Por estos días, la posibilidad de un fenómeno ciclónico fuera de temporada ha captado la atención de especialistas y población en Cuba, ante pronósticos que sugieren su potencial desarrollo frente a las costas orientales de la isla entre el 19 y 20 de mayo.
El Instituto de Meteorología (Insmet) ha emitido un llamado a la cautela y la serenidad ante la circulación de estas informaciones en redes sociales. Si bien reconocen que pueden formarse fenómenos atmosféricos «extemporáneos» -fuera del período oficial del 1 de junio al 30 de noviembre-, los expertos subrayan la necesidad de manejar estas aseveraciones con prudencia científica.
«Los pronósticos a más de cinco o seis días tienen un margen de error más elevado y suelen cambiar significativamente en próximas actualizaciones», advierte el Insmet a través de su perfil en Facebook, destacando la incertidumbre inherente a las predicciones a largo plazo (12 o 13 días).
El Sistema de Pronóstico Global (GFS) de Estados Unidos ha señalado esta posibilidad, pero los meteorólogos cubanos recuerdan que las predicciones no deben basarse en un modelo único. La atmósfera, por su naturaleza dinámica y cambiante, requiere un análisis integral que combine diferentes herramientas de monitoreo y el criterio de los especialistas.
Ante esta situación, el Insmet enfatiza la importancia de mantenerse informado a través de canales oficiales, como el propio Instituto y la Defensa Civil, evitando especulaciones que puedan generar alarma innecesaria en la población.
«La atmósfera es dinámica y cambiante, pero la prevención es constante. ¡Sigamos atentos sin caer en especulaciones!», subraya la institución, aprovechando para recordar la importancia de la preparación ante la proximidad de la temporada ciclónica 2025, que se prevé activa.
Esta alerta temprana, más allá de la incertidumbre sobre su materialización, sirve como recordatorio de la importancia de la preparación y la prevención ante fenómenos meteorológicos, especialmente en un contexto de cambio climático donde los eventos «fuera de temporada» podrían volverse más frecuentes.
Una temporada ciclónica activa
Los pronósticos meteorológicos para la venidera temporada ciclónica apuntan hacia un período de intensa actividad en la cuenca del Atlántico Norte, con condiciones oceánicas y atmosféricas que favorecerán la formación de estos fenómenos meteorológicos.
Según las previsiones actuales, indica el Instituto de Meteorología que se espera el desarrollo de 15 ciclones tropicales, distribuidos entre el océano Atlántico (10), el mar Caribe (3) y el golfo de México (2). De este total, ocho podrían alcanzar la categoría de huracán, lo que representa una actividad superior a la media histórica.
Para Cuba, las probabilidades de verse afectada por al menos un huracán se sitúan en un 50%, superando significativamente el riesgo climatológico habitual del 35%. Más preocupante aún resulta la probabilidad del 70% de que al menos una tormenta tropical impacte en la isla durante esta temporada.
Las condiciones actuales muestran temperaturas superficiales elevadas en el mar Caribe y la franja tropical del Atlántico Norte, aunque ligeramente inferiores a las registradas en 2024. Los modelos sugieren una posible disminución de estas anomalías cálidas durante la segunda mitad del año. Además, se prevé que el actual evento La Niña, de carácter débil, evolucione hacia condiciones neutrales que se mantendrían durante el resto de 2025.
Por otra parte, El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos ya ha establecido el listado de nombres para la temporada, siendo «Andrea» el primero en la lista.
Una actualización del pronóstico de actividad ciclónica para 2025 será emitida el próximo 5 de agosto, lo que permitirá ajustar las predicciones según la evolución de las condiciones atmosféricas y oceánicas.
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