La historia del luchador cubano que fue vinculado con un intento de ataque terrorista

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Alexis Vila. Foto tomada de MMA Fighting.

*Este trabajo fue publicado en febrero de 2021.

Cuando la sentencia llegó en diciembre de 2019, casi un mes después de que el jurado dictaminara su culpabilidad en el secuestro, tortura y homicidio de un diseñador de interiores de Coconut Grove, probablemente Alexis Vila Perdomo se haya sentido un poco liberado. Los quince años de condena que tenía por delante quizás significarían un camino de expiación para librarse de esa oscura estela criminal que le acompañaba desde hacía demasiado tiempo.

En 2011 había seguido a Roberto Isaac y al promotor y exluchador Ariel Gandulla en un plan para acabar con la vida de Camilo Salazar. Los “socios” habían sido contratados por Manuel Marín, antiguo dueño de Presidente Supermarkets, quien deseaba vengarse de Salazar por el amorío que este tenía con Jenny, su esposa. Siguiendo las órdenes del empleador, el trío abdujo al hombre en la calle, luego lo golpearon salvajemente y quemaron su pene antes de terminar degollándolo.

Posteriormente, dejaron el cuerpo en algún sitio abandonado de Miami-Dade y siguieron con sus vidas. En el caso de Vila, continuó como peleador de artes marciales mixtas y no volvió a hablar del tema hasta que la policía lo arrestó en abril de 2018.

En 2004 había tenido su primera experiencia carcelaria, luego de estrellar su auto contra el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale. Aquello fue interpretado —erróneamente— por las autoridades como un intento de terrorismo doméstico y el antillano fue enviado a cumplir tres años entre rejas.

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La carrera deportiva de Alexis había comenzado en su natal Villa Clara, provincia en donde nació el 12 de marzo de 1971. Allí, desde pequeño, aprendió a defenderse y se acostumbró a intercambiar golpes cuando era necesario. Un buen día, alguien le llevó a un combinado deportivo y le enseñó que había un camino más allá de las peleas en el barrio.

Se hizo luchador a golpe de puro talento natural. Su rapidez y fuerza le valieron para irse ganando el respeto de sus compañeros. Años después fue promovido al equipo nacional del estilo libre como integrante de la división de menos de 48 kilos.

Tan temprano como en 1993, los resultados comenzaron a llegar. En el campeonato mundial de ese año, organizado en Toronto, Canadá, el villaclareño se alzó con la corona al derrotar en la final al bielorruso Vugar Orudzhov. La temporada siguiente repitió el éxito en Estambul, Turquía, en donde superó por el título al surcoreano Jung Soon-Won.

Si bien en 1995 no pudo conseguir el triplete y debió conformarse con el segundo puesto en el certamen del orbe de Atlanta, Estados Unidos, sí alcanzó a dominar los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Argentina, lid en donde arrasó a cuanto rival se cruzó en su camino.

El momento cumbre de su recorrido amateur llegaría doce meses más tarde, de nuevo en Atlanta, sede de los 26ta. edición de los Juegos Olímpicos de la era moderna. El 29 de julio, en esa urbe del estado de Georgia, Vila logró un valioso bronce que lo incluyó en la exclusiva lista de atletas que alguna vez escalaron el podio de una cita estival.

Después de cumplir los 25 años, el menudo gladiador sintió que no tenía más nada que buscar en casa y en 1997, mientras se encontraba de viaje con la selección, decidió quedarse a vivir definitivamente en la nación estadounidense. Poco después fue contratado por la Universidad Estatal de Michigan (MSU) como entrenador y allí tuvo la posibilidad de preparar a dos jóvenes que llegarían a ser atletas dentro del Ultimate Fighting Championship (UFC): Gray Maynard y Rashad Evans, este último se convertiría luego en campeón de los semipesados y sería exaltado al Salón de la Fama de esa organización.

Alexis Vila Perdomo durante un juicio. Foto: David Ovalle/ Miami Herald.

Tras una década de aparente inactividad, Vila todavía mantenía la pasión por el combate y decidió probarse en las artes marciales mixtas (MMA). Su debut en esa disciplina llegó en diciembre de 2007 en Fort Lauderdale, Florida, frente a Steven Nelson, a quien venció por sumisión en el segundo asalto de una pelea que formó parte del evento conocido como Crazy Horse Fights.

En lo adelante, el cubano participó en lides como Warpath, G-Force Fights: Bad Blood, MFA: There Will Be Blood, PFC: Best of Both Worlds, MFA: New Generation y finalmente llegó a ser parte del reconocido Bellator, concurso en donde logró ganar un par de duelos antes de perder su racha invicta en once participaciones dentro de la MMA, algo que sucedió el 26 de noviembre de 2011 ante el brasileño Eduardo Dantas, por decisión.

Hasta el 5 de agosto de 2016, diez combates tuvieron como protagonista a este hombre que llegó a ser apodado como “El Exorcista”. En esa etapa fue parte de desafíos como Championship Fighting Alliance, World Series of Fighting, Fight Time y Titan FC, y sumó un récord de cuatro triunfos y seis derrotas antes de retirarse definitivamente.

Según refleja el sitio Sherdog, Alexis participó en un total de 22 enfrentamientos, en los que logró 15 triunfos (siete por KO, tres por sumisión y cinco por decisión) y cayó en las restantes siete oportunidades (un KO, una sumisión y cinco decisiones).

En 2012 tuvo tal vez la mayor alegría de su vida, cuando nació su hija, fruto del matrimonio con Adriana de la Cruz, luego esposa del exboxeador Joel Casamayor.

Actualmente, el exatleta se encuentra cumpliendo su condena temporal en una prisión federal, donde espera redimirse.

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