Sian Chiong, el más joven de los hijos de Rolando Chiong, creció viendo a algunos de sus parientes cercanos vinculados al arte. En primer lugar, su papá es actor y uno de los directores más notables de los últimos años en Cuba. Luego, su tía, Lucía, también actúa y escribe, mientras que uno de sus hermanos mayores, Roly, también ha elegido el camino de la interpretación en el teatro y la televisión.
Por supuesto que, para este joven, escoger la vía de la expresión artística fue como una suerte de reflejo condicionado, un poco por el ADN y también por la costumbre.
En una entrevista publicada en Youtube hace un par de años, contó que su infancia estuvo muy cercana a las cámaras, luces y otros elementos de la cultura audiovisual. Por esos años, todavía muy pequeño, recuerda con especial cariño la carta que le envió Norma Reina, la Marcolina de La sombrilla amarilla, luego de que él le mandara un dibujo dedicado a aquel querido personaje.
Trabajar con grandes actores como el ya desaparecido José Antonio Rodríguez se convirtió, en sus comienzos, en una especie de premio inesperado. “Hicimos un cortometraje que se llamó El 19, en donde él hacía de mi abuelo, y tuvimos una química increíble. Dentro y fuera de cámara yo le llamaba abuelito”.
A pesar de la influencia de su ambiente, durante su adolescencia temprana, Sian soñó durante mucho tiempo con dedicarse al deporte, específicamente al béisbol. No obstante, al final se impuso el consejo paterno y empezó a alternar el guante y la pelota con las clases de Fernando Hechavarría para prepararse de cara a las pruebas de la Escuela Nacional de Arte (ENA).
Eventualmente, dejó el deporte de las bolas y los strikes para entrar en la ENA, en donde completó los cuatro años y, durante ese tiempo, también tuvo la oportunidad de aparecer como protagonista en el teleplay Ni pocos ni locos y ser parte de la telenovela Santa María del Porvenir como Alejandro, trabajo que fue su tesis de graduación y en donde tuvo la oportunidad de compartir escena con su hermano Roly.
Mientras terminaba sus estudios de actuación e iniciaba su camino como profesional sobre las tablas y delante de las cámaras, llegó, desde la música, la oportunidad que terminaría catapultándolo a la fama absoluta a nivel nacional. Sin experiencia en el canto, se presentó a un casting para darle un giro total al grupo conocido hasta entonces como Ángeles de la Bachata.
“Esa fue una etapa muy difícil de mi vida, pues estaba en la creación de la banda, la filmación de la novela y, a la vez, en la escuela. Me pasaba el día de un lugar a otro, entre guiones, asignaturas y coreografías, aunque en ese tiempo aprendí mucho.
“Finalmente entré en Ángeles a finales del 2011, con 17 años ,y estuvimos juntos durante siete. Todo lo que pasó fue algo inesperado. La idea original de Ángel, el director, era cantar lo mismo de antes, pero con otra imagen. Fue DJ Conds quien nos aconsejó lanzar Cuéntale a él en versión pop house electrónico. Sacamos el tema de forma empírica y la verdad es que fue una sorpresa ver cómo la gente se enamoró de la canción y del proyecto.
“Llegamos en un momento en que el panorama musical estaba un poco monótono, debido a la difusión casi exclusiva del reguetón, la salsa y la timba. El género que hacíamos era algo novedoso y fresco, además de que teníamos una imagen sana, sin vulgaridad, y eso también hizo que los medios nos apoyaran mucho en su momento”, confesó Sian.
Finalmente, Ángeles ganó el premio al Video Más Popular de los Lucas en 2012 con Cuéntale a él, aunque no todo fue tan fácil como se pensaba desde fuera.
“Cuando se acercaba la gala de los Lucas, nosotros decíamos: ‘no vamos a ganar’. Realmente pensábamos que se lo llevarían Chacal y Yakarta con Diciembre, porque ellos tenían una carrera más larga y estaban muy pegados entre el público, pero, poco antes de las nominaciones, a ellos los censuraron. Cuando vimos eso, pensamos que no era justo que sucediera, pero ya sabes cómo dicen: ‘la desgracia de unos es la dicha de otros’. La verdad es que creo que, en parte, aquello fue lo que nos ayudó a que ganáramos ese año”.
En 2013, la agrupación repitió el galardón entre la élite del video clip cubano con el tema Te confieso, el cual mereció, además, las palmas en la categoría de Mejores efectos visuales.
En la edición de los Lucas de 2014, Ángeles fue el centro de una gran polémica, pues su exitazo Besando tu boca les dio su tercer premio de la popularidad consecutivo, y lo consiguió venciendo nada menos que a Bailando, canción de Enrique Iglesias y Descemer Bueno que, por esa época, era el hit número uno en todas las listas internacionales.
“Ahí recibimos mucho hate, de gente que decía: ‘¿cómo es posible que ustedes ganen si Bailando es el tema más pegado del mundo?’. A ver, nosotros estábamos claros de que nuestra canción no era más famosa ni estaba más pegada, sino que, sencillamente, el público que votaba, en su mayoría adolescentes, nos prefirió a nosotros y ya está”.
Para 2015, su hit Mi carrito volvió a competir entre los videos más solicitados del país, aunque en esa oportunidad no pudo contra el empuje de La gozadera, de Marc Anthony y Gente de Zona.
“Me atrevería a decir que, con Ángeles, nosotros marcamos una época dentro de la música cubana, pues el fenómeno de las boy bands nunca había tenido tanto éxito en la Isla como hasta entonces. Sí hubo otros grupos con ese formato antes, pero estaban formados por muchachos mayores y nosotros teníamos una imagen mucho más joven”.
Uno de los momentos más importantes de la carrera musical de Sian junto a sus colegas de Ángeles fue el concierto que ofrecieron en la Ciudad Deportiva en 2015, para el cual todas las entradas se vendieron en un solo día. También hicieron tres espectáculos en el Karl Marx, que llenaron por completo ese gran teatro cada noche, y les dieron la oportunidad de tocar ante miles de personas en dos de los recintos más importantes de la Isla.
En 2018, Chiong decidió concluir esa etapa musical y, mientras estaba junto a sus compañeros en México, determinó abandonar Ángeles y regresar al camino original.
“Decidí salirme de la agrupación porque ya había una persona que iba a apoyarla económicamente y yo sabía que podían levantar cabeza sin mí. Me quedé en México para tocar puertas con lo de la actuación, que fue lo primero que hice”, confesó el año pasado.
Por entonces, debutó bastante pronto en la serie Like, la leyenda (2018) y luego estuvo en Juntos, el corazón nunca se equivoca (2019). Sin embargo, fue en la telenovela La mexicana y el güero (2020-2021), en donde su papel de Diego Torres se ganó al público en la nación de los aztecas.
“Es uno de los protagonistas juveniles principales y estuvimos como dos meses buscando hasta encontrarle el camino hacia el personaje. No fue tan sencillo. Yo pensaba que sí, pero la verdad, de cierto modo, fue un reto. Me he llevado grandes amigos”, explicó en una entrevista para EnBici Life.
Durante el propio 2020, logró otro hito importante al ganarse el derecho de interpretar a Joselo Vega, uno de los roles principales de Súbete a mi moto, serie distribuida por Amazon Prime Video que narra la historia de Menudo, famoso grupo juvenil puertorriqueño que alcanzó la fama en los años 80 del siglo pasado.
En 2021 estuvo en Miami, participando en la puesta en escena que allá se hizo de la obra Farándula, del director Jazz Vilá, y además lanzó el sencillo Cuarentena, junto a Deyvi y con la colaboración de un viejo conocido suyo, DJ Conds.
Para marzo de este año está programado su regreso a las pantallas mexicanas, pues es parte del cast de la novela Corazón guerrero, versión de la argentina Valientes, que saldrá por la señal del canal Las Estrellas a partir del día 28 de ese mes.
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