«The Bear», una serie íntima y frenética que podría estar entre las mejores del siglo

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Desde su estreno en FX on Hulu el 22 de junio de 2022, The Bear pasó de ser una propuesta interesante a convertirse en un fenómeno de culto. Tal vez por las mismas razones que atrapó a tantos, puede haber causado el rechazo de otros, pero en cualquier caso es justo colocarla como una de las series recientes cuyo visionado, más que recomendable, es casi obligatorio para los amantes de lo bien hecho.

Creado por Christopher Storer, el show nos presenta la historia de Carmen “Carmy” Berzatto (Jeremy Allen White), un joven chef que se ha formado en algunas de los mejores cocinas del mundo, quien de pronto hereda la tienda de sándwiches de carne italiana de su familia tras el suicidio de su hermano mayor, Michael (Jon Bernthal).

El regreso de Carmine a Chicago implica dejar atrás el glamour de los restaurantes con estrellas Michelin, y el comienzo de una nueva vida profesional a la que intentará insuflar algo de lo que ha aprendido a la vera de luminarias del mundillo culinario. Por si tuviera poco con lidiar con el duelo y los constantes roces con sus familiares, Carmy también heredará las deudas de su hermano, su ajado establecimiento y un staff que se resiste al cambio de «sistema» que él intenta imponer.

Aunque toda serie de este nivel debería preciarse de ello, es justo decir que aquí el desarrollo de personajes es uno de los pilares. El guion de Storer nos permite tocar de una forma inusual a cada rol, exhibido en su ambiente más vulnerable la mayor parte del tiempo. Todos importan en demasía y tienen una determinada función en la “mesa bufé» que se nos ofrece.

Más allá de Carmy y toda la sustancia que desprende, el reparto coral que lo rodea recibe un tratamiento cuidado que nos permite conocer sus historias y verlos transformarse, junto a su casa de The Original Beef of Chicagoland, en algo más de lo que alguna vez imaginaron.

El elenco principal incluye además a Ebon Moss-Bachrach (Richie), Ayo Edebiri (Sydney), Abby Elliot (Natalie “Sugar” Berzatto), Liza Colón Zayas (Tina), Matty Matheson (Neil Fak), Oliver Platt (Jimmy “Cicero” Kalinowski), Molly Gordon (Claire), Edwin Lee Gibson (Ebrehim) y Corey Hendrix (Sweeps). Hasta la fecha ha contado igualmente con estrellas invitadas de la talla de Olivia Colman, Jamie Lee Curtis, Bob Odenkirk, Sarah Paulson, Will Poulter, Molly Ringwald, John Cena, Josh Hartnett, Joel McHale, Gillian Jacobs y David Zayas.

The Bear consigue explorar el duelo de una forma natural y bastante directa, mientras se vale del humor para aligerar la carga dramática y ofrecerle más verosimilitud a un relato sumamente humano, capaz de contagiarnos de ternura, alegría e incluso de frustración con una naturalidad pasmosa.

La idea de Storer queda expresada a partir de un ritmo acelerado, marcado por diálogos frenéticos pero muy viscerales y llenos de significado. Su aproximación, tangencialmente similar a la series de Aaron Sorkin como The West Wing o The Newsroom, puede ser algo ruidosa e intensa, pero a la vez se descubre como íntima y modesta. Al final, el resultado es una mezcla que puede preciarse de tener diversos matices, ese factor harto celebrado por igual en el cine y la cocina.

Aunque no es un material de suspenso y su entramado aparenta ser bastante caótico, cada tanda de The Bear nos termina regalando giros que elevan aún más su concepto narrativo. Podemos disfrutar de escenas e incluso episodios enteros que a la primera podrían parecer aleatorios y hasta innecesarios. No obstante, cuando todo se despliega cada ingrediente cobra sentido y pasa a ser un elemento justamente colocado como parte de esa suerte de menú degustación que representa cada temporada.

Si la propuesta en cuanto a storytelling es bastante rompedora, la cinematografía del propio Storer, quien dirige la gran mayoría de episodios, es igual o más atrevida. A ratos la estética de The Bear se acerca a la del videoclip, con escenas cortas en constante sucesión, además de close-ups y planos poco usuales.

Otra parte que destaca es el montaje: ejemplos como el propio episodio inicial, además de Fishes (Temp 2, Ep. 06) o Tomorrow (Temp. 3, E 01) son verdaderas exhibiciones de osadía por parte del creador y colaboradores ocasionales como Joanna Calo, Duccio Fabri y la propia Ayo Edebiri.

Su retrato claustrofóbico y ajetreado de una cocina profesional puede asumirse como una de las mejores representaciones que se han visto de un espacio similar. Esto queda expresado en una escena de la tercera temporada, en la cual alguien critica lo disfuncional de la brillante cocina liderada por Carmy, a lo que otro personaje responde con sorna con una línea que dice algo como «¿has conocido una que no lo sea?».

Por otra parte, The Bear expone la realidad en torno a un negocio tan difícil como es el de la restauración. La alta complejidad de los menús y los platos, así como el estratosférico coste del equipamiento o los productos, junto a la extrema presión bajo la que viven los chefs y demás personal a su cargo, funcionan en este caso como vías para mostrarnos un vistazo de este mundillo, en donde las apuestas son altas y las ganancias escasas, incluso cuando la propuesta del establecimiento resulta buena e innovadora en términos gastronómicos y de servicio.

El diseño sonoro es otro lujo, pues no solo pone muy en valor el sonido ambiente, sino que también lo combina con un soundtrack en donde confluye lo más indie, con bandas populares de la talla de Radiohead, Van Morrison, The Beach Boys, Nine Inch Nails, R.E.M. o Pearl Jam.

Con textos y subtextos llenos de sustancia y energía —una presentación que ya quisieran muchas otras series tener—, e intérpretes que despliegan toneladas métricas de carisma y cercanía en cámara, es difícil que alguien se atreva a excluir a The Bear de la lista de mejores series del siglo, eso por ser conservadores.

¿Que es difícil de digerir en algunos momentos? Sí, rotundamente. De antemano le advertimos que no es este uno de esos shows «seguros» que cualquiera elegiría para relajarse tras un día entero de trabajo. Viéndolo, va a sufrir más de lo normal, pero también sentirá el reto de apreciar algo que se sale —y reta a salir— del montón con la seguridad de que cuando la termine, no volverá usted a ser el mismo.

Con tres temporada estrenadas y una más en camino, como mínimo, todo parece indicar que tendremos Carmy para un buen rato. Preparen los ansiolíticos.

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