En abril de 2019, los amantes de la pelota nacional recibieron una gran noticia, cuando la Federación Cubana de Béisbol (FCB) publicó una lista con 34 prospectos que serían liberados con el objetivo de aspirar a ser contratados por cualquier franquicia de Grandes Ligas.
En aquella relación de atletas estuvo el nombre de Maikel Yordan Molina García, que por entonces contaba solo 17 años y era el más joven de un grupo que hizo pensar en el “descongelamiento” de una ruta que permitiera a nuestros deportistas tener un camino más expedito hacia la MLB.
Sin embargo, varios años después del esperanzador momento, el acuerdo entre la FCB y la Gran Carpa parece haber sido poco más que un bonito sueño, y la carrera deportiva de Molina ha ido por una ruta algo más accidentada de la que él esperó alguna vez. No obstante, luego de varias peripecias, el aún joven atleta está de vuelta en la Isla con ganas de regresar a los diamantes.
Él no esperó a debutar en la Serie Nacional antes de marcharse del país y partió en febrero de 2020 con rumbo a República Dominicana. En tierra quisqueyana se mantuvo durante varios años, e incluso llegó a ser declarado como Agente libre por la Oficina del Comisionado de MLB a inicios de 2023, pero nunca consiguió firmar con algún equipo de Grandes Ligas.
Tras su ciclo en la nación vecina, el muchacho nacido el 1 de octubre de 2001 regresó a su provincia con la intención de integrarse nuevamente a la pelota en la Mayor de las Antillas.
Acá ha jugado en la Liga Azucarera 2024, certamen en donde defendió los colores del central Amancio Rodríguez, ubicado en el municipio tunero del mismo nombre, y hace algunas horas incluso se anunció que Maikel forma parte de los 13 peloteros tuneros que se presentarán en los tryouts que se efectuarán entre el 4 y el 6 de septiembre en Santiago de Cuba.
Quienes logren «llenar el ojo» a los evaluadores intervendrán en el tryout final, que tendrá por sede al estadio Latinoamericano a finales del mes de septiembre, ocasión en la que estarían más cerca de un contrato con alguna organización foránea.
No obstante, a mediano plazo, todo parece indicar que su meta es vestir de una vez el uniforme rojiverde de los Leñadores, actuales campeones del principal torneo beisbolero antillano y que más temprano que tarde participarán en la Liga Élite, cuya tercera edición aún no tiene fecha de comienzo confirmada.
Un juvenil con potencial
El principal argumento que llevó a los especialistas a considerar a Molina como candidato a un gran futuro dentro de la pelota en la Isla, fue su excelente rendimiento ofensivo en torneos domésticos de categorías inferiores.
Sus prestaciones llamaron la atención en la lid juvenil de 2018, en la cual bateó para .361, con 39 hits, siete dobles, par de triples, 23 carreras anotadas, 11 empujadas, OBP de .481, 24 bases por bolas y 15 ponches.
Gracias a sus números en esa justa, el del Balcón del Oriente fue seleccionado por el manager pinareño Mario Luis Valle para integrar el equipo que asistió al Campeonato Panamericano de la categoría, efectuado en Panamá en diciembre de aquel mismo año. En ese conjunto, que terminó séptimo en el evento, compartió con peloteros como su coterráneo Osmani Alejandro Urrutia, hijo del célebre Osmani Urrutia.
Más adelante, en la Serie sub-23 del 2019, registró guarismos discretos, entre ellos una línea ofensiva (AVE/OBP/SLG) de .239/.311/.343. Además, conectó 16 indiscutibles y siete tubeyes, logró ocho anotaciones, impulsó a nueve compañeros, negoció cinco boletos y se tomó 21 “cafés” en el cajón de bateo.
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