Entre las figuras ofensivas más destacadas de los Elefantes de Cienfuegos en las últimas Series Nacionales de béisbol está el antesalista Pavel Quesada Pedroso, quien ya acumula 12 temporadas. El sureño tuvo una primera etapa de 2004 a 2014 y la segunda comenzó en 2018 y se mantiene hasta la actualidad. En esos años intermedios donde estuvo ausente del certamen beisbolero cubano fue debido a que salió del país con el objetivo de firmar en algún circuito profesional.
En 2014 marchó hacia República Dominicana y luego de varios meses allí recibió una muy buena oportunidad, cuando fue invitado al campo de entrenamientos de las Águilas Cibaeñas, club de la Liga Profesional de ese país, al que se incorporó a finales de septiembre de 2015. Durante la preparación coincidió con el villaclareño Yuniet Flores y el habanero-pinero Jorge Despaigne.
Tras cumplir la pretemporada y no ser convocado al roster definitivo, Pavel recibió el llamado en noviembre con los aguiluchos. Apenas pudo intervenir en dos choques, con un hit en seis comparecencias, dos impulsadas y par de ponches. Una de sus empujadas fue como emergente ante los Gigantes del Cibao.
Luego de su efímero debut en el béisbol profesional, buscó continuar su carrera en Venezuela. Allí, en el invierno de 2016, se involucró en los entrenamientos de los Bravos de Margarita —conjunto perteneciente al circuito principal morocho—, junto con su primo Edwin Vassel.
A la postre Vassel participó en tres partidos y fue dado de baja por pobre rendimiento, pero a Quesada nunca lo promovieron al primer elenco, tras varios encuentros en la Liga Paralela.
Hace pocos días, siete años más tarde de su debut profesional, el bateador derecho volvió a un campeonato rentado, cuando comenzó su concurso en la Liga Mayor Profesional de Venezuela, certamen veraniego que vive su segunda edición y tiene menos nivel que el invernal.
Con los Delfines de La Guaira, organización a la que arribó gracias a un contrato a través de Cubadeportes S.A., ha jugado en cinco encuentros, siempre como tercera base y quinto madero.
Sus dos primeros desafíos fueron bien fríos para él, al irse en blanco ocho veces. No obstante, en los tres últimos ha disparado un incogible por juego y eso puede indicar un progreso paulatino. Hasta hoy promedia .188, con tres imparables, cinco anotadas, un tubey, un triple, dos remolcadas, tres boletos y cuatro ponches.
El atleta de 34 años, que representó a Cuba en eventos internacionales durante su tránsito por las categorías inferiores, la última vez que defendió a una selección nacional ocurrió a mediados del pasado año, en la Copa del Caribe, en Curazao. Allí se llevó el premio de Jugador Más Valioso de la competición, tras batear .833, con 10 hits, cuatro dobles, par de jonrones y 12 impulsadas.
Años atrás, Quesada fue parte de una temida tanda de los Elefantes cienfuegueros, en compañía de José Dariel Abreu, Erisbel Arruebarrena, Yoan Moncada, Osvaldo Arias y otros buenos bateadores.
y Yasiel Puig