Este viernes tuvo lugar la selección de los refuerzos que se unirán a los equipos de Las Tunas, Industriales, Pinar del Río, Granma, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila que participarán en la tercera edición de la Liga Élite del Béisbol Cubano, pactada para comenzar el próximo 15 de marzo.
La polémica estuvo servida desde el propio inicio del programa televisivo, cuando en redes sociales comenzaron a filtrarse las solicitudes de los managers antes de que aparecieran en TV. Igualmente el espectáculo generó muchísimos temas de conversación entre los aficionados, quienes también cuestionaron otros elementos como la conformación de la bolsa de jugadores, errores de los mentores al mencionar a los peloteros elegidos, confusiones y otras dinámicas que realmente dieron al traste con un show bastante gris.
Mientras el mencionado espacio llegaba a la pantalla, trascendió una publicación en Facebook del estadístico Arnelio Álvarez en la que se listaba un grupo de atletas que varias provincias habían hecho «inelegibles». Entre estos aparecían nombres como Alexander Ayala y Yordanis Samón, ambos del elenco camagüeyano; Aníbal Medina, Ariel Sánchez y Eduardo Blanco, de Matanzas, y Yoasniel Pérez, de Cienfuegos, por solo mencionar algunos.
Respecto de esta relación de jugadores se ha difundido bastante en redes sociales la reacción del primera base y jardinero granmense Samón, uno de los mejores bateadores de Cuba en el actual siglo, quien afirmó en un comentario en la red social de marras que él había dicho que jugaría con Las Tunas y resulta que salía en «un listado que ni sabía que estaba ahí».
Por su parte, el jardinero sureño Pérez comentó en el post de Álvarez que consideraba «una falta de respeto yo salir ahí». «Siempre he estado dispuesto a jugar en mi pelota cubana, sea Élite o Serie Nacional. Hay un error hacia mi persona o una gran maldad hacia mí».
En septiembre, un medio local cienfueguero dio a conocer que el jardinero había solicitado su liberación del equipo, pero según Emilio Chaviano, en aquel entonces comisionado provincial de la disciplina, se estaba evaluando esa petición, «pues siempre pondremos por delante las estrategias trazadas para el mejor desempeño del equipo. Es válido aclarar que en las redes sociales se ha malinterpretado el asunto, y hasta se habla de aspectos de índole personal. En ese sentido informo que no es Emilio el que decide una baja técnica, sino todo un grupo de compañeros luego de analizar profundamente ciertos aspectos relacionados con cada atleta». Poco tiempo después trascendió extraoficialmente que Pérez jugaría la venidera campaña con los Gallos de Sancti Spíritus.
Como publicamos en un trabajo de hace algunos años, el jardinero salió de Cuba en 2015 con destino a República Dominicana después de cuatro Series con los Elefantes. En tierra quisqueyana entrenó durante un tiempo en la Academia Arlequín y, a diferencia de otros cubanos, tuvo la oportunidad de probar sus capacidades en un circuito, la Liga de Béisbol Profesional de Verano del Cibao, que si bien no es el campeonato rentado principal de ese país, le permitió ganar un poco de dinero y que su nombre no fuera desconocido allí, pues su desempeño fue bueno en las tres ediciones en que intervino.
Volvió a finales de 2020 a Cuba y desde ese entonces se convirtió en uno de los puntales de la ofensiva en la escuadra de su territorio natal. Tras el cierre del campeonato 62, el mejor de su carrera hasta la fecha y donde finalizó como uno de los mejores bateadores del certamen, fue galardonado con un Guante de Oro, el cual recibió por su desempeño como patrullero izquierdo.
En siete certámenes domésticos, Pérez compila línea ofensiva (AVE/OBP/SLG) de .305/.393/.444, además de 138 carreras empujadas, 18 vuelacercas, 44 dobles y tres triples.
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