Recuerdo que en tercer grado, un día a la semana, mi profesora Hilda Gloria tomaba un descanso de sus asignaturas habituales (Matemática, Español, Ciencia y Vida de mi patria) y sintonizaba en un radio -¿lo ponía la escuela o lo traía ella de su casa?- clases de educación musical. Y ahora que pienso en aquellas tardes, se me ocurre que posiblemente el medio radial fue uno de los precursores de los tantos cursos “a distancia” que hemos conocido: teleclases -las de antes y las de ahora-, idioma ruso por radio, Universidad para Todos…
Por aquella época, en algún momento ya habíamos recibido alguna introducción a los instrumentos musicales -cosa que se mantiene en los niveles iniciales de aprendizaje- y, generalmente, podíamos diferenciar un piano de una pianola u organeta -además de no sonar igual, estos últimos eran electrónicos y precursores de los más variados tipos de teclados contemporáneos-, o una batería de una paila.
Cuando Los Hermanos Palacios amenizaban las fiestas locales en Consolación del Sur, muchos niños nos poníamos a identificar los instrumentos de la orquesta típica charanga: piano, contrabajo, violines, tumbadoras, pailas, güiro, cencerro…y, por supuesto, la flauta de Miguel, que era algo así como el Hamelin local….Ah, pero cuando se trataba del Conjunto de Pueblo Nuevo, unos decíamos que la “guitarra” que tocaba Cundo se llamaba laúd, mientras otros afirmaban que era un tres.
Carlos Pérez, el cubano que creó el cubajo, un instrumento musical basado en la marímbula
Poco a poco, muchos comenzamos a entender ciertas diferencias: hay varios tipos de saxofones; no es lo mismo un saxo soprano que un clarinete o un oboe, y no parecen -ni suenan iguales una Fender Stratocaster y una Gibson Les Paul. Y de vez en cuando nos sorprendemos con un instrumento desconocido. A mí en particular, me resultaba divertido ver al Conjunto Rumbavana, especialmente cuando Papa Gofio soltaba el cencerro, decía “vamos a quitarnos la careta” y empezaba a golpear una cañabrava con una de sus claves.
Con el paso del tiempo, he descubierto que El Papa -también apodado El Pontífice de la Salsa por locutores radiales de los 90- no sería el único músico en mostrarme un instrumento estrafalario o inusual. Durante casi 45 años he escuchado o visto desde la talk box de Peter Frampton, pasando por la kalimba de Earth, Wind & Fire hasta el bass pipe a vara de Les Luthiers.
Y como haría la profe Hilda Gloria hace muchos años, hoy les abro una rendija a través de links y les permito disfrutar de curiosas sonoridades… para que ustedes sigan buscando.
Talk box – Peter Frampton
Drum machine – James Taylor
Mellotron – Dr Mix
Steel band – L’etoile des îles de Port Louis Guadeloupe
Órgano oriental – Hermanos Ajo
Harpejji G16 – Mathieu Terrade
Drumbone – Blue Man Group
Kazoo – Barry Manilow
Bass pipe a vara – Les Luthiers
Kalimba – Kalimba Tree
Talk box – Mr Talkbox
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