Smäland, Suecia. Un bosque de coníferas.
Cuatro días estuvo Nattramn buscando una sudadera que había enterrado un mes antes bajo un pino o un ciprés, cuando supo que daría el primer concierto con su banda de depressive suicidal black metal: Silencer. A la noche del quinto día la encontró…
Entre el amasijo de tela, cilíndrica y dilatada, una lombriz de tierra enroscada sobre el letrero God is Dead en la sudadera. Sin sacudirla, Nattramn se vistió con la ropa exhumada. Y así cantó.
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Su sobrenombre viene de un pájaro de la mitología sueca, encargado de tomar las almas de los suicidas. Sus canciones son un llamado continuo a la muerte: gargantas abiertas, vísceras, desangramientos; letras como coágulos disueltos. Y gritos, casi siempre.
Mientras la banda grababa su único disco, Death–Pierce me, Nattramn cantaba y se automutilaba. Con el cuchillo zanjaba el costillar derecho, la carne se abría en tajos. Luego, falange a falange, el filo arrancó los dactilares y la piel de las manos, que luego sustituyó, entre vendajes, con dos simpáticas patas de cerdo.
En el suelo, mordiendo el micrófono, aflojó su dentadura. Su boca sangrante gritaba y repetía la frase “córtenme el cuello, por favor”.
Y todo esto, así, se grabó.
Solo seis canciones tiene el CD, quizá el número exacto de dedos que se mutiló.
En los agradecimientos del disco, y con evidente sesgo poético, el vocalista agradece (mencionándolos como nombres propios) a los medicamentos que tomaba por lograr un sonido como el de la agonía de un animal.
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Dicen que algunas semanas antes del lanzamiento del álbum, en 2001, Nattramn fue internado en un hospital siquiátrico. Al poco tiempo escapó, dejando escrito sobre una pared este cartel: “Voy a matar niñas, y ser tan famoso como Thomas Quick”.
Luego de ser internado por última vez, y bajo terapia musical, escribió algunas canciones que los médicos consideraron síntomas de mejoría: ya no componía temas de depressive suicidal metal, entonces le iba la onda depressive dark ambient.
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En 2011 Nattramn fue dado de alta. Escribió Pig Heart, un libro que es algo así como su propia filosofía de vida, y donde recomienda al ser humano sentirse como un animal, en la podredumbre, para así alcanzar la verdadera muerte.
Al día de hoy nadie sabe dónde vive, o si vive el vocalista esquizoide de Silencer. Aunque una vez, en el poblado de Markayd, un dependiente de gasolinera vio a un hombre correr desnudo en la madrugada, con el cuerpo lleno de vendas.
Y días después, sobre una valla publicitaria, apareció el retrato risueño de Thomas Quick.
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