El 26 de noviembre de 2019, el periodista Francys Romero publicó un material, resultado de una ardua investigación, sobre la lamentable y totalmente inexplicable situación del pelotero cubano Reinier Romero, privado de poder firmar un contrato profesional con algún equipo de Grandes Ligas. El artículo refería, desde el inicio, que en julio y agosto de 2015 dos periodistas estadounidenses, de medios diferentes, reportaron como un hecho la firma de Reinier con los Orioles de Baltimore, incluso uno de ellos habló de la cifra del pacto y que solo restaba el chequeo médico.
Sin embargo, el contrato nunca ocurrió. A juzgar por la investigación, el pelotero y el club llegaron a un trato verbal, pues hasta que Romero no recibiera la agencia libre no era posible la oficialización de la firma. Más de un año después, el 3 de noviembre de 2016, el cubano celebró la buena noticia de su agencia libre y ese mismo día le notificó a los Orioles. No recibió respuesta alguna por parte del equipo y el silencio terminaría perjudicando sus sueños.
Vale decir que el plantel de Baltimore llevaba un tiempo considerable siguiendo de cerca al cubano antes de llegar al trato verbal, por lo que la decisión de no contestarle ni una palabra, además de misteriosa, frisó lo inmoral. Nada más lógico que explicarle la razón por la que ya la firma no se iba a concretar y así mostrar una conducta diáfana, propia de los procesos contractuales.
A pesar de no haber rubricado su autógrafo en ningún documento que lo atara a los Orioles, el antillano aparecía bloqueado por ese conjunto, lo que imposibilitaba que otro equipo de la Gran Carpa interesado en sus prestaciones pudiera consumar un contrato con él. Nunca acordó, ni acordará (por su edad actual) con una organización de las Mayores.
Esta peculiar historia, contada brevemente en este espacio, afectó las ilusiones profesionales de un atleta que tuvo en su nariz el olor del camino hacia las Grandes Ligas, pero promesas incumplidas le impidieron dar el primer paso. Como concluyó el autor del material, la frustración de Reinier, para otros, solo pudo ser vista como parte del negocio. Así de sencillo.
Reinier Romero Hernández cumplió 33 años el 14 de enero y antes de salir de Cuba jugó una Serie Nacional con Ciego de Ávila, en el segundo campeonato de Roger Machado como director. En once partidos recibió contadas oportunidades, al acumular 12 veces al bate, con tres imparables, average de .250, un triple y siete ponches. Eso fue en la contienda 48, pero en la venidera Serie 60 existe la posibilidad de que el veloz jardinero zurdo retorne al principal torneo beisbolero cubano.
Según informó a Cubalite una fuente muy cercana al béisbol pinareño, Reinier, quien salió de la Isla a finales de 2010, se incorporó a la Serie Provincial de ese territorio —avanzado el torneo— con el conjunto de San Luis, con el que participó, al menos, en un doble juego. Además, agregó la fuente que el jugador podría estar buscando un puesto en la plantilla de los Vegueros para la venidera temporada, algo que, de materializarse, le permitiría al elenco que dirigirá Alexander Urquiola contar con un jugador con bastante experiencia en diferentes circuitos de México.
En la campaña 2015/2016 militó con los Cañeros de Los Mochis, de la Liga del Pacífico, donde estuvo en 10 partidos, con promedio ofensivo de .194 (seis imparables en 31 veces al bate), un triple, un jonrón, seis remolcadas y dos bases robadas. En 2016 se probó por primera y única vez en la Liga Mexicana con los Tigres de Quintana Roo, con average en seis choques de .100 (dos indiscutibles en 20 oportunidades).
Algunos años antes, en 2012, se convirtió en el MVP de la Liga Instruccional del Norte de Coahuila, jugando para los Siderúrgicos de Monclova y los Rieleros de Ciudad Frontera. Se apoderó de los lideratos en seis departamentos: imparables (66), dobles (15), triples (nueve), bases robadas (18), carreras anotadas (52) e impulsadas (38) y bateó .435. Pocos meses después se tituló en bases robadas (19) en la Liga Invernal Veracruzana con los Tobis de Acayucan y en la contienda siguiente tributó a los Tiburones Rojos de Oluta del mismo circuito.
*Agradecimientos muy especiales por sus colaboraciones al Dr. Reinaldo Guevara Fernández, Efrén Amaya y Daimir Díaz Matos, integrantes de la Peña Martín Dihigo.
DLR, excelente trabajo, con buenas anécdotas de este jugador nacido en Santiago de Cuba, y que lo llevó a jugar a CAV, en México. Finalmente no pudo llegar a los Orioles. Suerte para que pueda estar con los Vegueros de Pinar del Río…este trabajo para guardar doblemente…abrazos.