
César Prieto, uno de los talentos más sobresalientes del béisbol cubano en los últimos años, continúa su espera por el llamado a las Grandes Ligas, a pesar de mostrar números sólidos en las Menores. La razón principal podría estar en una condición específica que los equipos de MLB valoran cada vez más: la diferencia entre el porcentaje de embasado (OBP) y el promedio de bateo (AVE).
En el Big Show, se considera excepcional cuando un jugador mantiene una diferencia de 100 puntos o más entre su OBP y su AVE, mientras que una distancia entre 75 y 80 puntos se asume como muy respetable. Sin embargo, Prieto, desde sus días en la Serie Nacional cubana hasta su actual paso por las Ligas Menores, ha sacado a relucir una tendencia que preocupa a los analistas: su dependencia de los hits para llegar a las bases.
Un caso reciente que ilustra la importancia de esta métrica es el del también cubano José Barrero, recientemente promovido a los Cardenales de San Luis, la misma organización a la que pertenece el infielder cienfueguero. El habanero, además de tener experiencia previa en MLB con los Rojos de Cincinnati y desempeñarse también en la pradera central, presentaba en la actual lid de AAA una línea ofensiva (AVE/OBP/SLG) de .299/.396/.517, con una diferencia de casi 100 puntos entre su OBP y AVE, lo cual demuestra una superior capacidad para alcanzar las bases por diferentes vías.
En contraste, la historia de Prieto con los boletos es reveladora. Su máximo de bases por bolas en Cuba fue de 37 en 330 apariciones al plato durante la temporada 2019-2020. En Ligas Menores, su mejor marca ha sido de 30 pasaportes en 540 turnos durante 2023, cuando dividió su tiempo entre AA y AAA con Baltimore y San Luis.
El 2023 fue, precisamente, el año en que César logró su mayor diferencial entre OBP y AVE en el sistema de MLB, con apenas +44 puntos. En lo que va de 2025, aunque muestra mejoras con un +59 (OBP de .337 y AVE de .278), la temporada es aún demasiado joven para considerar esto como un cambio significativo en su patrón de bateo.
Esta estadística, aparentemente simple, enseña mucho sobre la capacidad de un bateador para leer lanzamientos y su paciencia en el plato, cualidades cada vez más valoradas por los expertos. Mientras Prieto continúa demostrando su talento para batear con consistencia, los Cardenales parecen estar esperando ver una evolución en su aproximación al plato, específicamente en su habilidad para trabajar conteos y obtener transferencias hacia la inicial.
El talento del sureño es indiscutible, como lo demuestran sus números tanto en Cuba como en las Ligas Menores. Sin embargo, en la era moderna del béisbol, donde cada aspecto del juego es analizado minuciosamente, esta particular estadística podría estar siendo el factor decisivo que mantiene a uno de los prospectos más prometedores del béisbol cubano esperando su oportunidad en la mejor pelota del planeta.
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