opinó que se debió a una apreciación del periodista presente en la reunión, pero no a un hecho consumado. Dedicamos el cónclave a aclarar interrogantes y consolidar los proyectos de la FCV».
No dudamos del periodista. Dudamos de Saínz y una camarilla que, al parecer, no busca mejorar el panorama del voleibol en Cuba. Señalar al periodista es un acto, como mínimo, cobarde. Sospechamos, por último y para no hablar más, que Saínz haya mencionado, incluso, la palabra «cónclave».
P.D: No ha dicho Saínz textualmente que no vendrán los voleibolistas. Si esto no era nada nuevo, Saínz, entonces, -pensémoslo de esta manera- no ha dicho absolutamente nada, como suele suceder en estos casos.
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