«10lxs» ¿Qué hay detrás de esta serie independiente cubana?

La frecuencia cardíaca normal para un adulto está entre los 60 y 100 latidos por minuto. Si hacemos un cálculo sencillo, nuestro corazón debería latir entre una y dos veces cada segundo. Esta explicación no es únicamente labia científica, pues sirve para que entiendas lo que viene a continuación:



Diez latidos por segundo (10lxs) es una serie que, desde su propio título, anuncia que se vivirán emociones fuertes.

*

Edy Suárez tiene 22 años y vive en Habana del Este. Se considera un joven experimentador: siente que aún no está lo suficientemente preparado para definirse como director.

No obstante, 10lxs es su ópera prima. Concibió la idea, dirigió y actuó. Edy había estado vinculado antes a grupos y compañías teatrales, donde trabajó como asistente de producción, dirección, marketing,… experiencias que cataloga como enriquecedoras profesionalmente.

“10lxs es un proyecto que nació de mí, tenía ganas de hacer algo que implicara un cambio a nivel personal y profesional”. Para él lo más importante era que la idea le atrajera, “quería que me pareciera interesante y que contara algo distinto a lo que se ha narrado en el audiovisual durante años. Me propuse también llevarlo todo al contexto de la sociedad juvenil actual”.

Aunque la serie no recoge todas las situaciones por las que atraviesa alguien de esa edad, es un material con el cual se pueden sentir identificados los cubanos, más que con otros modelos foráneos de escuelas de élite y suicidios adolescentes. Su fuente de inspiración, solo en cuanto al formato de los capítulos, es Skam (audiovisual noruego), pues la trama es “totalmente original e inspirada en lo que veo día a día: ese delirio de pretender, de llevar una vida que no pueden y conflictos propios de la generación como la obsesión con las redes sociales, inquietudes a nivel sexual y la diversidad de relaciones, homosexualidad, poliamor…”.



Al hablar de temas que normalmente no se exponen en Cuba, Edy pretende fidelizar al público joven. Para ellos está concebida. “Quise modernizar, incluso, desde la etapa de promoción. He tratado de variar la manera en que normalmente se promueven las obras en Cuba, hacerlo de forma que atraiga mucho más al público a través de las redes”. Flashazos, adelantos de lo que vendrá, y poner a dialogar a los propios actores son solo algunas de esas estrategias.

La serie de siete capítulos, con una duración aproximada de 25 minutos cada uno, está pensada para la difusión en plataformas digitales (YouTube y Picta; esta última consume los megas destinados a la navegación nacional). Aparecerán dos episodios a la semana –lunes y jueves– durante el mes de agosto. En septiembre se estrenará la temporada completa en el paquete.

“Toda persona que alguna vez se haya aventurado en el mundo del audiovisual independiente en Cuba, se imaginará cuán complejo es llevar un proyecto así, es una osadía tremenda. Yo eso lo sabía, pero siempre he sido arriesgado en mi vida y al final eso me ha dado buenos resultados. Estoy muy contento con 10lxs y no digo que sea la mejor serie, ni el mejor proyecto concebido, pues seguro encontrarán varios errores y yo los recibiré con el ánimo de que todo sea constructivo para mejorar en un futuro. Quién sabe si habrá una segunda temporada”.



10lxs tuvo, lógicamente, varias etapas.  “Yo necesitaba visualizar a los actores y empecé a hacer un bosquejo cuidadoso, un pequeño casting; no fue una convocatoria abierta, eso es complicado. Empecé a comentarle a amistades cercanas y a conocidos que tuvieran a alguien a quien le gustara actuar. Casi todos fueron viniendo de la calle, no profesionales, aunque sí cuento con algunos vinculados a escuelas de arte”.

Aunque la serie sale bajo Playxon, el sello personal de Edy, también contó con el apoyo y colaboración de muchísimas personas como Reinier Cepero -productor ejecutivo- y su productora audiovisual JNV Productions, además de “una pequeña productora de Habana del Este que se llama El Solar, que apenas está comenzando, pero contaba con el equipamiento y no dudó en ponerlo en función nuestra y ayudarnos”. Suárez también menciona a Elio Pena, el Hostal Zory y a Arnol Sthal y Robert William Medina, quienes hicieron su magia con la fotografía. Tomás González estuvo a cargo de la dirección de actores. Esos son solo algunos de los que hicieron posible 10lxs.

“El equipo de trabajo lo fui formando lentamente. Algunos llegaban y se iban. Es muy difícil quedarse en un proyecto como este, hecho a pulmón, a corazón, que demanda mucha entrega y esfuerzo. Estoy inmensamente agradecido por el trabajo de cada uno de los involucrados en la producción, preproducción y del mejor editor del mundo, al menos para mí, Adriano López, “Comepizza”, un chico muy serio a la hora de trabajar, que le pone un empeño tremendo a las cosas”.



A inicios de 2020, durante un mes y medio, se rodaron escenas en exteriores e interiores. “Con los actores estoy fascinado, logramos conformar una química que me deja muy a gusto con el producto y con el aura que hemos conseguido y, por supuesto, con muchas ganas de seguir trabajando juntos. Más allá de lo realizado, con lo que estoy bastante satisfecho es con que hemos creado una familia”. Esto último es clave: fue una frase que repitió cada uno de los actores con los que hablamos.

*

Léster Acosta no es actor, aunque acumula horas frente a la cámara, pues se ha aventurado a crear contenidos para YouTube y redes sociales. En 10lxs da vida a Miguel. “Cuando vean al personaje se darán cuenta de que todos en la vida hemos sido él en algún momento. Miguel y yo no somos tan parecidos; pienso que tenemos visiones diferentes de la realidad: él es un poquitín intenso”.

Léster siempre ha sido el gracioso del grupo. “Conocí a Edy, el director, en una fiesta donde estuve haciendo de las mías, sin el objetivo de llamar su atención. Al final de la noche, luego de chistes y chistes, se me acercó y me propuso formar parte de su serie. En ese entonces dije que no estaba seguro, por la universidad y sus complicaciones, pero aun así fui a los primeros ensayos. A él le gustó mi manera de interpretar a Miguel y coordiné para no faltar a la escuela ni a los rodajes. Todo salió mejor de lo que esperaba”.



Para este joven, el momento que más nervios le provocó fue cuando debía participar en un encuentro sexual. “Era mi primera vez haciendo eso, e imponía estar rodeado de tanta gente del equipo, aunque éramos una gran familia y todos me apoyaron”.

Si le pidieran seleccionar una de las escenas más impactantes, diría que fue un “galletazo”.

*

Marcos fue el personaje que interpretó Edy, el experimentador/director. “Es muy sincero, va de frente, sin ataduras ni complejos. Es homosexual y ha tenido que sacrificar cosas a lo largo de su vida para ser feliz y eso lo iremos descubriendo a medida que avanza la serie”. Tenía que estar pendiente de cada detalle del audiovisual. “Para mí fue muy difícil estar haciendo tantas cosas a la vez, requirió mucha concentración. La primera escena que tuve que grabar la postergué, porque no estaba concentrado, y en ese sentido agradezco la enorme ayuda de mis compañeros Tomás Agüero y Rosalí Suen, quienes me servían de soporte cuando me encontraba frente a cámara. Todo un reto, pero cuando eres capaz de crear un equipo tan compenetrado las cosas fluyen”.

*

Talía Cabrera tiene 20 años y estudia Comunicación Social. Un compañero de clase le habló de la serie. Llegó al casting “súper nerviosa, pero al entrar todo fue un ambiente de paz y familiaridad. Conocía, al menos de vista, a otros actores”. En sus declaraciones alude a lo duro del rodaje, a la complicidad del equipo… “Fue un trabajo intenso, pero valió la pena. Antes de la filmación tuvimos meses de ensayo. El resultado es impresionante. Nosotros mismos nos quedamos maravillados con las cosas que logramos y estamos orgullosos de todos, del trabajo de los compañeros en actuación, cámaras, edición”. Agradece a Rosalí Suen por el apoyo. Recuerda como una de las escenas más difíciles de Nina la que rodó en la cafetería Boquitas. “Ese día lloré como una margarita”.

*

Chriss Forte encarna a Gabriel, aunque no siempre fue así. “Llegué a formar parte de 10lxs, pues el director me contactó por Instagram, me contó del proyecto y me dijo que le había gustado mi imagen. Hice castings para dos personajes, Miguel y Sandor, pero terminé interpretando a otro diferente, Gabriel”. Este joven nos contó sobre un accidente que tuvo: “hay una escena de la serie en la que estamos corriendo por una zona, y detrás de cámaras, me puse a corretear con el director de fotografía y caí. Me raspé una nalga, pero eso no impidió que continuara el rodaje. Está también la que nosotros llamamos la escena maldita, la primera de la serie: la grabamos en un lugar al aire libre, con mucho tráfico de personas y pasamos mucho trabajo; era imposible con los ruidos y la tuvimos que repetir bastante, hasta que decidimos grabarla en otro sitio y al final quedó”.

*

A priori, no sabemos si su personaje será complejo, pero la historia de Sam Sabater para dar vida a Sandro, sí lo es.

“Conocí de 10lxs a través de un estado de WhatsApp donde estaban solicitando chicos con capacidades actorales, o actores que quisieran hacer un casting. Me llamó mucho la atención y sin saber para qué era, contacté”. Tenía experiencia como modelo en videoclips y comerciales, y la idea de la serie le entusiasmó. “Desde que leí la porción del guion que me envió Edy para que me preparara, me encantó, se lo comenté y lo felicité independientemente de si sería yo o no quien se llevara el personaje de Sandro. Me encantaba la calidad y el talento de este joven. Edy es incluso más joven que yo.



“Me preparé y partí hacia La Habana –desde Matanzas- sabiendo el reto doble o triple que implicaba eso”. Había estudiado artes escénicas, proyección, arte corporal, pero no actuación; ese era el primer desafío. La distancia era el segundo. Medicina, su carrera a punto de finalizar, el tercero. “A pesar de estas limitantes, Sandro fue para mí”.

Como parte de los momentos más exigentes, Sam recuerda las enseñanzas de Tomás. “Yo viajaba de Matanzas a La Habana para ensayar, pensando en cómo me rectificaría, pero sus métodos me ayudaron mucho”.

“Los ensayos fueron en 2019 y en ese entonces era más flexible mi horario. Yo podía llegar tarde, pero el plan de rodaje empezó a inicios de este 2020, y para cumplir debía faltar a mis clases, a mi trabajo, a mis guardias como médico”. Sam asumía que su vida se complicaría, pero jamás imaginó cuánto.

“Quizás fui uno de los actores que más trabajo dio en cuestiones de planificación y horarios por la distancia y profesión, pero me tuvieron mucha paciencia”.

Las últimas escenas se rodaron en marzo de este año, en una casa en Guanabo donde permanecieron todos juntos, “felices y tristes, porque terminaba una etapa y un proceso largo. A los pocos días de nuestra última grabación, anunciaron cuarentena nacional. Por suerte pudimos filmar todo antes de la pandemia y no quedó nada pendiente, para que el equipo de posproducción pudiera hacer su trabajo durante la cuarentena”.



Esos últimos momentos los recordará siempre. Se grababan las escenas finales y tenía exámenes de su carrera. No podía faltar. “Estuve tres días sin parar: de las guardias y clases en Matanzas salía para Guanabo, y al terminar allí, de madrugada, sin dormir, retornaba a Matanzas para estar a las siete de la mañana en el hospital, y así una y otra vez. Esto me provocó una insuficiencia respiratoria grandísima en plena pandemia del coronavirus, por lo que me ingresaron como sospechoso. Los otros actores también debieron ponerse en cuarentena en sus casas a la espera de mis resultados”. Hoy habla de ello como un susto: no tenía coronavirus, pero sí una neumonía complicada que lo llevó hasta terapia intensiva.

*

En los trailers de la serie pueden verse algunas escenas que bien pudieran enganchar o predisponer: besos, sexo, parejas, tríos, frases incompletas… planos cortos que aportan ritmo. En esto último, quizás, se resumen todos los capítulos: 10lxs va de cómo se sincronizan las aceleraciones.

Anuncios

Aquí puedes ver el primer capítulo:

Anuncios

Anuncios