Las ventas de garaje, («garaje sale» en inglés) son eventos, por lo general informales, donde uno o varios participantes se reúnen para vender objetos –desde prendas de vestir hasta accesorios, calzados… La particularidad de los artículos comercializados es que suelen ser de uso, seminuevos o, en algunos casos, sin estrenar.
Las razones que motivan estas acciones pueden ser varias: recolectar fondos para determinada causa, deshacerte de bienes que no deseas, no necesitas o no te sirven… Reconócelo, luego de siete meses de aislamiento dentro de casa, hay mucha ropa que no sienta igual. En muchos casos, las ventas suelen organizarse cuando alguien se muda y quiere desprenderse de algunas de sus posesiones.
En sus inicios eran fenómenos locales. Las personas colocaban un cartel de “garaje sale” en su jardín y los interesados se acercaban a husmear; en otras ocasiones sacaban los artículos a la vista de todos los transeúntes y…bueno, ya saben eso que dicen de la curiosidad.
En Cuba no son un acontecimiento reciente, si bien en los últimos tiempos han ido ganando fuerza. Cada vez son más los anuncios, a través de las diferentes redes sociales, destinados a aquellos “interesados en vender ropa que ya no usen para ganar un dinerito extra”.
Desde Cubalite nos acercamos a dos de estas iniciativas para conocer sus dinámicas:
Cielo y sus primeras ventas
“La primera que hice fue con piezas que teníamos en casa, mi mamá y yo; eran prendas que se nos quedaron, que ya no nos gustaban, o que simplemente era más productivo vender. Les pusimos precios muy baratos”.
Como en esta venta le fue “súper bien, más personas de la familia trajeron sus artículos no deseados”.
Ahora está planificando una tercera, para este viernes 13 de noviembre, donde ofertará “todo tipo de artículos: ropa, zapatos, accesorios, productos de belleza. Todos a partir de 1 cuc”. Esta será su primera experiencia comercializando productos de personas no conocidas. “Ellos me traen la mercancía y una lista con los precios, yo les pongo uno o dos pesos por encima. Cuando finalice el evento, les pago lo que se vendió y les devuelvo lo que no”.
Aunque a sus ventas de garaje le dio toda la promoción posible (incluso su novio, el humorista Carnota, compartió la información), reconoce que “entraron más personas que pasaban por delante de la casa. Hasta vendedores ambulantes se detenían a mirar y algunos compraron bastante”.
Karla, de Kshop
“Mi negocio es de venta de ropa por encargo. Una vez que cerraron las fronteras, fue más complicado acceder a nuevos productos y optamos por la alternativa de venta de garaje. Al principio lo organizábamos cada quince días, de forma virtual: a través de grupos de Whatsapp publicábamos los productos y los hacíamos llegar con el servicio de mensajería”.
Con la nueva fase en la que se encuentra La Habana, ahora los eventos son presenciales, a final de mes, durante un fin de semana. El próximo tendrá lugar los días 21 y 22 de noviembre.
“Preferimos cambiar el nombre de «venta de garaje» por «feria de ventas», ya que desarrollamos un proyecto que incluye la promoción de negocios relacionados con manualidades, joyería, accesorios y otros. También vendemos ropa nueva”.
La inclusión de sus clientes es importante. “Nos hacen llegar sus productos para venderlos en las ferias. Son ellos quienes ponen los precios. Kshop le pone de 1 a 3 por encima, teniendo en cuenta siempre que el objetivo es que la prenda se venda y así gana tanto el vendedor como la tienda”.
Otras modalidades consisten en grupos de amig@s que se reúnen y comercializan sus prendas no deseadas, ya sea para su propio beneficio o para donar parte de lo recaudado a proyectos específicos.
En muchas ocasiones, los organizadores son antiguos proveedores de ropa que las traen desde el exterior. Debido a la cuarentena a causa del coronavirus, estos han visto detenidas sus operaciones habituales y han aprovechado sus canales y seguidores para comercializar productos.
Estas ventas han sido una de las pocas opciones, en más de siete meses, para poder renovar los fondos de armario de muchas personas.
Me interesa esta actividad. Saben si hay que pedir autorización o permiso a alguna autoridad de la comunidad?