Brando Delgado Morejón tiene 26 años y desde que regresó de República Dominicana en 2018, con las manos vacías en materia de contratos profesionales, ha intentado de diferentes maneras volver a la Serie Nacional de béisbol, campeonato en el que ha jugado tres temporadas, siempre con Industriales. Estuvo en las ediciones 53, 54 y 55, pues en 2016 salió legalmente del país hacia tierras quisqueyanas.
En 2019, el lanzador derecho se trasladó hacia Artemisa y jugó allí la Serie Provincial, defendiendo a Caimito en la fase clasificatoria, junto a los también habaneros Alejandro Estrada, Dayron Blanco, Jarok Sandoval, Reinier Ramos y Adonis Gordillo. Trabajó en cuatro juegos —abrió tres—, completó dos, logró balance de dos victorias y un revés, con efectividad de 2,78, una lechada, siete boletos y 17 ponches en 22.2 innings. Sus rivales le batearon .207 y aceptó apenas dos tubeyes como extrabases.
Durante los playoffs de ese torneo reforzó a San Antonio de los Baños y en la semifinal tuvo dos salidas en función de relevista, salvó un choque, mostró promedio de carreras limpias de 10,13 y toleró siete imparables en 2.2 entradas.
Ese mismo año se ganó un puesto en la rotación abridora de Artemisa en la VI Serie Nacional Sub-23 (la última que se efectuó), bajo las órdenes de Jorge Luis Crespo. Sin embargo, no fue invitado a los entrenamientos de los Cazadores para la edición 59 de la división élite de la pelota cubana, en gran medida, por presentar un problema en los riñones.
En 2020 participó, con su municipio Marianao, en la Serie Provincial capitalina, y la gran novedad estuvo en su desempeño como bateador, custodiando fundamentalmente la inicial. Después organizó y jugó en la liga independiente “Alfredo Street in Memoriam”, a finales de año.
En todo este tiempo, Brando no ha perdido la motivación para retornar a la Serie Nacional, especialmente con Industriales. Este fin de semana lo vimos por televisión, al ser el abridor de la preselección de los Leones contra el equipo Cuba Sub-23 que competirá en los I Juegos Panamericanos Junior, en Colombia, del 25 de noviembre al 5 de diciembre.
Delgado, en esa presentación, no duró mucho en el montículo, luego de ser bateado con facilidad y enseñar envíos con poca velocidad, llegando hasta las 84 millas. Visto lo visto, de continuar así, lejos de ser un pitcher medianamente dominante, sus horas en la preselección capitalina podrían estar contadas.
Hijo de Filiberto Delgado, actual entrenador de la selección cubana femenina de lucha libre, vistió las franelas de Industriales desde la temporada 53 hasta la 55, y la mayoría de sus salidas fueron en calidad de relevo, aunque nueve veces le dieron la bola para abrir. Trabajó en 52.1 entradas, con efectividad de 5.16, dos triunfos e igual cantidad de reveses. También se proclamó titular de la Serie Nacional Sub-23 de 2015, con el plantel habanero, ganando el juego decisivo ante Sancti Spíritus como abridor.
Conquistó importantes méritos en su tránsito por las categorías inferiores y el punto culmen resultó su convocatoria al conjunto nacional que concluyó segundo en el Campeonato Mundial de Cadetes, celebrado en 2011 en la ciudad mexicana de Lagos de Moreno. Allí triunfó en un encuentro en la fase clasificatoria —ante Venezuela, para asegurar a Cuba la estancia en los playoff— y fue la designación del mentor camagüeyano Danilo Domínguez para iniciar el choque de semifinales ante los locales, a la postre ganado por los antillanos 11×7.
Brando con 84 millas que va hacer ya ese término si juega es por la escasez de picher que hay de lanzadores en la Habana