Muchas noticias ha generado en varios medios y redes sociales la designación de Pedro Jova como mentor de la tropa villaclareña que disputará la venidera Serie Nacional. El nuevo timonel, sin dudas, provoca esperanzas en los aficionados del elenco y, si a ello se le suman incorporaciones que puedan fortalecer el equipo, pues más razones tienen los parciales para seguir manifestando su optimismo.
Por estos días hemos estado muy al tanto de lo que sucede en torno a los naranjas. Publicamos sobre los posibles regresos de dos atletas, también acerca de uno de los entrenadores de pitcheo, y no dudamos de que en el transcurso de las próximas fechas sigan llegando informaciones desde la central provincia.
Hoy hablaremos sobre otro de los hombres que acompañarán al manager en el cuerpo de dirección. Se trata de Francisco Javier Carbonell Duménigo, quien fungirá como coach de banca.
Carbonell, otrora antesalista, tiene en su haber una hazaña bastante difícil de conseguir: jugó en los equipos Cuba de béisbol y softbol. Disputó diez Series Nacionales con conjuntos villareños, en las que acumuló 1155 veces al bate, conectó 291 imparables (40 dobles, cuatro triples y seis jonrones) y empujó 94 carreras. Dejó línea ofensiva de .252/.292/.309, números bastante discretos.
Muchos lo recuerdan por una buena defensa en la esquina caliente. Fue regular cubriendo esa posición en aquellas novenas que dirigió Eduardo Martín a finales de los setenta e inicios de los ochenta.
Pese a no ser una de las grandes estrellas de su época, en la temporada 81-82 completó un buen ciclo y fue tenido en cuenta para la Selectiva. Con la lesión de «Cheíto» Rodríguez y, después de pasar por la preselección nacional, hizo el grado para la Copa Intercontinental en Edmonton, Canadá, donde el conjunto de las cuatro letras se colgó las medallas de plata.
Antes había vestido la franela de la selección cubana en el Mundial Juvenil de 1973 que tuvo sede en México. Allí compartió con Pedro José, Ricardo Bent, Manuel «El Camión» Álvarez y otros. Luego, en su etapa como jugador de la primera categoría, además del certamen efectuado en tierras canadienses, disputó unos Centroamericanos y del Caribe y varios topes contra rivales del área continental.
Además de lo anterior, formó parte de equipos cubanos de softbol que asistieron a eventos Panamericanos, Centroamericanos y a algunos juegos amistosos en la década de los ochenta.
Tras varios años en que poco se supo de él, su nombre regresó a los medios luego de que se le reconociera como innovador dentro del deporte. Resulta que Francisco Javier, desde hace algún tiempo, fabrica tipos de pelotas que funcionan como implementos en entrenamientos. Debido a ello ha merecido el Premio Anual de la Ciencia, Tecnología, Innovación y Medio Ambiente del INDER «José Yáñez Ordaz».
«En el 2018 gané el premio en la categoría de innovador por los proyectos que he diseñado alrededor del béisbol como las pelotas de goma y la pizarra para el control, la efectividad del picheo y el desarrollo del pensamiento técnico táctico. En 2019, ya demostré la incidencia real que tenía cada uno de estos productos en los entrenamientos y la posibilidad que ofrecen de sustituir importaciones, por lo que obtuve el reconocimiento por Investigación de mayor impacto económico», dijo en una conversación con el periódico Vanguardia.
En ese propio trabajo, se dice que las pelotas que confecciona están hechas de goma, PVC y poliuretano. Sus características cambian de acuerdo a los objetivos para los que se destinan cada una.
«Las de PVC son huecas por dentro y sirven para batear contra la máquina de picheo. En las de goma se les inserta en el interior corcho o balines de acero en dependencia de la aplicación que se le dará en la metodología de entrenamiento. Se pueden utilizar para diferentes actividades como bola bombeada, batintín, bateo a corta distancia, ejercicios de picheo y rehabilitación de lanzadores», comentó al citado medio.
Gracias a las bondades de este implemento, dijo, ya han sido empleadas por equipos como los de Villa Clara, Guantánamo, Holguín, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Matanzas y el Cuba.
«José Dariel Abreu, de las Medias Blancas de Chicago, entrenó con 100 pelotas, tuvo buenos resultados y mandó pedir más para utilizarlas dentro de su plan de entrenamiento», sentenció.
La presencia de Carbonell en la escuadra villaclareña podría influir de manera muy positiva, sobre todo en los entrenamientos. Su experiencia científica en ese y otros ámbitos debe ser crucial en el asesoramiento a un gran manager como Jova.
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