Dos meses después de volver a Cuba, este pelotero podría ser fundamental en la postemporada

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El espirituano terminó la temporada regular con muy buenos números. Foto tomada de Escambray.

La etapa clasificatoria de la 60 Serie Nacional de Béisbol cerró sus cortinas ayer con el triunfo de Industriales sobre Pinar del Río, encuentro que dejó definidos los choques que veremos en los cuartos de final. En la venidera fase, los Gallos rivalizarán ante los pativerdes, los Alazanes tendrán en frente a los Leones, los matanceros se las verán con sus similares de Cienfuegos mientras que las Avispas se medirán con los Leñadores.

Sin dudas, una de las notas más sobresalientes de la actual contienda ha sido la actuación de los espirituanos, quienes, quizás contra todo pronóstico, finalizaron en la cima del torneo, superando a los granmenses y a los actuales campeones.

En el elenco de la central provincia, a nivel ofensivo, han destacado hombres como Frederich Cepeda (en todas las temporadas está en un excelente nivel y, pese a tener más de 40 años, no parece que su rendimiento vaya a descender en los próximos tiempos); Geyser Cepeda, afianzado como uno de los líderes ofensivos del elenco; Yunier Mendoza, un bateador bastante subvalorado a lo largo de su carrera, pero que siempre se ha mostrado en muy buena forma. A los anteriores podríamos agregar a Yoandy Baguet, Daviel Gómez y Diasmani Palacios, quienes redondean una alineación que, si bien no fue la más ofensiva del campeonato, supo solventar los partidos.

Además de estos nombres que hemos mencionado, deberíamos incluir también el de Alberto Rodríguez Sorí, pelotero que, como publicamos aquí, se incorporó a la nómina yayabera a finales de noviembre, pocos días después de haber llegado a Cuba procedente de República Dominicana.

Antes de la actual campaña, el trinitario había disputado dos Series con los Gallos: la LIV (2014-2015) y la LVIII (2018-2019). En su debut, solo jugó en tres encuentros y no acumuló comparecencias al bate. Cuatro años más tarde sí fue regular en la mayoría de la campaña: en 279 turnos, conectó 69 indiscutibles (ocho dobletes y un vuelacerca) y su average fue de .247, con 24 empujadas y 45 anotadas.

Salió del país en 2019 por vía legal y en territorio quisqueyano se presentó ante scouts de organizaciones de Grandes Ligas, pero nunca pudo firmar.

Finalmente decidió volver para representar otra vez al equipo de su provincia, idea que manejaba desde antes de comenzar la Serie 60, según declaró en su momento. La situación sanitaria generada por el coronavirus le impidió llegar a tiempo para el arranque, pero se mantuvo en contacto con Eriel Sánchez, mentor del conjunto, a quien le dijo que tenía enormes deseos de volver a integrar las filas de los Gallos.

Su regreso se produjo en uno de los momentos acordados para las altas y bajas: luego del partido 51. En aquella ocasión, reseñamos que debutó como sexto bateador y jardinero derecho en una victoria de seis carreras por una frente a Artemisa. Se fue de 5-2 con un remolque. En el siguiente juego finalizó nuevamente de 5-2.

Al término de la etapa regular, Rodríguez había pegado 28 imparables en 80 turnos (AVE de .350), con dos cuadrangulares y cuatro tubeyes. Además, empujó 20 anotaciones y solo se ponchó en ocho ocasiones. Su incorporación le vino como anillo al dedo a un lineup que necesitaba un plus. Ese plus pudo ofrecerlo, con creces, Alberto. Ahora, en la postemporada, su rendimiento ofensivo podría ser importantísimo en la lucha por el título.

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