En los últimos tiempos, el movimiento de peloteros se ha intensificado en las Grandes Ligas, en medio de los entrenamientos primaverales y la cada vez más próxima temporada del mejor béisbol del mundo.
Por supuesto que los cubanos han sido también protagonistas en el tablero de ascensos, descensos, transferencias, reasignaciones y todo tipo de movimientos relacionados con el mercado de fichajes previo al Día Inaugural de MLB, programado para el próximo jueves 1 de abril.
Para comenzar, toca hablar de aquellos que han sido desplazados a una categoría inferior, entre quienes destaca el prospecto del campo corto José Israel García, quien tiene un acuerdo con los Rojos de Cincinnati. García debutó en la Gran Carpa en 2020 y disputó un total de 24 partidos, en los que conectó 13 hits en 67 turnos oficiales, más cuatro anotadas y dos empujadas. En base a esos números, al movimiento de Eugenio Suárez a esa posición, y su rendimiento en estos días, los de Ohio decidieron enviarlo a jugar con los Louisville Bats de AAA.
Algo similar sucedió con el jardinero a las órdenes de los Orioles de Baltimore, Yusniel Díaz, ahora encasillado con los Norfolk Tides en el escalón inmediatamente inferior a las Mayores.
Otros tres antillanos, todos lanzadores, también iniciarán el año en AAA luego de que sus respectivos clubes decidieran probarlos en el Spring Training. Tales son los casos de Luis Miguel Romero (de Atléticos de Oakland a Las Vegas Aviators), Vladimir Gutiérrez (de Cincinnati Reds a Louisville Bats) y Ronald Bolaños (de Reales de Kansas City a Omaha Storm Chasers).
Mientras ese grupo ya conoce su destino, hay varios atletas que aún deberán esperar para saber qué colores les tocará vestir y en qué categoría competirán durante la presente campaña. Para empezar, está el caso de Víctor Víctor Mesa y Miguel Antonio Vargas, hijos de Víctor y Lázaro, respectivamente. El primero de ellos, asociado a los Marlins de Miami (se dice que podría comenzar la campaña en AA), y el segundo, firmado por los Dodgers de Los Ángeles, aún desconocen su destino para los próximos meses.
Lo mismo pasa con los pitchers Yosbel Zulueta (Azulejos de Toronto) y Daysbel Hernández (Bravos de Atlanta), además de los outfielders José Adolis García (Rangers de Texas), Pedro León (Astros de Houston), Andy Pagés, Rangel Ravelo (Dodgers), y los jugadores de cuadro Omar Estévez (Dodgers) y Alfredo Rodríguez (Dodgers) y el receptor Lorenzo Quintana (Astros).
A la par de ellos, destaca el incierto caso de otros compatriotas: el jardinero Yasmani Tomás (Nacionales de Washington), el lanzador zurdo Néstor Cortés Jr. (Yankees de Nueva York) y el infielder Andy Ibáñez (Rangers), quienes fueron invitados a probarse esta primavera y deben continuar pronto en AAA.
Por ejemplo, el capitalino Tomás participó en calidad de invitado fuera del roster y tiene como competencia en los vigentes campeones a su compatriota Yadiel Hernández, los dominicanos Juan Soto y Víctor Robles y el estadounidense Kyle Schwarber, tres piezas que dificultan sus opciones de meterse en el corte final, pese a su aceptable rendimiento esta primavera, el cual incluyó línea ofensiva de .250/.276/.526, siete indiscutibles (en 28) y cuatro impulsadas.
También el jardinero Guillermo Heredia tuvo buena fortuna hace poco. Tras ser liberado por los Mets de Nueva York, el matancero fue “repescado” por Atlanta e incluido en su roster de 40, luego de lo cual habrá que ver en qué nivel lo colocan antes de abril.
No tan bien le fue al santiaguero Aníbal Sierra, de quien se deshicieron los Astros a mediados de febrero. Sin embargo, en cuestión de días, el utility logró continuar su carrera profesional al ser fichado por los históricos Kansas City Monarchs, club que compite en la American Association of Professional Baseball, prestigiosa liga independiente norteamericana.
Por último, está el caso del experimentado lanzador Roenis Elías, operado hace poco de una cirugía Tommy John en su codo, como resultado de la cual deberá esperar, al menos, hasta mediados de 2022 para reincorporarse a los Marineros de Seattle.
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