Nada sencilla es la vida del jugador de béisbol en la escena profesional. Pruebas de ello son las disímiles historias de peloteros que, por cuestiones de fatalidad o rendimiento, no llegan a alcanzar el sueño de mostrar su calidad en el máximo nivel. Por otro lado, la situación actual que vive el mundo también ha influido en el destino de muchos, y el deporte, por supuesto, no ha escapado de ello.
A mediados del pasado año, varias organizaciones de MLB, debido al impacto de la crisis económica generada por el coronavirus, se vieron obligadas a reducir sus nóminas, con el objetivo de ahorrarse una buena cantidad de dinero que podrían redistribuir o, simplemente, suprimir de sus presupuestos.
Según un medio local, los Rangers de Texas, a inicios de mayo, anunciaron que sus empleados que trabajaban en la parte deportiva y en la de negocios, verían reducidos sus salarios entre un 10 y un 20% durante un lapso de tiempo indefinido. De acuerdo con esa información, a los jugadores no les afectarían sus ingresos.
Un mes más tarde, trascendió que la franquicia del oeste de la Liga Americana había liberado a 37 peloteros que pertenecían a sus diferentes equipos en las Menores. Uno de ellos fue el capitalino Hasuán Viera, quien vio cómo se truncaba su progresión rumbo a la Gran Carpa.
Quizás lo más triste del asunto es que el inicialista y jardinero había llegado hasta AAA, cuando defendió los colores de Nashville Sounds en 2019. En esa ocasión jugó pocos partidos, pero durante los encuentros se le vio muy bien: en 13 turnos a lo largo de cuatro choques, dejó línea ofensiva de .308/.471/.308.
En ese mismo año había dado el salto de A+ a la antesala de MLB, lo cual demostraba, de alguna manera, la confianza que habían depositado en el habanero. Pero a veces hay temas que trascienden la propia confianza. Publicó Sports Illustrated que los Vigilantes pagarían 400 dólares por semana, al menos hasta el final de junio de 2020, a cada uno de sus peloteros en el sistema de granjas. Como consecuencia de la falta de dinero, evidenciada en los pagos mencionados anteriormente, se esperaban despidos.
Para Hasuán, imaginamos, debió haber llegado un momento de enorme incertidumbre, puesto que había ascendido bastante rápido dentro de la organización, por lo cual quizás no parecía tan distante una probable llamada para el roster principal, al menos en la fase de expansión.
A pesar de no dejar grandes números durante su paso (línea ofensiva de .242/.370/.296, con 13 dobles, un triple, un jonrón y 38 empujadas), sí contó con el resguardo de los directivos en los distintos niveles por los que transitó durante la mayor parte de su estancia (Rookie, A-, A+). Él mismo lo confirmó en un diálogo con El Nuevo Herald: “Me dicen que siga trabajando duro, que siga progresando, que mantenga la ética de trabajo que sí se puede, que son muchos los ejemplos de quienes se esfuerzan y llegan. Espero no defraudar a quienes confiaron en mí y a la organización”.
Ahora mismo, con 25 años recién cumplidos a finales de enero, resta esperar para ver si consigue un pacto con alguna otra organización, tema bastante complejo por culpa de la situación financiera que atraviesa cada una de estas entidades. Probablemente lo mejor para él sea intentar probarse en alguna liga independiente o en una caribeña, con el objetivo de volver a recuperar su rendimiento y dejarse ver ante cazatalentos del Big Show.
Durante su etapa en la pelota cubana, Hasuán formó parte de la selección nacional juvenil que concursó en el Panamericano de la categoría, con sede en México en 2014. Allí compartió elenco con Víctor Víctor Mesa, Ariel Martínez, Diosbel Arias, Omar Estévez, Denis Peña, Luis Vicente Mateo, Julio Pablo Martínez, Luis Robert, Cionel Pérez, Jorge Luis Oña, Yusniel Díaz, Ronald Bolaños, Johan Oviedo, Michel Báez, entre otros. Fue campeón nacional sub-23 con La Habana e integró el equipo de Industriales durante las temporadas 2014-2015 y 2015-2016. Entre ambas campañas reunió 98 veces al bate, en las que conectó 23 imparables (siete dobles), válidos para un average de .235; su OBP fue de .382 y remolcó 13 carreras. No gozó de tantas oportunidades, debido a que Alexander Malleta llevaba muchísimos años establecido como el inicialista regular del equipo, y en el outfield también le era complicado ganarse un lugar.
En febrero de 2016 decidió salir del país, rumbo a Dominicana, y en septiembre recibió la documentación requerida para poder firmar con alguna organización de MLB. Pactó con los Rangers en 2018.
Desde Cubalite esperamos que Viera pueda seguir mostrando su calidad en el deporte que le apasiona y regrese pronto a los terrenos de juego. Lo amparan su juventud y su rápido ascenso en el máximo nivel del profesionalismo.
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