El béisbol cubano ha aprendido a vivir con todos sus desvaríos, o tal vez, en la marcha, está aprendiendo a vivir con ellos. Casi a diario es blanco de críticas que muchas veces se busca, y lo más llamativo es que parece hacer poco para quitárselas de encima. La Serie Nacional que recién finalizó tuvo sus ejemplos, entre ellos, sanciones excesivas o un poco severas a varios jugadores por diferentes causas. ¿Las más sonoras? Las impuestas al industrialista Lisbán Correa y a los holguineros Enmanuel Chapman y Pedro Almeida por un año.
Otros que recibieron castigos en días cercanos de octubre fueron el espirituano Geisel Cepeda y el avileño Alfredo Fadraga, a causa de intentos infructuosos de salidas ilegales del país. Tras quedar sus equipos eliminados en la primera fase, ambos fueron solicitados como refuerzos por el manager matancero Armando Ferrer, aunque no cumplieron el propósito por el que fueron pedidos, al ser separados de la Serie por la Dirección Nacional de Béisbol.
Cuando se anunciaron las sanciones, la pelota cubana volvió a recibir otra bofetada en pleno rostro, al tratarse de dos de los prospectos de mayor interés entre los que permanecen hoy en Cuba.
El receptor Fadraga, el año anterior, intervino en algunos de los eventos en que participó la selección nacional: Juegos Panamericanos de Lima, incursión en la desaparecida Liga Can-Am y los topes contra un equipo universitario estadounidense y el conjunto de Nicaragua, ambos como visitante. Mientras que Cepeda conformó preselecciones nacionales y, al igual que Alfredo, integró el famoso listado de 34 peloteros liberados por la Federación Cubana del deporte para optar por contratos con organizaciones de Grandes Ligas.
Al parecer, sobre ellos todavía existe el peso de sanciones —cuando se divulgaron las respectivas informaciones se dijo que quedaban excluidos de la Serie, pero no se dieron más detalles—, a tenor con sendas publicaciones aparecidas en los medios de prensa Escambray (Sancti Spíritus) e Invasor (Ciego de Ávila), las cuales no daban seguridad sobre sus presencias en la próxima temporada.
No obstante, para fortuna de ambos y de nuestro béisbol, hay buenas nuevas que pudieran condicionar sus retornos al torneo doméstico que debe iniciar en abril, claro está, si la Comisión Nacional también pone de su parte y entiende el valor de esos talentos. Más mano dura solo puede provocar un efecto colateral: que los jugadores se cansen e intenten hasta que consigan marchar de la Isla.
A Fadraga, según la publicación avileña, se le permitió jugar con el conjunto de la capital provincial en el Campeonato de ese territorio. En la jornada inaugural, este jueves, conectó par de cuadrangulares en el doble juego donde su elenco derrotó a Venezuela. Tiene 20 años, acumula tres Series y en la recién concluida bateó .252, con seis dobles, ocho jonrones y 27 impulsadas. Es un pelotero de poder demostrado, algo que evidenció en la temporada 58, pues nueve de sus 24 indiscutibles fueron jonrones.
Mientras que Cepeda, que hace tres días cumplió 22 años, conforma la preselección yayabera dirigida por Eriel Sánchez, la cual entrena desde el 13 de enero en el estadio José Antonio Huelga.
Según palabras del Comisionado Provincial, Nelson Ventura, a Escambray, Geisel continúa sancionado, sin embargo, no ha cesado de entrenar y ha mantenido un comportamiento muy positivo, preparándose incluso en los días de vacaciones del resto de sus compañeros. Agregó que su caso está pendiente de análisis por la Comisión Nacional, que si aprueba eliminar el castigo a los seis meses, como está escrito en el Reglamento del torneo, podría incorporarse, de seguir con su buena conducta y “si no cumple con eso, no podría estar en la Serie, aunque esté en la preselección”.
El primo de Frederich ha estado en cuatro contiendas y promedia .317, con 191 inatrapables, tres jonrones y 15 tubeyes. En la Serie 59 bateó .359 y produjo 61 incogibles.
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