Una vez anunciado el conocido acuerdo del 19 de diciembre pasado entre la Federación Cubana de béisbol y la MLB, una idea razonable era que peloteros cubanos que salieron hacia países como República Dominicana, México o Venezuela para perseguir la ilusión de una firma profesional, preferiblemente con alguna franquicia de Grandes Ligas, y no la consiguieron en su estancia, regresaran a la Isla para acogerse a los beneficios de un convenio que llegó, aunque tarde, en muy buena hora.
Muestra de la coherencia de ese criterio es que a partir de la mencionada fecha han retornado a su país de origen algunos jugadores, aunque, sinceramente, la cantidad es irrisoria y la mayoría han sido figuras de poco renombre en las Series Nacionales. Por eso, cuando escuchamos hace poco en una emisora que el guantanamero Yoilan Cerce, muy conocido en los clásicos domésticos, volvió a Cuba y quería jugar la Serie Provincial con el fin de reincorporarse a la Serie Nacional, Cuba Lite indagó sobre la veracidad de la información.
Conversamos escuetamente con un jugador de los Indios del Guaso, que concluyeron en el puesto 14 en la pasada temporada, quien confirmó que Cerce tenía planes de participar en el campeonato provincial, sin embargo tuvo que regresar al país donde reside y eso impidió que los guantanameros pudieran alimentar una gran ilusión de cara a la próxima campaña beisbolera.
De haberse logrado lo anterior y la Comisión Provincial del territorio oriental hubiese aprobado el retorno del estelar camarero a los Indios, estaríamos ante una situación curiosa e inédita. El caso de Cerce es muy diferente al de otros jugadores que residieron fuera de Cuba y luego se involucraron en el torneo élite de la pelota de casa, toda vez que él firmó con un club de las Mayores y jugó durante una temporada en Ligas Menores.
El 20 de agosto de 2015 los Medias Rojas de Boston se hicieron de los servicios de Cerce, quien se encontraba como agente libre, y 12 días después fue asignado al elenco Salem Red Sox, correspondiente al nivel de clase A avanzada. En la Liga de Carolina estuvo en 64 partidos y reunió 226 veces al bate, con 55 imparables, average de .243, 26 anotadas, 12 dobles, tres triples, tres jonrones y 26 remolcadas. Defendió su habitual segunda base, además de la antesala y los tres jardines.
En marzo de 2016 su escuadra de Ligas Menores lo liberó y después lo hizo la franquicia principal. Tras quedar sin equipo en la Gran Carpa, el atleta de 31 años no ha jugado en otras ligas profesionales, situación que extraña debido a su calidad.
Nacido en el municipio de Manuel Tames, intervino en nueve Series Nacionales desde que debutó en 2004 hasta que marchó de Cuba en 2013. Bateó de por vida para .321 —ocho campañas por encima de .300—, se quedó a 96 imparables de los 1000, produjo 152 tubeyes, 24 triples, 66 bambinazos y 350 impulsadas, siempre como camarero.
Protegió la segunda base del equipo Cuba que acudió al Campeonato Mundial juvenil en septiembre de 2004 en Taipei de China, donde quedó campeón y conformó el Todos Estrellas del evento. Al año siguiente repitió en el combinado cubano que compitió en el Torneo Panamericano para menores de 18 años en México. Con la selección nacional de mayores estuvo en cuatro certámenes, siendo el principal el Mundial Universitario en Japón en 2010, evento que los antillanos ganaron.
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