Días atrás, Frank Camilo Morejón concedió una entrevista en la que aseguraba no cambiar ningún dinero por dejar de estar en el equipo nacional. Antes había dicho que decidió prescindir de un contrato para permanecer en Cuba, en la preselección nacional, y más adelante, explicaba que resultó una decisión difícil, tomada entre todos. Pronto saldrá hacia México, donde estará durante casi un mes con otros 27 peloteros cubanos para realizar un entrenamiento de altura con la mira puesta en los Juegos Panamericanos de Lima.
El receptor industrialista se refería a su ausencia en la próxima temporada de la Serie A1 italiana, con el equipo de Parma, con el que terminó subcampeón hace un año y en la fase clasificatoria defensivamente promedió para .995, mientras al bate registró, en 21 partidos, average de .224, con 15 hits, tres dobles y 13 remolcadas. Aunque solamente en la etapa semifinal el habanero pudo rendir a la ofensiva, el Parma quedó muy complacido con la maestría del cubano y le aseguró contrato para 2019. Pero, al coincidir la postemporada de esa liga con la presencia cubana en los Juegos Panamericanos de Lima, Frank Camilo se decantó por la selección nacional.
Por esa razón, el club Parma se encontró con un vacío en la receptoría, al no tener a un hombre con la seguridad y las prestaciones de Morejón para asumir la titularidad. No obstante, decidieron apostar por otro cátcher cubano, el tunero Rafael Viñales, quien debe coincidir con uno de los dos antillanos seguros hasta el momento para la próxima campaña italiana, el derecho pinareño Erly Casanova, devenido lanzador estrella de la organización en 2018. El otro es el también tunero, el antesalista Yordanis Alarcón, quien cambia de casaca y en su tercera temporada en ese campeonato europeo participará con el elenco T&A San Marino.
Aunque Viñales, nacido en el municipio de Manatí en 1992, no tuvo una buena campaña con los campeones Leñadores —en la fase clasificatoria fijó average de .257, con ocho dobles, nueve jonrones y la friolera de 64 ponches—, el plantel bambino conoce de su bateo de largo alcance y que ha sido miembro de preselecciones nacionales, argumentos por los que centraron sus miradas en él como sustituto de Morejón.
Una fuente italiana declaró a Cuba Lite que el presidente del Parma le informó sobre el gran interés de adquirir al tunero, solo que no han oficializado la firma porque esperan la respuesta de las autoridades deportivas cubanas. El circuito italiano comienza el 19 de abril y Parma debutará ese fin de semana contra Godo Baseball, por lo que urge premura en ese asunto para que no ocurra lo mismo que ha pasado con los acuerdos del espirituano Frederich Cepeda y Roel Santos en México.
Según publicó el 12 de marzo el Periódico 26 en un artículo sobre los refuerzos para los play off de la Serie Provincial, Viñales, integrante del equipo de Manatí, uno de los cuatro grandes, «estaría a punto de firmar un contrato para jugar en la Serie A del béisbol italiano». De esa forma, al menos los directivos de la pelota tunera conocen desde hace varios días la posibilidad de que su receptor e inicialista se desempeñe en esa liga extranjera, por lo que resulta casi absurdo pensar que la instancia superior está al margen de la petición del Parma de acordar con Viñales.
Rafael ha estado en ocho Series Nacionales con su escuadra y reforzando en 2017 a Camagüey. Se ha erigido como uno de los bateadores de más fuerza de nuestro país, aunque sus 49 jonrones de por vida no acompañen esa afirmación. Además se encuentra a diez imparables de los 400, ha anotado en 193 ocasiones y ha producido 70 dobles, cinco triples y 223 remolcadas.
Él fue uno de los primeros peloteros cubanos en regresar a la Serie Nacional tras una experiencia fallida en busca de tocar las Mayores desde República Dominicana. Ganador del Juego de las Estrellas de la contienda 56 y nombrado MVP de la siguiente, en 2015 salió legalmente de Cuba y estuvo 10 meses en territorio quisqueyano, hasta que en 2016 cogió un vuelo de vuelta al percatarse de que allí las cosas no eran lo que le prometieron en Cuba.
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