En 1991 llegó a los hogares cubanos la serie policiaca Su propia guerra, cuya trama, acerca del trabajo de un agente encubierto, mantuvo en vilo a millones de cubanos.
Hace más de tres décadas muchos sufrieron con la vida de Octavio Sánchez Guzmán, “El tavo”, protagonista de aquel audiovisual donde también sorprendieron otros personajes secundarios, entre ellos, “Toña la Negra”.
Este rol fue encarnado por Humberto Páez, uno de los actores que tuvo que interpretar a una persona basada en alguien real. El verdadero nombre de “Toña” era René, según publicaron años atrás en el diario Juventud Rebelde.
Entre persona y personaje hubo muchas similitudes: ambos eran homosexuales, los dos tenían conocimientos sobre la religión yoruba y estaban dispuestos a ponerlos en práctica para proteger y cuidar a Octavio por encima de lo que fuera. La única diferencia: René era un rubio de ojos azules.
“Toña”, padrino de “El Tavo”, tuvo apariciones esporádicas a lo largo de ocho capítulos en la primera temporada, pero su presencia marcó momentos determinantes en la trama. Fue en una fiesta en su casa donde Octavio tuvo el primer encontronazo con “Mantilla”, riña que luego desencadenó varios acontecimientos.
“La negra” dio cobijo a su ahijado cuando este no tenía dónde estar, insistió en visitarlo en prisión, alertó a su esposa sobre su paradero en el solar de Caridad… consultó los caracoles, preocupado por la situación de su amigo, y le alertó: “tienes que cuidarte, te quieren sacar de este mundo”. Su protección fue tal que llegó a dar la vida por él. La escena de su muerte aún es recordada por muchos.
…pero como actor, Humberto Páez hizo mucho más. En 1983 había aparecido brevemente en el filme Los pájaros tirándole a la escopeta. Participó en Melodrama (1995), comedia dirigida por Rolando Díaz. Tuvo, además, una actuación especial en el documental Si me comprendieras (1999), del mismo director, donde se reflejaba una Cuba marcada por tensiones políticas, raciales y de género. En 1997 formó parte de Historias clandestinas en La Habana, película argentina filmada en su tierra natal, donde pudo compartir rodaje con Jorge Perugorría y Verónica Lynn.
En el programa infantil Fantástico, transmitido durante los noventa, era “Humbertico”, mediador entre las situaciones que rodeaban a Campanita, Peluso y Cariñosita. Este show se filmaba en anfiteatros que recibían a los niños y estos, luego de mostrar varias de sus habilidades, podían ser premiados. Para los más pequeños también hizo interpretaciones en El Camino de los juglares.
La radio fue otro de los medios donde destacó sobremanera. Cautivó a miles en los espacios de policiacos y novelas de Radio Progreso.
En más de una ocasión, dio vida en el espectro radiofónico a Ignacio Villa, quien fuera su ídolo desde pequeño. La voz quebrada y la caracterización sicológica que hizo de su artista favorito le condujeron al reconocimiento del público. Se dice que, incluso, algunos pensaron que escuchaban un relato fidedigno narrado por el propio Bola.
Doblaje de animación, radio, televisión y hasta teatro. A Humberto no pareció escapársele ninguna esfera: cantaba, bailaba… En 2005 participó en la mítica presentación de la obra Andoba, en el Parque Trillo. Ahí encarnó el personaje de Primitivo.
La prensa cubana (al menos en versión digital) muy poco ha hablado de él:
-En 2012, el periódico Granma anunció, como parte de una programación cultural que tendría lugar en el Museo de Artes Decorativas, la peña Una cita con el amor, donde Mirta Ramos conversaría con “el actor de la radio y la TV, Humberto Páez”.
-Sobre su papel en la radionovela biográfica Bola de nieve: La sonrisa eterna, transmitida por Radio Cadena Habana, el diario Juventud Rebelde dialogó con Páez, quien contó: “experimenté fuertes emociones en escenas (…) sufrí ataques de llanto durante la grabación de la muerte de Bola. Verme representando a una persona que yo admiro tanto resultó una vivencia fascinante”.
-En 2014, el Portal de la Televisión Cubana lo mencionaba entre los nominados a los Premios Caricato 2013. En el apartado del XXXV Concurso Nacional de Actuación en radio Antonia Valdés, en la categoría actuación de reparto, aparecía Humberto por la aventura Simbad el marino.
Si poca cobertura mediática tuvo su obra, su fallecimiento recibió mucho menos. Murió en mayo de 2014. Algunos recuerdan aquella noticia dada a conocer en el programa Estaciones, de Radio Rebelde. En esa ocasión, la invitada era la actriz Irela Bravo, amiga suya, y fue quien comunicó el lamentable acontecimiento.
Al momento de su deceso, colaboraba con un proyecto comunitario: la compañía infantil Mar de Espuma. Por esos días se le había visto en el hospital Hermanos Ameijeiras, con un estado de salud debilitado. Antes, en 2008, estuvo grave, y aunque los especialistas no contaban con él, se recuperó. Continuó su labor profesional hasta 2014. Cuando dijo adiós para siempre, todavía tenía mucho para dar en la actuación.
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