Por primera vez, en la actual Serie Nacional cubana de béisbol, los hermanos Yasmani y Roque Tomás coinciden en el principal torneo deportivo del país en representación de Industriales. Si bien Roque estuvo en la fase regular de la pasada temporada, el retorno de Yasmani a la pelota antillana, luego de su experiencia en las Grandes Ligas de Estados Unidos, sucedió en los playoffs, por lo que no pudieron ser compañeros.
Antes, en la campaña 57 (2017-2018), Daniel Tomás, hermano de ambos, también defendió los colores de los Leones, aunque su paso fue muy efímero, al estar en ocho partidos, siempre como jugador de cambio a la defensiva, y apenas compiló dos veces al bate, con una anotada, un doble y una impulsada. Si algunos están pensando en la posibilidad de que los tres atletas jueguen juntos en las filas industrialistas, les digo que la descarten.
Daniel arribó a Estados Unidos el pasado 27 de febrero, después de salir de la isla el 11 de enero rumbo a Nicaragua, para cumplir la conocida travesía migratoria hacia la nación norteña, según le dijo a Cubalite. Se marchó con su esposa y su hijo, atravesó varias dificultades, pero afortunadamente la cita les llegó rápido.
“Aquí quisiera vincularme con el béisbol, aunque sea de entrenador, pero no tengo relaciones donde vivo, en West Palm Beach. Sé que es complicado al principio, pero me mantengo con la mente positiva. La pelota me dio casi todo lo que hoy tengo, me ofreció oportunidades y me regaló buenas amistades.
“Mi experiencia con Industriales fue breve y después tuve una lesión en el codo del brazo de lanzar y no pude seguir jugando. Lo intenté una y otra vez pero no me recuperé. Estar en la nómina de Industriales fue un sueño que tuve desde niño, un sueño que tiene todo aquel que juega pelota en la capital. Me sentaba delante del televisor y veía a uno de mis hermanos jugando con los Azules. Eso me motivó mucho más. Creo que sí pude tener más oportunidades, desde las categorías inferiores se hablaba de Daniel Tomás, sobre todo de mis cualidades defensivas”, aseguró el receptor de 28 años.
Sobre la inclusión de sus hermanos Roque y Yasmani en el conjunto habanero que participa en la Serie 63, dijo que su padre está muy orgulloso de que tres de sus hijos hayan lucido el uniforme de un elenco tan relevante. “Cuando los veo, quisiera estar con ellos jugando el torneo. El béisbol es lo que siempre he practicado, me gusta mucho. Yo también estoy orgulloso de esos dos hermanos míos y de lo que están viviendo”.
Daniel participó en Campeonatos Nacionales sub-23 con equipos capitalinos y la Serie Provincial la jugó con el plantel de Plaza de la Revolución.
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