Tras ser despedido por los Angelinos de Los Ángeles en marzo de 2020, probablemente a muchos se les escapó del radar el tunero Roberto Sulivan Baldoquín Martínez, quien, en su momento, fue visto por la franquicia como uno de sus infielders de cara al futuro, luego de que lo contrataran a finales de 2014 por un bono de ocho millones de dólares, cifra que despertó el asombro de disímiles especialistas al tratarse de alguien con gran rendimiento en categorías inferiores, pero poco había enseñado en la Serie Nacional.
Tras varias campañas en las Menores con la entidad del oeste de la Americana, el jugador de cuadro nunca pudo cumplir con las expectativas depositadas en él. Su techo fue doble A, donde se mantuvo en 2018 y 2019, pero dejó pobres números con el madero. Durante todo su periplo con «los halos», cerró con línea de .241/.295/.317 y pegó 46 dobles, 13 triples y 9 jonrones, remolcó 117 veces y se ponchó en 318 ocasiones (alrededor de uno cada cuatro turnos oficiales).
Luego de que la organización decidiera terminar con el contrato del cubano, el futuro de este empezó a llenarse de incertidumbre, toda vez que en el propio 2020 se suspendió la actividad en los certámenes que funcionan como antesala de la Gran Carpa y ello también incidió en que ningún otro equipo tomase el riesgo de extenderle un pacto.
Cuando su porvenir en el mundo de las bolas y los strikes parecía direccionarse hacia justas caribeñas u otras de menor nivel, una oportunidad asomó en su camino: Lexington Legends, equipo que jugaría por primera vez en la Atlantic League Professional Baseball (según varios expertos es el torneo independiente más fuerte de Norteamérica), decidieron ofrecerle un acuerdo en mayo de este 2021.
A priori, cualquiera podría pensar que las presentaciones de este pelotero no serían las mejores tras un 2020 en blanco. Sobraban elementos a favor de tal motivo, pero el antillano demostró, desde un inicio, que su carrera en el profesionalismo no estaba acabada.
Al finalizar la fase regular, el hombre de 27 años fue el segundo mejor en average del campeonato (.355); en igual posición acabó en imparables (conectó 143, uno menos que su compatriota Rubi Silva); ocupó el cuarto lugar en dobles (30) y el tercero en triples (4). Pegó, además, 14 vuelacercas.
Siguió moliendo en grande en la postemporada, etapa en la que también fue decisivo. Como publicamos en un trabajo anterior, en la final, contra Long Island Ducks, promedió .313 (cinco hits en 16 veces), anotó cuatro y fletó cinco. El 19 de octubre levantaron el trofeo de monarcas.
Ayer, en la página oficial del evento, dieron a conocer los premios a los más destacados en los playoffs. En el Todos Estrellas y en el mejor equipo defensivo apareció listado Baldoquín como mejor torpedero, reconocimientos que pusieron punto final a una campaña inolvidable para él. Este último curso bien pudiera hacerle pensar en un puesto en las Menores que le permita volver a luchar por llegar algún día al Big Show.
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