Para nadie es un secreto que la vida de un emigrante en cualquier país tiene matices bastante complejos, y en muchas ocasiones requiere superar buena cantidad de adversidades, relacionadas generalmente con la adaptación a un nuevo territorio y a rutinas distintas. En el caso de muchos actores cubanos que han decidido rehacer sus vidas en Estados Unidos, la situación no ha sido diferente: en ocasiones no pueden continuar con sus carreras de la manera en que ellos hubiesen querido y deben atravesar por situaciones que quizás no tenían entre sus planes.
Sobre algo relacionado con esto último han trascendido unas declaraciones ofrecidas recientemente por Ulyk Anello en el programa Destino Tolk. Sorprendió a muchos que el habanero dijese que, al quedarse sin los beneficios de los food stamps (cupones para alimentos), se vio en una difícil circunstancia y agregó que pasó días sin comer. Incluso llegó a comentar que tuvo problemas para poder pagar el alquiler y el seguro de su vehículo.
Más adelante en la conversación, el actor expresó que durante un tiempo pasó por terribles momentos de depresión y añadió, visiblemente emocionado, que tuvo ganas de morirse, pero supo motivarse gracias a sus hijos y su madre, dos de sus más grandes soportes ante esas dificultades.
Anello llegó a Estados Unidos en el último trimestre de 2022 y, como publicamos en un trabajo anterior, al poco tiempo de su arribo a esa nación se le vio promocionado un negocio en Miami, Adrian May Scooter, dedicado a la venta y/o arrendamiento de motos.
Igualmente, este cubano, graduado de electricidad en el Instituto Tecnológico Hermanos Gómez, en Lawton, comentó en su momento que poseía una moto propia y se dedicaría allá a negocios de entrega a domicilio.
De forma paralela publicó en sus redes algunos sketches junto a la actriz Yía Caamaño, en los que ambos retomaban sus personajes de la telenovela Asuntos pendientes, la última en la que intervino Ulyk en Cuba.
Durante la etapa en su tierra natal, el capitalino intervino, en sus inicios, en programas como el infantil El camino de los juglares y también en las aventuras El guardián de la piedra, su primer trabajo en la televisión.
En cierta ocasión se le preguntó por si lo encasillaban en algún rol, y dijo: “la verdad es que los personajes negativos han llegado a ser de mis preferidos porque ellos tienen para sacarle mucha lasca. Tienen de todo tipo de sentimiento. Los buenos son como muy lineales. El bueno es bueno, y el malo pude ser cínico y muchas otras cosas, por eso lo disfruto tanto”.
Siempre lo recordaremos por sus actuaciones como Lorenzo, el bombero de Historias de Fuego (2007); el Leonardo de La otra esquina (2010); el Pedro Pablo de la telenovela Latidos compartidos (2015), e incluso sobre la piel de Fátima, en la obra teatral Fátima o el Parque de la Fraternidad, mucho antes de que se estrenara el filme.
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