No serán audiovisuales foráneos, ni filmes comerciales sobre la navidad; la apuesta de “el canal de la familia cubana” para este fin de año es local y, según han adelantado, de mucha calidad.
No había comenzado diciembre y ya se pudo apreciar la primera de las cinco obras de teatro que serán llevadas a la pantalla, pero aún quedan otras. Todas estarán bajo la guía de reconocidos directores y con elencos integrados por actores, cuyos rostros vienen siendo recurrentes y otros no tanto.
Hasta ahora, varios espectadores han aplaudido el regreso de este espacio que traslada las tablas a la pequeña pantalla. Desde Cubalite te presentamos una sinopsis de cada una de las piezas que podremos disfrutar.
Federico (30 de noviembre)
Julio César Ramírez, director del grupo Teatro D’ Dos, también estuvo a cargo de esta representación para la TV. Los actores de la agrupación interpretaron la obra que, en 1991, fue su carta de presentación y con la cual recibieron múltiples premios y reconocimientos.
Sobre lo anterior, su director ha publicado en sus redes sociales: “sigue siendo un personaje muy querido y que nos sigue acompañando (…) Ha sido muy gratificante la posibilidad que nos ha dado Cubavisión para llevar este espectáculo teatral a la pequeña pantalla”.
Federico está basada en la vida de Federico García Lorca, pero presentada desde la perspectiva de sus mujeres: los personajes femeninos de sus textos, encarnados por Daisy Sánchez y Yakelin Yera.
La cuarta Lucía (7 de diciembre)
Con guion de Eduardo Eimil y dirección de Marlon Brito, llega un unipersonal (monólogo) desarrollado por la actriz Beatriz Viñas. El personaje es Ingrid Rodríguez, y su historia, la de una actriz de provincia que busca trabajo en ese mundillo y se encuentra con las trabas asociadas a la edad, la falta de experiencia o poco currículo. Asiste a castings para cine y televisión, sin respuestas positivas, mientras colabora con un grupo de teatro. No tiene casa, no tiene opciones, pero, desde el humor, hace una retrospectiva de su vida.
En 2009, sobre el estreno de la pieza, Viñas dijo: “este trabajo nace de una idea que manejaba desde hace tiempo; fue mi manera de hablar sobre los sueños, amores y frustraciones, presentes en la vida de una actriz. Ingrid, la protagonista, pone en tela de juicio hasta qué punto es importante la versatilidad de una actriz o tener una imagen idónea”.
El último bolero (14 de diciembre)
Fue estrenada en 1998 por la actriz Verónica Lynn. La obra es fruto del guion de Cristina Rebull, Iliana Prieto y María de los Ángeles Núñez Jauma, quien, además, asumió la dirección para la propuesta televisiva.
Su esencia se resume en el drama de la emigración, el exilio, las separaciones. Una madre se va hacia Estados Unidos siguiendo a su hijo y abandona a su otra hija en Cuba, quien se niega a irse. Permanecen distanciadas durante 17 años hasta que se reencuentran en La Habana. La madre, enferma, viene de visita y pretende reconciliarse con ella, pero el pasado, el rencor y dolores bien guardados salen a la luz.
La edad de la ciruela (21 de diciembre)
La obra original es del argentino Arístides Vargas, pero Julio César Ramírez ha adaptado y dirigido esta versión televisiva.
En cuanto a ello, el reconocido actor y director ha dicho: “mi sueño es retomar aquellos espacios de teatro en la televisión que, con tanta maestría, dirigieron Roberto Garriga Agramante, Antonio Vázquez Gallo, Loly Buján y tantos otros. Tengo fe en que la TV cubana volverá de forma sostenida a esos proyectos tan valiosos para la cultura nacional y me dará la oportunidad de incorporar mis conocimientos sobre la escena y la realización audiovisual”.
La pieza se centra en dos hermanas que comienzan a recordar su infancia, y en ese intento, mezclan el pasado y el presente. Salen a la luz dramas familiares, la forma en que fueron criadas en un entorno matriarcal, la decadencia económica que experimentaron, el suicidio de una tía loca, releen cartas de antaño… se niegan a abandonar el último remanente de lo que fue su familia: un viejo caserón.
Sábado corto (28 diciembre)
Nuevamente otra obra bajo la dirección de Julio César Ramírez. En esta ocasión, el texto es del célebre Héctor Quintero, quien la escribió en la década de los 80 del siglo pasado, pero su esencia se mantiene intacta.
Esperanza Mayor es una mujer que aún sueña. Con sus cincuenta años, mantiene una inocencia casi de niña. Vive sola en un pequeño apartamento de Centro Habana y trabaja en una fábrica. No tiene suerte en el amor: está locamente enamorada del nuevo administrador, pero este le pide que le “ponga la piedra” con su mejor amiga. Luego viene una decepción muy grande… hasta que aparece el pipero, un hombre que estuvo años detrás de Esperanza y ella nunca reparó en él.
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