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Hay quienes piensan que la vida fuera de Cuba es puro ajetreo, que todo el tiempo hay algo nuevo por descubrir, una calle por recorrer o una historia que contar. Pero la realidad, al menos para Anabel Arencibia, es otra. Y lo dice ella misma, sin adornos ni poses: “Mi vida no es tan activa aquí como lo era en Cuba”, confesó hace poco en sus historias de Instagram. Y no lo dice desde la nostalgia, sino desde esa honestidad que la ha acompañado desde que muchos la conocieron como Inés, una de las protagonistas de la serie Calendario.
Anabel ya no vive en la isla. Como tantos otros jóvenes cubanos, decidió buscar nuevos horizontes y ahora reside en España. No está sola en esa aventura: como publicamos anteriormente, varios de sus colegas de la serie dirigida por Magda González Grau también han hecho maletas y cruzado el Atlántico. Por allá andan Homero Saker (el inolvidable Maykel), Liliana Sosa (Beatriz), Víctor Cruz (Javier), Ernesto Codner (Orestes)… Un grupo que pasó de compartir sets de grabación a compartir, en muchos casos, la experiencia de empezar de cero en otro país.
Pero, ¿cómo es realmente el día a día de Anabel? Nada de glamour ni agendas apretadas. “Hay días en que no hago más que ir al gimnasio, ver películas y series, que eso me retroalimenta, pues yo, que soy actriz, necesito tener referentes; me pongo a grabar contenido, que no lo veo como parte interesante de un vlog. Cuando más voy a mi curso de catalán. No siempre tengo la vida tan activa como las personas piensan”, contó en sus redes. Así, sin filtros.
Hoy, su principal fuente de ingresos no es el teatro ni la televisión, sino lo que logra grabando contenido para sus redes sociales. “Trabajo desde casa, participo en castings, me busco la vida ‘onlinemente’”, comentó con ese toque de humor y resignación que solo entiende quien sabe lo que es reinventarse lejos de casa. Y sí, a veces siente que su vida no tiene nada de especial para estarla publicando todo el tiempo. Nada más humano.
En Cuba, la historia era distinta. Anabel era de las que no paraba: “De los siete días de la semana, en cinco estaba en un restaurante diferente o en algún sitio al que iba a crear contenido”, recordó. La vida en La Habana, con su ritmo propio, la tenía siempre en movimiento. Pero ahora, en España, la rutina es otra. Más introspectiva, menos vertiginosa, pero igual de desafiante.
Su salto a la fama llegó con Calendario, ese audiovisual que atrapó a cientos de miles y la puso en el radar. Pero llegar ahí no fue fácil. “Soy una persona muy activa y extrovertida y tuve que salir de mi zona de confort para poder hacer de Inés, quien fue evolucionando en cada temporada y obligándome a controlar mis emociones para estar a la altura de una actriz como Natasha Díaz, mi abuela en esta historia”, contó en entrevista con Cubasí. No es poca cosa aprender a contenerse cuando tu naturaleza es lo contrario.
Anabel también se probó en las tablas con la compañía Jazz Vilá Projects y se dejó ver como presentadora en la revista juvenil veraniega Una calle, mil caminos. Siempre inquieta, siempre buscando nuevos retos.
Hoy, lejos de Cuba, Arencibia sigue siendo esa joven que no le teme a los cambios. Se reinventa, se adapta y, aunque a veces la vida no sea tan emocionante como muchos imaginan, sigue apostando por sus sueños. Porque, al final, eso es lo que cuenta: no dejar de intentarlo, aunque toque empezar de nuevo.
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