Hubo una parte de la carrera deportiva del pesista cubano Arley Méndez marcada por la brillantez. Después de quedarse con el título en su división, en el Campeonato Panamericano de Chile 2013, decidió no regresar a la isla y permanecer en ese país sudamericano, donde reside en la actualidad.
Tras recibir la naturalización por gracia, obtuvo tres coronas en los Juegos Bolivarianos de Colombia 2017 —luego les fueron retiradas por no haber acreditado reglamentariamente su ciudadanía chilena—, y pocos días más tarde arrasó en el Mundial de Anaheim, Estados Unidos, con un tridente dorado en los 85 kilogramos. En los dos años siguientes continuó con su hegemonía en los certámenes continentales de República Dominicana (2018) y Guatemala (2019) y otros eventos a nivel de área.
Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ocurrió la hecatombe para el natural de San Cristóbal, Artemisa, al quedar descalificado. Declaró a algunos medios que no pudo cumplir con su nación y, en medio de tanta frustración, aseguró que se retiraba del deporte y se dedicaría a otras cosas.
“Yo me iba a retirar hace tiempo, pero sabes lo que pasa: tengo familia y tengo que alimentarla. Este es mi trabajo. Me gusta competir, pero estoy sufriendo mucho. El deporte me está haciendo mal. No di puntaje, quedé último. No estoy conforme. Quería hacer algo bueno para despedirme de esto (…) Una semana en Cali estaba decepcionado y cogí la marihuana ¿Qué atleta hace eso 48 horas antes de competir? Yo lo hice adrede para irme al carajo. Pero es algo que me duele: esto es mi vida”, dijo a As.
Añadió que comenzó el 2017 muy bien, pero en 2018 empezaron las dificultades. Se lesionó la pierna derecha con una fractura por estrés, tenías hernias en la espalda. “Estoy hecho mierda. Ya no estoy para esto”.
Después de estas sentidas palabras, permaneció alrededor de un año y cuatro meses desvinculado de su deporte. Impartió clínicas en gimnasios de crossfit para subsistir y en uno de esos encuentros un amigo le sugirió que retomara su carrera deportiva. Se lo pensó seriamente y terminó aceptando cuando conversó con su esposa.
Regresó a los entrenamientos a finales de 2022 y con la ayuda de algunos amigos garantizó cuestiones cruciales como la preparación y la alimentación. Se presentó a los Nacionales selectivos y fue convocado nuevamente a la preselección chilena.
“Estoy entrenando para las competencias que se avecinan, a ver si puedo ir a alguna. Ya no depende de la Federación Chilena ni de mí, sino de la Internacional porque, como me retiré del levantamiento de pesas, hay un par de protocolos que tenemos que cumplir, así que estamos esperando esa confirmación para poder competir”, expresó al periódico La Tercera a inicios de julio.
El 30 de agosto publicó en su perfil de Facebook el siguiente mensaje: “Mi gente, estoy a días de competir en el Mundial, a toda la gente que me ha apoyado en mi retorno a las pesas les agradezco mucho, en especial a @ilusfitness, por la confianza y el apoyo que me han brindado en estos meses de preparación. Les comento que me seguirán apoyando en mis entrenamientos para los Juegos Panamericanos que serán en casa. Bendiciones a todos”.
Y en efecto, el atleta de 29 años interviene en el Campeonato Mundial del deporte, que se desarrolla en Riad, capital de Arabia Saudita, y hoy verá acción en la división de 89 kilogramos como parte del grupo A de dicha categoría.
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