A partir del año 2015 —quizás un poco antes— comenzó el gran éxodo de peloteros cubanos que marcharon hacia República Dominicana con el objetivo de conseguir firmar con organizaciones de Grandes Ligas, sin haber debutado en la Serie Nacional de béisbol. Eso era muy poco frecuente durante la década de los 90, sobre todo por lo complejo de emigrar en esa época.
La cifra exacta de jugadores que se han establecido en ese territorio, sin pasar por el principal torneo de la isla, es muy difícil de fijar por motivos diversos. Uno de los atletas que engrosa ese amplio listado, el cual rebasa los 500 efectivos con comodidad, es Ramón Mojena Morales.
Aunque no se probó en la Serie, sí intervino en tres ediciones del Campeonato Nacional sub-23 (2015, 2016 y 2017) con el plantel de su provincia Granma. Coincidió indistintamente con peloteros como César García, Alexander Guerra, Raico Santos, Alexquemer Sánchez, Yoelquis Céspedes, Edgar Escobar, Miguel Paradelo y Joel Mojena.
El infielder de 29 almanaques dejó su país hace alrededor de seis años y en suelo quisqueyano ha tenido la oportunidad de presentarse ante scouts de Grandes Ligas, pero no ha concretado un contrato y eso parece cada vez más improbable a causa de su edad. Tampoco ha podido llevar sus prestaciones a alguna de las conocidas ligas del Caribe.
Eso sí, recientemente su nombre sonó con más fuerza durante su participación en la Liga Nacional de Verano de República Dominicana, tras batear en la fase regular .333, con ocho tubeyes y nueve impulsadas, con el club Atléticos de Puerto Plata.
Ese rendimiento fue determinante en que el conjunto Mineros de Bonao lo eligiera en el draft de reingreso para la serie semifinal. Luego de esta experiencia, es posible que el torpedero del municipio Guisa pueda recibir una oportunidad superior a corto plazo en otro circuito del área.
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