
Cuando el espacio de telechistes Pateando la lata llegó a la televisión cubana en julio de 1995, la recepción positiva del público fue inmediata. El carisma de sus actores y la factura de los sketches dirigidos por Delso Aquino, disparó su audiencia y lo llevó a trascender aquella programación de verano y mantenerse al aire hasta 2001.
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Entre los personajes más recordados de aquel show estuvo “El Falso Psiquiatra”, un alocado doctor que fue encarnado por Raciel Isidrón, más conocido en el ambiente artístico como Chano, nombre que tomó en honor a su padre, Cipriano “Chanito” Isidrón, célebre decimista conocido como “El rey del punto cubano”.
“Nuestro padre fue muy recto, de esa gente de ‘se almuerza a las 12 y se come a las 6’ y ‘si llegas después de las 12 te tiro una sábana para que duermas en el balcón’. Eso lo vivimos mi hermano Ricardo y yo, pero también debo decir que de él aprendimos la honestidad”, declaró en su momento el actor.
En su etapa de secundaria, Chano cuenta que solía fugarse de la escuela para irse a leer revistas Mecánica Popular a la Biblioteca Nacional José Martí. Posteriormente cursó estudios en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y luego pasó a la Escuela Nacional de Instructores de Arte (ENIA), en donde también se formó como profesor, ocupación que ha declarado como su pasión más grande.
Al terminar la escuela, se dedicó en serio al espectáculo y por ahí se juntó con José Enrique “Pepe” Silva y Efrén Rodríguez, con quienes fundó el grupo humorístico Los Fonomemecos el 5 de abril de 1979.
“Yo llego al humor por equivocación. A mí siempre me gustó el arte dramático y, como hijo de un poeta cómico, no me llamaba la atención el humor porque pensaba que me restaba. En la ENA me suspendieron una prueba porque un profesor dijo que yo no llegaría lejos por payaso”, reveló en 2023.
De su época en Los Fonomemecos guarda muchas anécdotas, entre ellas una sucedida en el teatro América, la cual lo describe muy bien como artista comprometido con sacar adelante el acto más allá de las consecuencias.
“Pepe era muy buen coreógrafo y Efrén tenía un oído musical brillante, mientras que yo no sabía (ni sé aún) bailar, ni cantar ni nada. Entonces estábamos haciendo una coreografía cerca de una pata (extremo) del telón, y había que marcar bien los compases para salir de escena justo cuando terminara la música. Cuando vi que estaba fuera de tiempo y no había terminado bien, decidí lanzarme como Superman y caí como un saco de arena dentro del telón, con lo cual cumplí con mi parte y no quedé mal con los muchachos. Cuando vino un asistente a levantarme, solo atiné a decir ‘yo estoy loco pa’l carajo’”, comentó entre risas Isidrón durante una entrevista para el programa de Youtube, La Casa de Maka.
Tras una década con el grupo, Chano cedió la batuta a sus colegas para dedicarse a estudiar. Su lugar lo ocuparía Miguelito González, alias El flaco, quien muchos años después, y usando el mismo nombre de Los Fonomemecos, tendría un éxito masivo en Miami junto a Gilberto Reyes.
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En lo adelante, Isidrón Jr. haría cursos de Márketing, Relaciones Públicas, Publicidad, Diseño y hasta Informática, especialidad esta última que décadas más tarde le valdría para abrir en Miami su propio negocio, My Solutions PC, —en activo desde 2019— con la intención de ayudar a las personas a armarse una computadora a su medida.
Uno de los fenómenos más curiosos de su carrera, está en el hecho de que Chano triunfara en la comedia con El Falso Psiquiatra, un género y personaje, respectivamente, que odia absolutamente.
“El Falso Psiquiatra no tenía guion. Yo llegaba y me daban una situación, a partir de la cual yo inventaba un intermedio y un final. Me divierto tanto con los humoristas que sinceramente puedo decir que no conozco a alguno que no me haga divertirme”, confesó.
Después de un lustro en pantalla, decidió hacer una pausa y cambiar un poco la ruta de su carrera. “Yo me tomé un año sabático durante el cual dejé de ganar dinero, con tal de grabar la telenovela Salir de noche (2002)”, confesó en una entrevista de 2021.
Entre sus actuaciones se cuenta también el teleplay Un cuento de camino, en cuya filmación estuvo a punto de ser ahorcado mientras filmaba la escena que da comienzo al audiovisual, según contó.
“Me ponen en una mata y me ponen un aro que va detrás y es falso, como de adorno. El tema es que ese aro se enganchó con el otro y empezó a ahorcarme. Yo empiezo a decirle lo que me estaba sucediendo a todo el que pasaba por debajo de la mata, pero en vez de hacerme caso, se reían porque pensaban que era broma. Por suerte vino un técnico que me leyó los labios y fue el que dijo ‘este hombre está en problemas’, y entonces ahí pusieron la escalera y me bajaron”.
En 2003, Chano se fue a México para impartir conferencias sobre el teatro bufo cubano en varias universidades de aquel país. Allá estuvo par de años, en los que también actuó en centros nocturnos y trabajó como diseñador en una compañía que hacía anuarios escolares.
Su llegada a Miami sucedió en 2005 y casi de inmediato se vinculó con el canal local América TeVé, en donde ha dirigido varios programas. En la ciudad floridana ha hecho también varias temporadas de teatro.
En 2023 le enviaron una invitación para su propia misa, celebrada el 24 de mayo de ese año. “Primero miré y pensé que era una foto mía, pero ya cuando leo la parte de la misa dije ‘ya estos son cuentos mayores’. Luego dije ‘ahora sí tengo un papel para presentar la justificación de no ir a trabajar’”, dijo entre risas en otra ocasión en La Casa de Maka.
Separado desde 2007, vive solo con sus perras y su Amazon Alexa, a quien ha descrito como su actual “esposa”. En Cuba tiene un hijo, Orlando, nacido en 1994, y también un nieto.
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