Hace unos días, en el canal de YouTube de la sección Observatorio Científico, del noticiero nacional de televisión, apareció un video centrado la vacuna contra la meningitis meningocócica, VA-MENGOC-BC, y su aplicación, en el contexto que ha provocado la COVID-19, a un grupo de personas que viven en zonas de riesgo epidemiológico en La Habana.
Según el artículo VA-MENGOC-BC: XXV años de su aplicación masiva, esta vacuna ambivalente surgió en Cuba durante la década de 1980, luego del brote de la enfermedad meningocócica. Luego de una investigación que se extendió durante seis años, científicos del Instituto Finlay obtuvieron un candidato vacunal que superó con éxito todas las fases de desarrollo clínico. Fue registrado en 1989 por el Centro Estatal de Control de los Medicamentos de Cuba y después obtendría la medalla de oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
De acuerdo con el reporte televisivo, ha sido aplicada de manera segura en niños y jóvenes para el tratamiento de ese padecimiento.
El Dr. Yury Valdés, director adjunto del Instituto Finlay de Vacunas, dijo a la periodista Diana Rosa Schlachter, que la inmunidad innata puede ser entrenada y esto puede lograrse a partir de la activación mediante vacunas ya conocidas.
A partir de lo anterior, y en medio de la situación generada por el nuevo coronavirus, la Dra. Dagmar García, directora de investigaciones de esa propia institución, comentó que con la VA-MENGOC-BC «se trata de utilizar sus propiedades inmunoestimulantes sobre el sistema inmunitario innato con una sola dosis, lo cual puede ser beneficioso en el control de la infección viral en la fase más temprana de la enfermedad».
En declaraciones publicadas por el diario Juventud Rebelde, García explicó que «el esquema de la vacuna consiste en dos dosis. Ambas cuentan con el componente B, una nanopartícula capaz de potenciar la inmunidad innata, que no es más que la defensa que tenemos desde que nacemos, inespecífica y que puede activarse ante cualquier agente extraño. La segunda dosis completa la protección específica frente a la enfermedad, por lo que en el actual contexto aprovechamos las potencialidades de la dosis primera».
Este rotativo también aportó otros datos acerca del empleo de la vacuna en tiempos recientes:
- fue aplicada para evaluar su impacto en la salud de los asintomáticos, sintomáticos y pacientes graves;
- las dosis llegaron a 18 528 personas, residentes en los municipios de Plaza de la Revolución y Centro Habana. Todavía los resultados se están valorando.
El artículo al que aludíamos al inicio, sentencia que, desde finales de la década del ochenta e inicios de los noventa, «se han aplicado más de 60 millones de dosis de VA-MENGOC-BC® en Cuba y en varios países, demostrando no solo su efectividad, sino un excelente perfil de seguridad, tal y como fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud en el Reporte sobre Seguridad de Vacunas».
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