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En el mundo del entretenimiento a nivel internacional, los reality show encabezan muchas de las parrillas televisivas. Estos defienden varios conceptos: supervivencia, transformaciones de belleza, reparaciones de autos o decoraciones de interiores. Otro dato importante: arrastran grandes números de audiencias.
Por otro lado, los talent show han servido para descubrir a personas con grandes competencias en diferentes facetas: artísticas, culinarias y otras.
Cuba no se ha quedado atrás en cuanto a estas tendencias. Contamos con varias producciones que así lo demuestran, pero no creas que es algo que ha surgido ahora. Aquí te presentamos algunos de los principales concursos de participación que han puesto en alto las manifestaciones artísticas defendidas por cubanas y cubanos a través de los tiempos:
Para Bailar
Con una frecuencia semanal, cada domingo a las dos de la tarde, desde finales de los setenta y los ochenta, se emitió un programa televisivo que consistía en un concurso de baile donde los participantes, jóvenes en su mayoría, debían demostrar sus conocimientos y apego a las tradiciones cubanas al bailar danzón, música folclórica y otros. Quienes fueron espectadores de ese show, dicen haberlo vivido con emoción, pegados al televisor cada semana hasta llegar a la gran anual. De las parejas de concursantes, aún quedan en la memoria de los televidentes los Hermanos Santos, Rebeca y Masjuán, Alfredo y Nieves, algunos que luego de su paso por este espacio continuaron trabajando en la televisión.
Escenario Escolar
Coincidió en tiempo con el programa anterior, aunque no en espacio. Cada sábado, desde la década del setenta hasta fines del ochenta, se transmitió un audiovisual en el que mostraban sus cualidades niños y jóvenes de las escuelas elementales de ballet, música, danza y artes plásticas, así como otros aficionados no vinculados los centros de enseñanza artística. Los participantes, casi sin preparación previa, con solo un ensayo, se lanzaban frente a las cámaras.
¡Qué siempre brille el sol!
Esa chispa que había sido despertada en niños y jóvenes desde el espacio anterior se mantuvo también en las décadas siguientes. De 1980 a 1989 se produjeron una variedad de programas que fomentaban el interés por rescatar la tradición musical y artística cubana. Los participantes, igualmente, tuvieron la posibilidad de “brillar”, mostrar sus talentos y que llegara a todos los hogares.
Festival de la Canción Infantil «Cantándole al Sol»
Con el objetivo de “despertar la sensibilidad artística desde edades muy tempranas”, la Organización de Pioneros José Martí, el Instituto Cubano de Radio y Televisión y la compañía La Colmenita han convocado, desde fines de los 80 e inicios de los 90 este concurso. Ha tenido sus temporadas fuera de la programación televisiva, pero en los últimos años su producción ha continuado. Lo más importante es que mantiene su esencia en estos tiempos en los que no parece haber diferencia entre la música que se escucha en un bar para mayores de edad y la que se pone en el cumpleaños de un niño.
Hasta aquí, la lista merece una aclaración. Hay una empresa de televisión que ha revolucionado las maneras de hacer y de exhibir los concursos de participación en la televisión cubana. Nos referimos a RTV Comercial, entidad que ha estado al frente de varios proyectos:
- Sonando en Cuba (2015, programa competitivo de canto); Bailando en Cuba (2017, compiten parejas conformadas por un profesional y un principiante); La Colmena TV (2016, promueve un ambiente sano de competición entre los niños); La Banda Gigante (2018, conformación de una banda a partir de desafíos entre músicos graduados de escuelas y otros empíricos).
Más o menos con una estética similar y una gran producción detrás, estos programas, con sus “demasiadas” luces y sombras repiten esquemas anteriores o copian algunos foráneos.
Otra de sus producciones, por estos días mucho ha dado de qué hablar. La nueva edición del Concurso Adolfo Guzmán de la canción cubana, con muchas diferencias a los de etapas anteriores. Todavía es pronto para enjuiciarla, pero también mantiene la esencia: estimular las buenas creaciones musicales.
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